La siguiente crónica no propone un repaso cronológico a la rica vida institucional aurinegra, tampoco reúne una investigación minuciosa en cuanto a nombres y hechos acontecidos.
Basado en algunos datos sueltos, material de archivo, referencias testimoniales y mis propias vivencias he de recorrer efímeramente la trayectoria del club Ferroviario.
Breve referencia histórica
Al influjo del entonces influyente ferrocarril nació la pasión. Un grupo de entusiastas muchachos, que tenían como “fogonero” al entonces Jefe de Estación, gestaron con gran entusiasmo un equipo de fútbol, que resultaría el punto de partida para la puesta en marcha de la hoy más antigua institución deportiva de nuestra ciudad: el club Atlético Ferroviario.
Gregorio Juarroz, padre del trascendente creador de “la poesía vertical (Roberto Juarroz Balda) fue además el primer Presidente de la institución, nacida el 14 de Febrero de 1.919.
Además del ya citado dirigente, resulta oportuno recordar a varios de los que acompañaron aquella iniciativa, entre los que se pueden mencionar a: Antonio Álvarez Giménez, Antonio Tort, Carlos Alvarez Alonso, N..D´Annunzio, Oscar Roubio, Amando Pia (p), Romeo Marconi, N. Reguera, J. Antonini, Vega, Bonfati, Labat y Martínez, entre otros.
La primera sede social resultó “la sala de espera de la estación ferroviaria”, mientras que la primera cancha estuvo ubicada frente a la Escuela nº 7.
Una particular circunstancia surgió a partir del 7 de Mayo de 1.930, cuando el club pasó a llamarse Alumni, decisión que debió tomarse ante la existencia de otro Ferroviario, en ese caso con domicilio en la localidad de San Román.
El 16 de Marzo de 1.945, se recuperó la denominación original.
Hitos institucionales
El correr de los años produciría el traslado de la institución, dejando el “barrio de la carbonilla” para transformase en habitante de: “pueblo nuevo”.
Allí se ubicó la cancha, la que tuvo varias modificaciones en cuanto a ubicación y dimensiones.
Respecto a la sede social, funcionó durante algún tiempo en las instalaciones que hoy pertenecen a la Peña Nativista, mientras que en forma provisoria también lo hizo en dependencias de la Sociedad Italiana.
El esfuerzo de distintas comisiones directivas permitió construir una suerte de complejo, contando en la actualidad con: cancha de fútbol reglamentaria, (adecuada a las exigencias del Consejo Federal) cancha auxiliar, amplio gimnasio para la práctica de Básquetbol, Fútbol 5 y otras disciplinas, como Patín.
Amplios vestuarios para ambos equipos y terna abitral, ingreso y salida a la cancha en forma indepediente y una cabina de trasnsmisión.
Asimismo dispone de un cómodo fogón y de una excelente cancha de Bochas, para lo cual se contó con la colaboración de un entusiasta grupo de amantes de este deporte.
La adquisición de la ex Cooperativa Agropecuaria, permitieron una acertada inversión, utilizando en la actualidad parte de las amplias dependencias como sede social.
El fútbol…
Resultó desde siempre la principal disciplina practicada, habiendo conformado poderosos equipos en la denominada “época de oro” del fútbol regional, especialmente en la década del 50 en la Liga tresarroyense.
Consultados algunos memoriosos, coincidieron en algunos nombres que resultan inolvidables, como el trío compuesto por: Chirimbuolo, “el japonés” Chávez y Manuel Rosales (“el cordobés”)
Otros se encargan de citar al “santiagueño Vera”, Rodolfo Carapella y entre los locales a: los hermanos Trotti y Gómez, “Coco” Legagnoa, Rubén “Caneta” Corcuera y al efectivo golero, Francisco “Pancho” Palomar.
Entre tantos rosarinos que llegaron a nuestro pago, sintetizamos en dos jugadores una camada inolvidable: “hacha brava” Ordóñez y Rubén Comán.
No puede olvidarse a los artífices del primer título oficial, obtenido en 1.968, equipo dirigido por el recordado “gallareta” Di Marco, e integrado entre otros por: Héctor López, Vicente Chiaradía, Omar Palomar, "Tecla" Lara, Maldonado, Inocencio Pintos, Néstor Fernández, Reynaldo Di Croce, Horacio Lizarrondo, Oscar Bermúdez, "Peto" Buontempo, Oscar Jure, Julio Castiglione, Carlos Yezzi y Osvaldo Crespi.
Habitual protagonista de los torneos locales en las decadas del ochenta y noventa, Ferroviario repitió varias veces el grito de campeón en los años 2.000; circunstancia que lo llevó a ser parte del primer escalón del fútbol profesional: el Torneo Argentino “C”, del que participó en tres oportunidades, en representación de la Liga local.
De los foráneos que llegaron en los últimos tiempos, imposible de olvidar: las corridas de Miguel Abad, la excelsa clase de “tita” Rizzo, la categoría del “vasco” Harguindeguy, la trayectoria de Serfaty, la garra del “pelado” Codonio y como punto referencial: la capacidad goleadora y compromiso con la camiseta de Gastón Rossi. (Quizás el jugador más determinante de la última década, en nuestro fútbol.
Las divisiones menores
Fueron durante años el basamento deportivo del club, habiendo tenido una figura clave en la conformación de memorables grupos, tanto en lo deportivo, como en lo humano: “Carlitos” Yezzy.
El trato cordial y respetuoso, la habilidad para aprovechar las virtudes de cada jugador, la sencillez de sus explicaciones tácticas y un mensaje humano claro y sincero fueron elementos distintivos de su accionar.
Varios de los chicos del semillero lograron trascender, incluso en otros ámbitos, como: Mauro Gerk, Ezequiel Palacio, Ricardo “el zurdo” Aguirre, su hermano Juan, los “mellizos” Ferro, Sergio Yezzy, Germán Daher, Bruno Montero y Germán Daher,.
Recientemente tres jugadores clase 1.997 actuaron en condición de refuerzos de Almaceneros de Coronel Pringles en el Mundialito, jugado en Mar del Plata: Juan Ignacio Fernández, Juan Lavié y Leo Cabarcos,
Dirigentes
Algunas destacadas personalidades de la vida pública local, fueron parte de distintas comisiones directivas, como así también hombres del común que en distintas etapas sumaron horas de esfuerzo y voluntad en pos del club.
En algunos nombres – sin pretender ser injusto – el homenaje a todos aquellos que tuvieron responsabilidades institucionales, la gran mayoría de ellos como Presidente: Gregorio Juarroz, Juan Ramos Ojeda, Carlos Funes Derieul, Isaac Mosovich, José María Pelaez, Gumersindo Dimatz, Miguel Arzoz, Salvador y Néstor Fuertes, el pibe Pucci, Néstor Fuertes, Amiral Prieto, Bonifacio Ullmann, Nelson Di Marco, Néstor Fernández, Carlos Brusa, Oscar Lopez, Domingo Ferro, Roberto Cufre, Néstor Larrea y Mauro Fuertes.
Otras actividades
Además del Fútbol (mayor e infantil), se practican Bochas y Patín (Escuela que se encuentra a cargo de la excelente patinadora, Daniela González Prieto)
En otras etapas, el Básquetbol y el Paddle resultaron deportes que sumaron muchos adeptos.
Cuestión de piel
Fieles seguidores ha tenido desde siempre el club, personas que llevan el negro y el amarillo en el alma.
“Doña Peregrina” y la familia Galli, han sido parte indisoluble del club, “toro” Ortiz, encarna en cada expresión y grito “la pasión del hincha, pegada al alambrado de cualquier cancha”.
Una hinchada y su particular identificación: “La 74” (gente negra), simboliza con mucha fuerza una relación de afecto permanente, que lejos de sentir discriminación: enorgullece.
“Pepe” Ramírez y Fernando “negro” Tejada, en distintos momentos han sido abanderados de esta “barra buena.”
Tiempo de descuento
He de dejar para otra circunstancia el relato de mi relación con el club, porque hacerlo hoy, convertiría este pequeño homenaje en un hecho auto referencial.
En este desordenado texto he intentado rescatar algunos de los trascendentes momentos de esta gran institución.
El tren que edificó su historia se marchó buscando otras vías.
En el andén de la solitaria estación quedó la raiz de una planta que ya es longeva. .
Al fin de cuentas, entre miles que no están, que dejaron de ser, con sus 90 años de existencia se erige orgulloso: el único Ferroviario que sigue de pie.
Basado en algunos datos sueltos, material de archivo, referencias testimoniales y mis propias vivencias he de recorrer efímeramente la trayectoria del club Ferroviario.
Breve referencia histórica
Al influjo del entonces influyente ferrocarril nació la pasión. Un grupo de entusiastas muchachos, que tenían como “fogonero” al entonces Jefe de Estación, gestaron con gran entusiasmo un equipo de fútbol, que resultaría el punto de partida para la puesta en marcha de la hoy más antigua institución deportiva de nuestra ciudad: el club Atlético Ferroviario.
Gregorio Juarroz, padre del trascendente creador de “la poesía vertical (Roberto Juarroz Balda) fue además el primer Presidente de la institución, nacida el 14 de Febrero de 1.919.
Además del ya citado dirigente, resulta oportuno recordar a varios de los que acompañaron aquella iniciativa, entre los que se pueden mencionar a: Antonio Álvarez Giménez, Antonio Tort, Carlos Alvarez Alonso, N..D´Annunzio, Oscar Roubio, Amando Pia (p), Romeo Marconi, N. Reguera, J. Antonini, Vega, Bonfati, Labat y Martínez, entre otros.
La primera sede social resultó “la sala de espera de la estación ferroviaria”, mientras que la primera cancha estuvo ubicada frente a la Escuela nº 7.
Una particular circunstancia surgió a partir del 7 de Mayo de 1.930, cuando el club pasó a llamarse Alumni, decisión que debió tomarse ante la existencia de otro Ferroviario, en ese caso con domicilio en la localidad de San Román.
El 16 de Marzo de 1.945, se recuperó la denominación original.
Hitos institucionales
El correr de los años produciría el traslado de la institución, dejando el “barrio de la carbonilla” para transformase en habitante de: “pueblo nuevo”.
Allí se ubicó la cancha, la que tuvo varias modificaciones en cuanto a ubicación y dimensiones.
Respecto a la sede social, funcionó durante algún tiempo en las instalaciones que hoy pertenecen a la Peña Nativista, mientras que en forma provisoria también lo hizo en dependencias de la Sociedad Italiana.
El esfuerzo de distintas comisiones directivas permitió construir una suerte de complejo, contando en la actualidad con: cancha de fútbol reglamentaria, (adecuada a las exigencias del Consejo Federal) cancha auxiliar, amplio gimnasio para la práctica de Básquetbol, Fútbol 5 y otras disciplinas, como Patín.
Amplios vestuarios para ambos equipos y terna abitral, ingreso y salida a la cancha en forma indepediente y una cabina de trasnsmisión.
Asimismo dispone de un cómodo fogón y de una excelente cancha de Bochas, para lo cual se contó con la colaboración de un entusiasta grupo de amantes de este deporte.
La adquisición de la ex Cooperativa Agropecuaria, permitieron una acertada inversión, utilizando en la actualidad parte de las amplias dependencias como sede social.
El fútbol…
Resultó desde siempre la principal disciplina practicada, habiendo conformado poderosos equipos en la denominada “época de oro” del fútbol regional, especialmente en la década del 50 en la Liga tresarroyense.
Consultados algunos memoriosos, coincidieron en algunos nombres que resultan inolvidables, como el trío compuesto por: Chirimbuolo, “el japonés” Chávez y Manuel Rosales (“el cordobés”)
Otros se encargan de citar al “santiagueño Vera”, Rodolfo Carapella y entre los locales a: los hermanos Trotti y Gómez, “Coco” Legagnoa, Rubén “Caneta” Corcuera y al efectivo golero, Francisco “Pancho” Palomar.
Entre tantos rosarinos que llegaron a nuestro pago, sintetizamos en dos jugadores una camada inolvidable: “hacha brava” Ordóñez y Rubén Comán.
No puede olvidarse a los artífices del primer título oficial, obtenido en 1.968, equipo dirigido por el recordado “gallareta” Di Marco, e integrado entre otros por: Héctor López, Vicente Chiaradía, Omar Palomar, "Tecla" Lara, Maldonado, Inocencio Pintos, Néstor Fernández, Reynaldo Di Croce, Horacio Lizarrondo, Oscar Bermúdez, "Peto" Buontempo, Oscar Jure, Julio Castiglione, Carlos Yezzi y Osvaldo Crespi.
Habitual protagonista de los torneos locales en las decadas del ochenta y noventa, Ferroviario repitió varias veces el grito de campeón en los años 2.000; circunstancia que lo llevó a ser parte del primer escalón del fútbol profesional: el Torneo Argentino “C”, del que participó en tres oportunidades, en representación de la Liga local.
De los foráneos que llegaron en los últimos tiempos, imposible de olvidar: las corridas de Miguel Abad, la excelsa clase de “tita” Rizzo, la categoría del “vasco” Harguindeguy, la trayectoria de Serfaty, la garra del “pelado” Codonio y como punto referencial: la capacidad goleadora y compromiso con la camiseta de Gastón Rossi. (Quizás el jugador más determinante de la última década, en nuestro fútbol.
Las divisiones menores
Fueron durante años el basamento deportivo del club, habiendo tenido una figura clave en la conformación de memorables grupos, tanto en lo deportivo, como en lo humano: “Carlitos” Yezzy.
El trato cordial y respetuoso, la habilidad para aprovechar las virtudes de cada jugador, la sencillez de sus explicaciones tácticas y un mensaje humano claro y sincero fueron elementos distintivos de su accionar.
Varios de los chicos del semillero lograron trascender, incluso en otros ámbitos, como: Mauro Gerk, Ezequiel Palacio, Ricardo “el zurdo” Aguirre, su hermano Juan, los “mellizos” Ferro, Sergio Yezzy, Germán Daher, Bruno Montero y Germán Daher,.
Recientemente tres jugadores clase 1.997 actuaron en condición de refuerzos de Almaceneros de Coronel Pringles en el Mundialito, jugado en Mar del Plata: Juan Ignacio Fernández, Juan Lavié y Leo Cabarcos,
Dirigentes
Algunas destacadas personalidades de la vida pública local, fueron parte de distintas comisiones directivas, como así también hombres del común que en distintas etapas sumaron horas de esfuerzo y voluntad en pos del club.
En algunos nombres – sin pretender ser injusto – el homenaje a todos aquellos que tuvieron responsabilidades institucionales, la gran mayoría de ellos como Presidente: Gregorio Juarroz, Juan Ramos Ojeda, Carlos Funes Derieul, Isaac Mosovich, José María Pelaez, Gumersindo Dimatz, Miguel Arzoz, Salvador y Néstor Fuertes, el pibe Pucci, Néstor Fuertes, Amiral Prieto, Bonifacio Ullmann, Nelson Di Marco, Néstor Fernández, Carlos Brusa, Oscar Lopez, Domingo Ferro, Roberto Cufre, Néstor Larrea y Mauro Fuertes.
Otras actividades
Además del Fútbol (mayor e infantil), se practican Bochas y Patín (Escuela que se encuentra a cargo de la excelente patinadora, Daniela González Prieto)
En otras etapas, el Básquetbol y el Paddle resultaron deportes que sumaron muchos adeptos.
Cuestión de piel
Fieles seguidores ha tenido desde siempre el club, personas que llevan el negro y el amarillo en el alma.
“Doña Peregrina” y la familia Galli, han sido parte indisoluble del club, “toro” Ortiz, encarna en cada expresión y grito “la pasión del hincha, pegada al alambrado de cualquier cancha”.
Una hinchada y su particular identificación: “La 74” (gente negra), simboliza con mucha fuerza una relación de afecto permanente, que lejos de sentir discriminación: enorgullece.
“Pepe” Ramírez y Fernando “negro” Tejada, en distintos momentos han sido abanderados de esta “barra buena.”
Tiempo de descuento
He de dejar para otra circunstancia el relato de mi relación con el club, porque hacerlo hoy, convertiría este pequeño homenaje en un hecho auto referencial.
En este desordenado texto he intentado rescatar algunos de los trascendentes momentos de esta gran institución.
El tren que edificó su historia se marchó buscando otras vías.
En el andén de la solitaria estación quedó la raiz de una planta que ya es longeva. .
Al fin de cuentas, entre miles que no están, que dejaron de ser, con sus 90 años de existencia se erige orgulloso: el único Ferroviario que sigue de pie.