La coincidencia calendario permite recordar en la jornada de hoy y en la de mañana, dos sucesos que están relacionados en forma directa con un destacado hombre público de Coronel Dorrego: Nírido Santagada.
El 11 de Marzo de 1.973 y luego de una particular puja electoral, el entonces candidato del Partido Intransigente lograba consagrarse por segunda vez como Intendente Municipal de Coronel Dorrego, derrotando a dos dirigentes que luego ocuparían ese cargo en Monte Hermoso y nuestro distrito respectivamente: Rodolfo Majluf y Osvaldo Crego.
El 12 de Marzo de 1.998, se produjo el fallecimiento de este notorio y respetado dirigente local, el cual hace un año tuvo el merecido reconocimiento de la población, al ser impuesto su nombre a la entonces Avenida Julio Roca.
Si bien la obra de Santagada es ampliamente conocida por varias generaciones, resulta oportuno rescatar algunos aspectos de la misma, especialmente para el conocimiento de los más jóvenes, los cuales por una razón cronológica no han estado al tanto en forma directa del recto proceder de una figura clave en la vida política e institucional de nuestro ámbito.
Nacido el 25 de Abril de 1.914, cursó sus estudios primarios en la Escuela Nº 1, trasladándose luego a Bahía Blanca para realizar el nivel secundario en el Colegio Don Bosco.
El título de abogado lo obtuvo en la ciudad de La Plata en 1.940.
Haciendo realidad la frase que dice: “detrás de todo gran hombre debe haber una gran mujer”, contrajo enlace con Alicia Villasuso: excelente compañera y permanente soporte espiritual para su esforzado derrotero.
De aquella relación nacieron dos hijos: Marta y José Luis.
Santagada tuvo una activa presencia como dirigente, ejerciendo la Presidencia del club Independiente y de la Biblioteca Popular, siendo uno de los socios que acompañó a Domingo Lucenti, en los comienzos de la década del 70 en el magnifico proyecto que permitió la creación de Camping Americano; en tanto en política hizo una proficua carrera que lo llevó a ocupar varios escalones de representación pública: Concejal, Intendente ( en dos ocasiones: 1.955 y 1.973) y dos veces Diputado Nacional, 1.958 – 1.960 y 1.960 a 1.964.
En ocasión de un homenaje (en vida), realizado por el entonces Círculo de Periodistas y Trabajadores de Prensa “Enzo Barda”, relató una anécdota que marca claras diferencias con el acontecer de nuestros días: “Cuando terminé el mandato como legislador nacional tuve que vender las dos propiedades que tenía, en el año 1.962. Me quedé prácticamente en la calle, había descuidado el estudio y estaba sin recursos…”
Debió soportar la prepotencia de los golpes de estado en el país, siendo interrumpidas sus dos gestiones al frente del ejecutivo local, la primera en 1.955, significando también que fuera detenido y trasladado a la cárcel de Olmos y la restante a partir del nefasto 24 de Marzo de 1.976.
Desde su rol profesional, fue constante defensor de los derechos civiles de muchos ciudadanos, incluyendo a varios dirigentes de otros partidos. En tal sentido el recordado dirigente comunista, Salvador Randazzo permanentemente mencionaba el compromiso y la valentía de Santagada, en la época de la “policía brava” y la perdida de las garantías constitucionales, donde resultaba muy difícil encontrar un abogado dispuesto a representarlos.
Es importante señalar que a diferencia de la mayoría que han dispuesto los jefes comunales, desde la restauración democrática; Santagada en 1.973 debió gobernar con un heterogéneo Concejo Deliberante, que lo obligaba a la búsqueda constante de consensos: 5 ediles eran de su agrupación (Partido Intransigente), 4 de la U.C.R., 4 del Justicialismo y 1 de la Unión Vecinal.
¿Por qué 14 Concejales?... Porque en aquellos tiempos Monte Hermoso era parte del territorio dorreguense (cercenado el 1ª de abril de 1.979) y funcionaba como Delegación.
A pesar de la mayor cantidad de habitantes y de responsabilidades, resultaba mucho menor la planta de personal existente, mientras que su staff de gobierno, lo componían un reducido grupo de colaboradores,qué dista mucho de la sobredimensionada estructura del presente.
La honestidad y la austeridad fueron verdaderos pilares de su gestión de gobierno. Pero además de éticamente irreprochable: fue eficiente.
Seguidamente el detalle de algunas obras que lo tuvieron como protagonista:
- Provisión de Gas Natural para la ciudad: proyecto que resultó muy resistido por algunos sectores de la oposición.
- Construcción de la Planta Depuradora y puesta en marcha del servicio de Agua Corriente.
- Nuevo edificio del Colegio Nacional (hoy Escuela Media Nº 2).
- Licitación del camino de Acceso a la localidad de El Perdido.
- Mejoramiento en los Servicios de Salud.
- Construcción del acceso pavimentado desde Ruta Nacional 3 a Monte Hermoso.
- Creación de la Escuela Fonotécnica.
- Impulsor de la conformación de la Cooperativa Eléctrica y gestor de la llegada de los primeros motores, para el funcionamiento de la misma.
Consciente de la necesidad de un recambio dirigencial, a partir de 1983 supo dar pasos al costado, promoviendo la llegada de nuevos representantes.
“No se murió con el poder”, se retiro con la trayectoria y el prestigio, pergaminos ganados merecidamente.
Nunca se sintió parte del selecto grupo de “los imprescindibles”, tampoco se permitió digitar nombres, mucho menos: obstaculizar el accionar de quienes lo sucedieron.
Cumplida su etapa de protagonista de la historia lugareña, supo aceptar con hidalguía y sabiduría su rol de testigo, de simple vecino; convirtiéndose en respetado transeúnte por las calles de un pueblo, que había recuperado con mucho esfuerzo la democracia.
Hubo otras acciones que quedaron marcadas para siempre en la memoria de la gente, entre ellas las colaboraciones económicas que encerradas en un sobre “sin remitente”, llegaban puntuales cada mes.
En el más absoluto silencio e imponiendo como inalterable condición: la no difusión de sus acciones, repartía parte de los haberes de su jubilación a entidades locales.
Su afecto por la Biblioteca Popular, lo constituyó en permanente benefactor, donando la totalidad de las obras que conformaban su estudio jurídico.
Alejado de las grandilocuencias, la vanagloria y la soberbia, era dueño de un perfil bajo, confundiéndose en la última etapa de su vida, con el resto de los parroquianos que visitaban la sede roja o conformaban la clásica mesa de amigos, en el hoy extinto Cantero.
Para el final quiero rescatar palabras del escritor Hugo de Cos, cuando en 1.999 escribió: “ Que diferente sería la tan desprestigiada política y cuanto más aceptada por el pueblo, si abundarán los Santagadas…!”
El 11 de Marzo de 1.973 y luego de una particular puja electoral, el entonces candidato del Partido Intransigente lograba consagrarse por segunda vez como Intendente Municipal de Coronel Dorrego, derrotando a dos dirigentes que luego ocuparían ese cargo en Monte Hermoso y nuestro distrito respectivamente: Rodolfo Majluf y Osvaldo Crego.
El 12 de Marzo de 1.998, se produjo el fallecimiento de este notorio y respetado dirigente local, el cual hace un año tuvo el merecido reconocimiento de la población, al ser impuesto su nombre a la entonces Avenida Julio Roca.
Si bien la obra de Santagada es ampliamente conocida por varias generaciones, resulta oportuno rescatar algunos aspectos de la misma, especialmente para el conocimiento de los más jóvenes, los cuales por una razón cronológica no han estado al tanto en forma directa del recto proceder de una figura clave en la vida política e institucional de nuestro ámbito.
Nacido el 25 de Abril de 1.914, cursó sus estudios primarios en la Escuela Nº 1, trasladándose luego a Bahía Blanca para realizar el nivel secundario en el Colegio Don Bosco.
El título de abogado lo obtuvo en la ciudad de La Plata en 1.940.
Haciendo realidad la frase que dice: “detrás de todo gran hombre debe haber una gran mujer”, contrajo enlace con Alicia Villasuso: excelente compañera y permanente soporte espiritual para su esforzado derrotero.
De aquella relación nacieron dos hijos: Marta y José Luis.
Santagada tuvo una activa presencia como dirigente, ejerciendo la Presidencia del club Independiente y de la Biblioteca Popular, siendo uno de los socios que acompañó a Domingo Lucenti, en los comienzos de la década del 70 en el magnifico proyecto que permitió la creación de Camping Americano; en tanto en política hizo una proficua carrera que lo llevó a ocupar varios escalones de representación pública: Concejal, Intendente ( en dos ocasiones: 1.955 y 1.973) y dos veces Diputado Nacional, 1.958 – 1.960 y 1.960 a 1.964.
En ocasión de un homenaje (en vida), realizado por el entonces Círculo de Periodistas y Trabajadores de Prensa “Enzo Barda”, relató una anécdota que marca claras diferencias con el acontecer de nuestros días: “Cuando terminé el mandato como legislador nacional tuve que vender las dos propiedades que tenía, en el año 1.962. Me quedé prácticamente en la calle, había descuidado el estudio y estaba sin recursos…”
Debió soportar la prepotencia de los golpes de estado en el país, siendo interrumpidas sus dos gestiones al frente del ejecutivo local, la primera en 1.955, significando también que fuera detenido y trasladado a la cárcel de Olmos y la restante a partir del nefasto 24 de Marzo de 1.976.
Desde su rol profesional, fue constante defensor de los derechos civiles de muchos ciudadanos, incluyendo a varios dirigentes de otros partidos. En tal sentido el recordado dirigente comunista, Salvador Randazzo permanentemente mencionaba el compromiso y la valentía de Santagada, en la época de la “policía brava” y la perdida de las garantías constitucionales, donde resultaba muy difícil encontrar un abogado dispuesto a representarlos.
Es importante señalar que a diferencia de la mayoría que han dispuesto los jefes comunales, desde la restauración democrática; Santagada en 1.973 debió gobernar con un heterogéneo Concejo Deliberante, que lo obligaba a la búsqueda constante de consensos: 5 ediles eran de su agrupación (Partido Intransigente), 4 de la U.C.R., 4 del Justicialismo y 1 de la Unión Vecinal.
¿Por qué 14 Concejales?... Porque en aquellos tiempos Monte Hermoso era parte del territorio dorreguense (cercenado el 1ª de abril de 1.979) y funcionaba como Delegación.
A pesar de la mayor cantidad de habitantes y de responsabilidades, resultaba mucho menor la planta de personal existente, mientras que su staff de gobierno, lo componían un reducido grupo de colaboradores,qué dista mucho de la sobredimensionada estructura del presente.
La honestidad y la austeridad fueron verdaderos pilares de su gestión de gobierno. Pero además de éticamente irreprochable: fue eficiente.
Seguidamente el detalle de algunas obras que lo tuvieron como protagonista:
- Provisión de Gas Natural para la ciudad: proyecto que resultó muy resistido por algunos sectores de la oposición.
- Construcción de la Planta Depuradora y puesta en marcha del servicio de Agua Corriente.
- Nuevo edificio del Colegio Nacional (hoy Escuela Media Nº 2).
- Licitación del camino de Acceso a la localidad de El Perdido.
- Mejoramiento en los Servicios de Salud.
- Construcción del acceso pavimentado desde Ruta Nacional 3 a Monte Hermoso.
- Creación de la Escuela Fonotécnica.
- Impulsor de la conformación de la Cooperativa Eléctrica y gestor de la llegada de los primeros motores, para el funcionamiento de la misma.
Consciente de la necesidad de un recambio dirigencial, a partir de 1983 supo dar pasos al costado, promoviendo la llegada de nuevos representantes.
“No se murió con el poder”, se retiro con la trayectoria y el prestigio, pergaminos ganados merecidamente.
Nunca se sintió parte del selecto grupo de “los imprescindibles”, tampoco se permitió digitar nombres, mucho menos: obstaculizar el accionar de quienes lo sucedieron.
Cumplida su etapa de protagonista de la historia lugareña, supo aceptar con hidalguía y sabiduría su rol de testigo, de simple vecino; convirtiéndose en respetado transeúnte por las calles de un pueblo, que había recuperado con mucho esfuerzo la democracia.
Hubo otras acciones que quedaron marcadas para siempre en la memoria de la gente, entre ellas las colaboraciones económicas que encerradas en un sobre “sin remitente”, llegaban puntuales cada mes.
En el más absoluto silencio e imponiendo como inalterable condición: la no difusión de sus acciones, repartía parte de los haberes de su jubilación a entidades locales.
Su afecto por la Biblioteca Popular, lo constituyó en permanente benefactor, donando la totalidad de las obras que conformaban su estudio jurídico.
Alejado de las grandilocuencias, la vanagloria y la soberbia, era dueño de un perfil bajo, confundiéndose en la última etapa de su vida, con el resto de los parroquianos que visitaban la sede roja o conformaban la clásica mesa de amigos, en el hoy extinto Cantero.
Para el final quiero rescatar palabras del escritor Hugo de Cos, cuando en 1.999 escribió: “ Que diferente sería la tan desprestigiada política y cuanto más aceptada por el pueblo, si abundarán los Santagadas…!”