En ese lugar y merced a la actividad desplegada por su comisión es donde la institución se acrecienta y cuenta con un gran caudal de socios lectores, pero tiempo después por acefalía de su comisión, la misma queda abandonada y es acogida nuevamente por El Quequén, que sin habilitarla la mantuvo durante cuatro años.
Se habilitó en el salón de César Fernández, en cuyo local también funcionaba la secretaría de la entidad creadora y fue administrada en principio por una subcomisión que presidía Héctor Rigamonti.
En 1.930 con el cambio de comisión del Club El Quequén, y el traslado de su secretaría al local antiguamente denominado Casa Chela, también fue con ella la Biblioteca y tiempo después era convocada una asamblea y designada una comisión que presidiera el escribano Benito Sánchez, independizándose entonces del club y manteniendo vida propia en la casa que ocupara por ese entonces la tienda La Piedad.
En 1.937 es designada una comisión provisoria y reorganizadora que la volvió a independizar de aquel e instalarla en otro local. Desde esa fecha, la entidad, luego de tantos contratiempos y eventualidades se ha ido afirmando paso a paso en un progreso sólido que lo demuestra por la gran cantidad de volúmenes que posee, textos generales y de consulta.
La institución consigue el reconocimiento de Personería Jurídica el 10 de marzo de 1.942 bajo el decreto Nº 15.570. Considerando que la entidad no tenía comprobante de inscripción en dicha Dirección se realizan los trámites pertinentes para obtenerlo. Por ello el 23 de diciembre de 1.983, queda registrada bajo la matrícula Nº 3.983.
El 3 de agosto de 1.944 la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (Conabip) declara "popular" a la biblioteca, otorgándole los beneficios de la ley Nº 419, bajo el Nº 1.347.
En marzo de 1.981 se reconoce a la institución como entidad de bien público, quedando registrada en legajo Nº 040 del Registro de Entidades de Bien Público bajo Ley Nº 7.287/67.
En 1.990 es reconocida como integrante del Sistema Provincial de Bibliotecas Ley Nº 9.319 y su decreto reglamentario Nº 2.446 por disposición Nº 004/90 bajo el Nº 184 de Dirección de Bibliotecas.
A la fecha la institución cuenta con un edificio de 150 metros cuadrados, que se divide en sala de atención al público y fotocopiado y rincón infantil, sala de lectura y sector de informática, sala de depósito, dos baños y una cocina.
El 20 de enero de 1.966 se adquiere un terreno de 750 metros cuadrados para la futura construcción del local propio. En el año 1.968 se construye el edificio donde hoy funciona la biblioteca, en calle Sarmiento.
En el año 1.991, luego de trabajar la comisión directiva en un proyecto de ampliación, se logra el sueño y se construye una nueva sala que funciona como sala de lectura.
Pasaron pocos años y nuevamente se necesitó una nueva ampliación. En el año 1.999 se culmina la nueva sala de depósito comenzada en 1.997. Dicha sala era necesaria por la insuficiencia de espacio físico, por lo cual desde ese momento la sala de lectura fue destinada solamente a ofrecer espacio a los niños y adolescentes que concurren diariamente a la institución y a la creación del rincón infantil para los más pequeños.
Varias han sido las personas que han tenido a su cargo la atención al público, pero la labor que desempeñara Angela Rodera es de destacar, ya que en épocas donde lo económico, como hoy día era primordial para subsistir, ella trabajó durante muchos años ad honorem, y su vocación de servicio y ayuda a los que concurrían a la biblioteca aún hoy se recuerda en la localidad.
En la actualidad, la labor que desempeñara antes esta mujer está a cargo de Alicia Calvo y Norma Rodríguez. Ambas bibliotecarias, son las responsables de llevar a cabo la tan ardua tarea cultural y educacional que tienen los bibliotecarios.
El desarrollo cultural que se logra a través de esta entidad es significativo, debido al hábito de la lectura de muchos de los vecinos de Oriente y la concurrencia a la sala de alumnos de escuelas primaria y secundaria.
Su horario de atención es de lunes a viernes, mañana de 8.30 a 11 y de tarde 14.30 a 18.
FUENTE: La Voz del Pueblo
Se habilitó en el salón de César Fernández, en cuyo local también funcionaba la secretaría de la entidad creadora y fue administrada en principio por una subcomisión que presidía Héctor Rigamonti.
En 1.930 con el cambio de comisión del Club El Quequén, y el traslado de su secretaría al local antiguamente denominado Casa Chela, también fue con ella la Biblioteca y tiempo después era convocada una asamblea y designada una comisión que presidiera el escribano Benito Sánchez, independizándose entonces del club y manteniendo vida propia en la casa que ocupara por ese entonces la tienda La Piedad.
En 1.937 es designada una comisión provisoria y reorganizadora que la volvió a independizar de aquel e instalarla en otro local. Desde esa fecha, la entidad, luego de tantos contratiempos y eventualidades se ha ido afirmando paso a paso en un progreso sólido que lo demuestra por la gran cantidad de volúmenes que posee, textos generales y de consulta.
La institución consigue el reconocimiento de Personería Jurídica el 10 de marzo de 1.942 bajo el decreto Nº 15.570. Considerando que la entidad no tenía comprobante de inscripción en dicha Dirección se realizan los trámites pertinentes para obtenerlo. Por ello el 23 de diciembre de 1.983, queda registrada bajo la matrícula Nº 3.983.
El 3 de agosto de 1.944 la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (Conabip) declara "popular" a la biblioteca, otorgándole los beneficios de la ley Nº 419, bajo el Nº 1.347.
En marzo de 1.981 se reconoce a la institución como entidad de bien público, quedando registrada en legajo Nº 040 del Registro de Entidades de Bien Público bajo Ley Nº 7.287/67.
En 1.990 es reconocida como integrante del Sistema Provincial de Bibliotecas Ley Nº 9.319 y su decreto reglamentario Nº 2.446 por disposición Nº 004/90 bajo el Nº 184 de Dirección de Bibliotecas.
A la fecha la institución cuenta con un edificio de 150 metros cuadrados, que se divide en sala de atención al público y fotocopiado y rincón infantil, sala de lectura y sector de informática, sala de depósito, dos baños y una cocina.
El 20 de enero de 1.966 se adquiere un terreno de 750 metros cuadrados para la futura construcción del local propio. En el año 1.968 se construye el edificio donde hoy funciona la biblioteca, en calle Sarmiento.
En el año 1.991, luego de trabajar la comisión directiva en un proyecto de ampliación, se logra el sueño y se construye una nueva sala que funciona como sala de lectura.
Pasaron pocos años y nuevamente se necesitó una nueva ampliación. En el año 1.999 se culmina la nueva sala de depósito comenzada en 1.997. Dicha sala era necesaria por la insuficiencia de espacio físico, por lo cual desde ese momento la sala de lectura fue destinada solamente a ofrecer espacio a los niños y adolescentes que concurren diariamente a la institución y a la creación del rincón infantil para los más pequeños.
Varias han sido las personas que han tenido a su cargo la atención al público, pero la labor que desempeñara Angela Rodera es de destacar, ya que en épocas donde lo económico, como hoy día era primordial para subsistir, ella trabajó durante muchos años ad honorem, y su vocación de servicio y ayuda a los que concurrían a la biblioteca aún hoy se recuerda en la localidad.
En la actualidad, la labor que desempeñara antes esta mujer está a cargo de Alicia Calvo y Norma Rodríguez. Ambas bibliotecarias, son las responsables de llevar a cabo la tan ardua tarea cultural y educacional que tienen los bibliotecarios.
El desarrollo cultural que se logra a través de esta entidad es significativo, debido al hábito de la lectura de muchos de los vecinos de Oriente y la concurrencia a la sala de alumnos de escuelas primaria y secundaria.
Su horario de atención es de lunes a viernes, mañana de 8.30 a 11 y de tarde 14.30 a 18.
FUENTE: La Voz del Pueblo