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"Los que siempre resurgen". Escribe Pablo J. Marcó

Pese a la constante prédica de aquellos que practican una falsa moralidad y que viven cuestionándolos por sus humanos errores, ambos son muy queridos por la mayoría de los argentinos. ¿Se miran al espejo quiénes los critican? ¿Nunca se equivocaron en la vida?
Ambos son contradictorios, es cierto; ahora, ¿quién no lo es?. Ambos estuvieron al borde del abismo y resurgieron. Se cayeron varias veces y se levantaron.
Son talentosos, convocan multitudes. Nos ofrendaron un montón de alegrías, aún en los momentos más oscuros del país.
Ambos, aman lo que hacen y despiertan pasión en los aficionados.
Uno, el sábado, ya sin los cortos, sentado en el banco, volvió a generar expectativa en la gente futbolera por un partido de la Selección, como cuando jugaba.
El otro, después de ocho meses alejado de los escenarios, volvió a tocar el piano y a cantar.
Son Diego y Charly. Maradona y García. Los que siempre resurgen.