lunes

"Esteban Fuertes no deja de sorprenderme". Escribe Rubén Rossi (*)

Porque no hay que confundirse, no es lo mismo un goleador que un jugador que convierte goles; éste mantiene la pelota por un breve lapso, pero la toca en muchas ocasiones para que sus compañeros la recepcionen con ventaja de tiempo y espacio, desconcertando al rival con una acción inesperada hilvanando juntos una jugada que normalmente él terminará definiendo con éxito.

Antes Fuertes corría mucho más pero jugaba mucho menos, se apartaba muy poco de la protección de su “hogar”, el área grande, para colaborar en cuentagotas en el armado de la jugada; ahora que siente que las “fuerzas” lo abandonaron, se reinventó disfrazándose de “tortuga” en zona de gestación, para aparecer como una “liebre” en zona de definición, se tira atrás para encontrarse a jugar con la pelota y para alejarse de la lucha por la pelota.

El “Bichi”, en cada amague de felicidad, se ríe de la formalidad de Esteban; es el niño de Coronel Dorrego, el que retorna en cada partido a su Fiesta Provincial de las Llanuras donde los espacios se encuentran sin buscarlos, porque se le aparece ese “Bichi” pícaro, astuto, vivo, que desde la infancia le hace un guiño a Esteban invitándolo a jugar.
PUBLICADO POR EL DIARIO EL LITORAL DE SANTA FE