miércoles

"El apoyo popular excede siempre las expectativas". Escribe Guillermo Meana *

El sábado 10 de octubre se desarrolló a partir de las 14:00, el Gran Remate de Oportunidades que organizó nuestra institución.

Una cantidad inusual de mercaderías consignadas y la numerosa asistencia del público, que no fue desalentada por la lluvia, ni el mal tiempo, fueron los factores que nos permitieron vivir una jornada amena y productiva, que culminó aproximadamente a las 20.

Atrás quedará el ajetreo previo, las lógicas incertidumbres y algunas desprolijidades surgidas del gran entusiasmo y poca experiencia, que en la materia, tenemos, quienes trabajamos en la organización del mencionado evento.

Ahora llegará el turno del análisis detallado y una lógica autocrítica, ambos necesarios para capitalizar en experiencia, todo lo acontecido: El desarrollo y organización del evento, el monto recaudado, el perfil de los compradores, el mayor o menor interés que despertaron los artículos ofrecidos… en fin, todos los detalles “comerciales” que nos permitirán “corregir” deficiencias y “potenciar” aciertos, en vistas a la futura realización de nuevos emprendimientos de este tipo.

Pero más allá de todo lo que podamos analizar y mejorar, existe algo que difícilmente podamos superar. Y ese algo, es justamente, la espontánea y solidaria adhesión, que el pueblo dorreguenses, pone de manifiesto en cada uno de los proyectos que emprendemos como institución.

El apoyo popular excede siempre nuestras expectativas y eso nos alienta y gratifica de una manera absolutamente imposible de describir. ¿Quién pudo decir en algún momento que a los dorreguenses no nos importa nuestra biblioteca?... ¿Quien pudo pensar que quienes tenemos el honor, el orgullo y la alegría de integrar la comisión directiva de nuestra institución, nos cansaríamos y desalentaríamos al chocar con la indiferencia de nuestros conciudadanos?

Si alguien tiene el “don” de “cansarnos” no es justamente el pueblo. Primero porque nosotros somos parte indisoluble de este pueblo y segundo, y porque somos “pueblo”, las dificultades no nos cansan, antes bien, nos impulsan a redoblar el esfuerzo una y otra vez, con la obstinada abnegación de aquellos que saben que transitan la inequívoca senda del bien común.

¡Que visión triste, derrotista y palmariamente equivocada! Evidenciaron aquellos que expresaron, en su momento, los trillados: “escoba nueva barre bien”… y los no menos “mufa”: “ya veremos”….

Es cierto que todos los argentinos estamos atravesando tiempos difíciles, ¿pero acaso? ¿no los ha habido mucho peores?¿que pasa con nuestra memoria? …

Todo, absolutamente todo, se resuelve con el correcto encauzamiento del esfuerzo organizado, el trabajo en equipo, la unidad de criterio, la apertura participativa y la transparencia de gestión. Lo demás, el éxito en alcanzar y cubrir las necesidades económicas, es justamente una consecuencia de lo primero y no un fin en si mismo.

El sábado pudimos comprobar la fidelidad de nuestro pueblo, la desinteresada colaboración de nuestros amigos, los de siempre, como Santiago Mehemed y los nuevos, como ese chico, que contuvo su infinita ansiedad de niño de once años hasta el sábado para comprar su bicicleta.

El abuelo le había advertido que en el remate “otro” podía ganarle en su oferta, pero el le dijo que no importaba, “…espero al sábado y si alguien me gana en la oferta, el lunes compro otra”.

Cuando yo le pregunté sorprendido como había podido esperar, me respondió, todavía más sorprendido: que “así colaboraba con la Biblioteca y de la otra manera no”.

Estoy seguro que se fue feliz con su bici y absolutamente convencido que yo, dado el tenor de mi pregunta, era un tonto sin remedio.

Mucho se habla de los positivos resultados que depara para una institución, el sentimiento de “pertenencia” de los miembros que la integran. Esto es así, pero justamente por tratarse de un “sentimiento”, resulta muy difícil poder mensurarlo.

Sin embargo, todos sentimos que “formamos parte de algo” y que “somos” y no que simplemente “estamos”, cuando comenzamos a compartir los aspectos trascendentes de nuestra vida personal, con nuestros “compañeros” de la Institución que integramos.

El sábado diez de octubre fue el cumpleaños de nuestro querido Presidente, D. Gustavo Asensio, un hecho que no quiero dejar pasar inadvertido. Los que lo vieron literalmente “correr” por el salón numerando los últimos de los más de 300 lotes que integraban el remate, seguramente desconocen que esa situación se prolongaba desde la noche anterior y toda la lluviosa mañana. Gustavo eligió “festejar” su cumpleaños entre nosotros, acompañado por su esposa, trabajando como siempre, con la responsabilidad, prolijidad, meticulosidad y dedicación que lo caracteriza (y muchas veces nos atormenta).

Resulta difícil no acompañar este ejemplo, debemos ser insensibles a nuestro compromiso para no apoyar “pretorianamente” a quien nos conduce con la legítima autoridad que emana del ejemplo.

Y aquí haré uso del privilegio que me concede ser quien escribe semanalmente esta sección: Gracias Gustavo por hacerme sentir orgulloso de un amigo. Sabes que no soy fácil a la hora de prodigar elogios. Pero esta vez, a mi juicio, te los ganaste.

Muchas cosas pasaron en los días previos al remate, muchas anécdotas, actitudes personales y circunstancias, que nos describen como sociedad. Que evidencian nuestras virtudes y también nuestras carencias. Pero como institución, estamos convencidos de “recordar” las positivas y “entender”, aquellas que no lo fueron tanto.

A todos nuestros amigos: personas, instituciones y empresas le decimos: Gracias. Así nomás, sencillamente. Como corresponde entre vecinos y paisanos. Sabemos que están ahí para nosotros, como nosotros estamos ahí para ustedes. En nombre de la Comisión Directiva 2009, vaya pues, un fraternal abrazo para todos.