miércoles

"Que los burros adviertan, pero que no lastimen" Por Hugo César Segurola

Quizás tenga que ver con la carencia de debates más significativos.

Quizás responda a las inquietudes comunitarias donde temas que para algunos pueden resultar menores o de poca trascendencia, en nuestra pequeña comarca pasan a ocupar un rol determinante en la agenda de los vecinos.

Los medios de comunicación (especialmente esta radio), son receptores de muchas de estas inquietudes, generándose puntos de vista variados.

A las voces del aire se agregan las opiniones en la página, de igual modo las discusiones y sugerencias se trasladaron a Facebook donde “los amigos radiales” también aportaron lo suyo

El tema convocante de los últimos días pasó a ser “el lomo de burro de la calle Echeverría”, ocupando tal protagonismo que desplazó de la controversia las “cuestiones de estado” de la semana anterior: “los leones…” y “la utilización de la plaza central para el desarrollo de la fiesta de las llanuras”.

Esta situación me obligó a la búsqueda de material con la intención de sumar algunos elementos a la controversia.

Lomos de burro: los nuevos semáforos

De esa forma los definió tiempo atrás una importante publicación nacional, indicando que cada vez son mayores los reclamos de los vecinos para su colocación.

¿Qué se busca con estas construcciones?
Fundamentalmente poner “una barrera” al andar desaprensivo de muchos conductores, también a poder ordenar el tránsito en sitios de mucha circulación y, donde por razones de costos no se puede colocar mayor tecnología.

La presencia de estas “lomadas” para los conductores que las enfrentan con frecuencia, no suelen ser impedimento para aminorar su andar. Por el contrario (muchos) aumentan la velocidad para atravesarlos sin tantos inconvenientes.

Nuestra ciudad no ha sido la excepción en la materia, siendo vecinos de distintos sectores de la comunidad los que han solicitado su colocación; existiendo otros, como el ex Oficial Ricardo Marcelo Solari, quién ha manifestado en forma reiterada su oposición a este tipo de barrera, insistiendo en que la Educación Vial es el camino… al menos para tener en el futuro conductores más responsables.

Una historia de “burros”…

Resultan también particulares los antecedentes que tienen estos “lomos de burros”, por caso el ubicado en Fuertes entre Belgrano y Sarmiento contó no solo con una importante adhesión barrial, sino también de la activa participación de algunos de sus integrantes, tales los casos de Roberto Madariaga y Carlos Peña que debieron transitar los pasillos municipales en más de una ocasión para obtener respuestas a un pedido que se demoró más de la cuenta.

El colocado en calle San Martín a la altura del barrio homónimo, originó varios accidentes (por la carencia de una señalización acorde), hasta que motociclistas, conductores de vehículos y ciclistas se acostumbraron a su presencia.

Un capitulo aparte merece “el padre de los lomos de burro” (por su tamaño…), el que está ubicado en la Avenida Santagada, a la altura del club San Martín, que se convirtió en uno de los mayores “desafíos” de la Arquitectura, debiendo encararse (con costo para la Municipalidad) distintas modificaciones y arreglos, consecuencia de las serias fallas detectadas.

A pesar de su corta vida el reductor de calle Echeverría, sacó “chapa” de famoso y se instaló en la calle a lo guapo y dando por tierra con desprevenidos conductores que solo notaron su presencia cuando estaban en el suelo…

No resulta nuevo que vuelva a fallarse en la terminación de la obra, donde y aunque resulte paradójico: no se respetan normas de seguridad, especialmente en lo concerniente a su pintado y una correcta señalización que sirva de advertencia y no de trampa para desprevenidos conductores.

¿Qué indica la Ley en la Provincia de Buenos Aires?
La ley 12582 menciona la normativa para la construcción de mesetas, comúnmente llamado lomo de burro dentro del territorio de la provincia de Buenos Aires.

En el artículo 91º, se refleja que en todos los cruces peligrosos, que no cuenten con semáforos, las autoridades competentes de la jurisdicción procederán a: Instalar un Sistema de Reductor físico de velocidad denominado “Meseta”, en forma transversal al desplazamiento de vehículos, el cual se deberá materializar con una elevación, respecto a la rasante del camino.

Asimismo fija algunas pautas referidas a su individualización, entre los que destaca “una línea de frenado” de cuarenta centímetros de ancho pintada de color blanco, a los efectos que los conductores aminoren la velocidad ante de llegar al cruce. La pintura será de tipo reflectante, la que recibirá “el mantenimiento adecuado” para no perder el impacto visual previsto en la presente norma…

En lo especifico de la señalización, se deben colocar placas montadas sobre un pie, con el isotipo correspondiente sobre un fondo amarillo reflectante, debiendo colocarse por lo menos una “con anticipación” al reductor y una en correspondencia con el mismo…

Un caso trágico…

Existen antecedentes de daños materiales y personales producto de una falta de señalización acorde, significando que los vecinos se sientan perjudicados y en condiciones de accionar contra el Municipio, permitiéndome aportar como ejemplo el denominado “caso Rosario”, que implicó el fallecimiento de una persona.

“En el 2008, la Justicia halló culpable a la Municipalidad de Rosario por no señalizar debidamente un lomo de burro que le costó la vida a un motociclista. A raíz del episodio, la condenó a resarcir a los familiares de la víctima con una suma que alcanza los 200 mil pesos…”

Que los burros adviertan, pero que no lastimen…

No pretende esta nota convertirse en un llamado alarmista, pero es necesario que se consideren todos y cada uno de los aspectos anteriormente enunciados.

Es responsabilidad del estado velar por la vida y seguridad de sus vecinos.

En lo concerniente al tránsito, existen además de estas construcciones, otros elementos al alcance del Municipio para ordenar y corregir a los infractores.

En tal sentido la prevención, el control y las sanciones son herramientas que deben utilizarse con fuerza, en “todos los sectores de la ciudad”…y no exclusivamente en el radio céntrico.

A la frecuente búsqueda de “autos mal estacionados”, se deben concretar controles más severos en el resto de las infracciones, donde algunas de ellas ponen en riesgo la vida de muchos vecinos.

Es necesario: “prevenir que curar…”

Es imprescindible que: “el remedio no sea peor que la enfermedad”

Es de esperar que: los lomos de burro no se conviertan en nuevas “burradas”.