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Existe una vieja creencia que asegura que "las malas noticias llegan rápido".
Pero es evidente que las otras informaciones -las "buenas"- también pueden conocerse casi en tiempo real.
Todo ocurrió el viernes y hoy (domingo) lo estamos narrando, merced a la acción de Mariela que nos contó sobre esta buena acción. A partir de ello, nos contactamos con la protagonista de esta historia.
Flor tiene 19 años y, con seguridad en afirmarlo, nunca se imaginó encontrarse ante una situación de estas características.
Tal vez, como en tantas oportunidades, fue a ese baño de la Universidad de La Plata con su compañera. Pero como la vida, que siempre parece tener reservado algo más para sorpredernos, la dejó frente a una vivencia que jamás olvidará.
Un bebé que lloraba -tenía los ojos rojos de hacerlo, le contó Flor a LA DORREGO- esperaba que alguien lo salvara y así ocurrió.
Flor Bahía, junto a su compañera, son las heroínas de esta historia. Quizá cualquiera hubiese tomado la decisión de ayudar a la criatura, pero como decía una amiga: "sólo cuando te pasa, sabés cómo reaccionás".
No es esta una noticia más, es una noticia que confirma que siguen ocurriendo hechos que deben ocupar las primeras planas de los diarios, cuando poco se habla de la solidaridad, la bondad y la esperanza.
Pero es evidente que las otras informaciones -las "buenas"- también pueden conocerse casi en tiempo real.
Todo ocurrió el viernes y hoy (domingo) lo estamos narrando, merced a la acción de Mariela que nos contó sobre esta buena acción. A partir de ello, nos contactamos con la protagonista de esta historia.
Flor tiene 19 años y, con seguridad en afirmarlo, nunca se imaginó encontrarse ante una situación de estas características.
Tal vez, como en tantas oportunidades, fue a ese baño de la Universidad de La Plata con su compañera. Pero como la vida, que siempre parece tener reservado algo más para sorpredernos, la dejó frente a una vivencia que jamás olvidará.
Un bebé que lloraba -tenía los ojos rojos de hacerlo, le contó Flor a LA DORREGO- esperaba que alguien lo salvara y así ocurrió.
Flor Bahía, junto a su compañera, son las heroínas de esta historia. Quizá cualquiera hubiese tomado la decisión de ayudar a la criatura, pero como decía una amiga: "sólo cuando te pasa, sabés cómo reaccionás".
No es esta una noticia más, es una noticia que confirma que siguen ocurriendo hechos que deben ocupar las primeras planas de los diarios, cuando poco se habla de la solidaridad, la bondad y la esperanza.
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