Si bien los cargos del Consejo Escolar se cubren mediante una elección y se encuentran sometidos al arbitrio de los ciudadanos, por sus características de funcionamiento resulta menos politizado que el Concejo Deliberante.
Sus reuniones (que también son públicas), raramente trascienden al resto de los vecinos y prácticamente nulas han sido las polémicas suscitadas en su interior.
Respecto a sus pares del deliberativo algunas de sus tareas son coincidentes, mientras que otras difieren en forma notoria, siendo tres los pilares básicos donde se asienta su tarea diaria: monitorear, gestionar y (en forma indirecta) ejecutar.
¿Cuál es el rol de los Consejeros Escolares, de qué cuestiones se ocupan, en qué temas actúan?
Su actividad está directamente ligada al ámbito educativo de todo el distrito, en tal sentido la misma resulta amplia y abarca distintas problemáticas, entre las que se destacan: designación de auxiliares, mantenimiento de la infraestructura de los distintos edificios escolares, equipamiento y dos servicios de fundamental importancia para muchos alumnos: transporte y comedores escolares.
A partir de la decisión del gobierno bonaerense de poner en marcha el Programa de Descentralización de la Gestión Administrativa, estos Cuerpos se han visto jerarquizados en su función, a la vez que la responsabilidad es mayor ya que manejan en forma directa los fondos provenientes del estado.
Al margen de lo expuesto no han sido pocos los contratiempos que han surgido en torno de las demoras en la llegada de algunas partidas, especialmente en lo concerniente al servicio de transporte o al pago de los certificados de obras, lo cual fue motivo de viajes y acciones constantes.
La circunstancia de que las personas designadas provengan de la docencia, facilita la actividad de los mismos por el conocimiento que disponen sobre las principales problemáticas del sector.
Al concretarse en la fecha el recambio de bancas, la Unión Cívica Radical tiene hegemonía total, quedando el justicialismo sin representación en ese ámbito a partir de la culminación del mandato de Gisela Cebreiro.
Tradicionalmente el Consejo Escolar ha trabajado en silencio y sin generar grandes conflictos entre sus integrantes, más abocados a la solución de problemas que a las controversias verbales, políticas o circunstanciales.
En cada una de sus acciones han demostrado un importante espíritu de grupo, haciendo realidad una verdadera tarea de Cuerpo, que priorizó las acciones del conjunto por sobre las individualidades.
El perfil bajo del organismo motiva que tenga “menos prensa”, no obstante debe destacarse que en los últimos dos años se produjo un positivo acercamiento de sus integrantes, permitiendo acceder a mayor información y poder estar al tanto del ejercicio de una responsabilidad, que es conferida por la ciudadanía con su voto.
Estar más cerca del Consejo Escolar ha permitido observar a funcionarios de “tiempo completo” y presencia diaria en el ámbito de sus tareas, plenamente consustanciados y al tanto de cada uno de los temas que deben abordar.
Se ha podido r a representantes activos y atentos a cada uno de los problemas suscitados, en algunos casos actuando en forma previsora y en otros procurando auxilios, tales los casos de las emergencias de este año por fallas en la calefacción de algunos establecimientos.
La experiencia y conocimiento de Delia Roché, la serenidad (no exenta de actitud) de Irene de Inés, la voluntad encomiable de Gisela Cebreiro y las ganas y pujanza de Cristian Nielsen lograron fusionarse convenientemente a lo largo de la gestión, enviando a la población un positivo mensaje de trabajo, dedicación y tolerancia.
La llegada de Juan Ignacio Páez no supone mayores variantes de cara a la nueva etapa, en virtud que desde hace algún tiempo se viene desempeñando laboralmente en la entidad, a lo cual agrega su capacidad y el merecido respeto que ha sabido ganar con sus acciones personales.
Desde la pequeñez de su recinto, con un calor agobiante, con un equipo de música reclamando reemplazo, sin demasiado ruido, con discursos cargados de emoción, con un puñado de espectadores (familiares, amigos y funcionarios) y ante la atenta mirada de sus voluntariosas y eficientes empleadas, quedó integrado el nuevo Consejo Escolar.
Es de esperar que un derrotero similar al anterior sea el que elijan sus componentes, utilizando para ello la misma fuerza, dedicación y predisposición exhibida en tan positiva gestión.
Sus reuniones (que también son públicas), raramente trascienden al resto de los vecinos y prácticamente nulas han sido las polémicas suscitadas en su interior.
Respecto a sus pares del deliberativo algunas de sus tareas son coincidentes, mientras que otras difieren en forma notoria, siendo tres los pilares básicos donde se asienta su tarea diaria: monitorear, gestionar y (en forma indirecta) ejecutar.
¿Cuál es el rol de los Consejeros Escolares, de qué cuestiones se ocupan, en qué temas actúan?
Su actividad está directamente ligada al ámbito educativo de todo el distrito, en tal sentido la misma resulta amplia y abarca distintas problemáticas, entre las que se destacan: designación de auxiliares, mantenimiento de la infraestructura de los distintos edificios escolares, equipamiento y dos servicios de fundamental importancia para muchos alumnos: transporte y comedores escolares.
A partir de la decisión del gobierno bonaerense de poner en marcha el Programa de Descentralización de la Gestión Administrativa, estos Cuerpos se han visto jerarquizados en su función, a la vez que la responsabilidad es mayor ya que manejan en forma directa los fondos provenientes del estado.
Al margen de lo expuesto no han sido pocos los contratiempos que han surgido en torno de las demoras en la llegada de algunas partidas, especialmente en lo concerniente al servicio de transporte o al pago de los certificados de obras, lo cual fue motivo de viajes y acciones constantes.
La circunstancia de que las personas designadas provengan de la docencia, facilita la actividad de los mismos por el conocimiento que disponen sobre las principales problemáticas del sector.
Al concretarse en la fecha el recambio de bancas, la Unión Cívica Radical tiene hegemonía total, quedando el justicialismo sin representación en ese ámbito a partir de la culminación del mandato de Gisela Cebreiro.
Tradicionalmente el Consejo Escolar ha trabajado en silencio y sin generar grandes conflictos entre sus integrantes, más abocados a la solución de problemas que a las controversias verbales, políticas o circunstanciales.
En cada una de sus acciones han demostrado un importante espíritu de grupo, haciendo realidad una verdadera tarea de Cuerpo, que priorizó las acciones del conjunto por sobre las individualidades.
El perfil bajo del organismo motiva que tenga “menos prensa”, no obstante debe destacarse que en los últimos dos años se produjo un positivo acercamiento de sus integrantes, permitiendo acceder a mayor información y poder estar al tanto del ejercicio de una responsabilidad, que es conferida por la ciudadanía con su voto.
Estar más cerca del Consejo Escolar ha permitido observar a funcionarios de “tiempo completo” y presencia diaria en el ámbito de sus tareas, plenamente consustanciados y al tanto de cada uno de los temas que deben abordar.
Se ha podido r a representantes activos y atentos a cada uno de los problemas suscitados, en algunos casos actuando en forma previsora y en otros procurando auxilios, tales los casos de las emergencias de este año por fallas en la calefacción de algunos establecimientos.
La experiencia y conocimiento de Delia Roché, la serenidad (no exenta de actitud) de Irene de Inés, la voluntad encomiable de Gisela Cebreiro y las ganas y pujanza de Cristian Nielsen lograron fusionarse convenientemente a lo largo de la gestión, enviando a la población un positivo mensaje de trabajo, dedicación y tolerancia.
La llegada de Juan Ignacio Páez no supone mayores variantes de cara a la nueva etapa, en virtud que desde hace algún tiempo se viene desempeñando laboralmente en la entidad, a lo cual agrega su capacidad y el merecido respeto que ha sabido ganar con sus acciones personales.
Desde la pequeñez de su recinto, con un calor agobiante, con un equipo de música reclamando reemplazo, sin demasiado ruido, con discursos cargados de emoción, con un puñado de espectadores (familiares, amigos y funcionarios) y ante la atenta mirada de sus voluntariosas y eficientes empleadas, quedó integrado el nuevo Consejo Escolar.
Es de esperar que un derrotero similar al anterior sea el que elijan sus componentes, utilizando para ello la misma fuerza, dedicación y predisposición exhibida en tan positiva gestión.