Consecuencia de la intensa precipitación del pasado lunes 11, se instaló nuevamente en la agenda informativa un tema de larga data y sin solución todavía: el mal estado de los techos del Barrio Islas Malvinas.
Preocupado por los inconvenientes que padece y -al decir de sus expresiones- un tanto cansado de la falta de respuestas, el vecino Marcelo Molina abrió las puertas de su casa a las cámaras de Canal 2 y a los micrófonos de la Dorrego, con la intención de explicar los problemas que padece desde hace bastante tiempo.
Molina ocupa la casa 114 de la populosa barriada junto a su esposa y cuatro hijos, se convirtió en “la punta de lanza” de un reclamo que involucra a varios domicilios.
Publicada la información algunos lectores de la página radial se expresaron irónicamente respecto de este pedido, quizás por desconocer “el derecho de petición” que le asiste a todo ciudadano y, fundamentalmente porque Molina (debidamente informado) recuerda la existencia de gestiones y compromisos políticos para concretar la obra.
Atento que se trata de un complejo habitacional de importancia, que el deterioro de los techos afecta a un gran número de casas y que la gran mayoría de sus habitantes no está en condiciones de afrontar los costos de reparación, fue la Municipalidad la que decidió encarar la obra, recurriendo a la Provincia y asumiendo el compromiso de concretar la misma.
Las expresiones de Molina sirvieron para desempolvar el tema, surgiendo algunos elementos de interés que resultan oportunos repasar sobre esta cuestión:
1.- En abril de 2009 con motivo de la presencia de la Ministra de Infraestructura bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, se firmó un convenio para la reparación de los citados techos, por un monto de $ 586.296,75.-
2.- Con motivo del 122º aniversario de nuestro distrito, el pasado 29 de Diciembre el Intendente Zorzano volvió a referirse al tema indicando en un tramo de su alocución: "También fueron efectivizados los fondos gestionados ante el ministerio de Desarrollo Humano de la Provincia de Buenos Aires para las obras de mantenimiento y remodelación del Centro Cívico, entregados por la propia ministra, que comprometió también la ayuda económica para la recuperación de los techos del barrio Islas Malvinas y la construcción y pavimentación del acceso a ruta 72 por calle Rubén Álvarez"…
3.- Tras observar y escuchar el testimonio de Marcelo Molina, el titular del Partido Justicialista, Oscar Alfredo Larrosa entabló una comunicación telefónica con Néstor Álvarez (funcionario provincial), quién le indicó que en unos treinta días estarían los fondos disponibles, comprometiéndose a una respuesta puntual en el caso de marras.
4.- En la fecha se conoció un comunicado municipal que destaca: “La Dirección de Gobierno comunica que, como es de conocimiento público, la reparación de los techos del Barrio Islas Malvinas ha sido gestionado ante el Ministerio de Infraestructura de la Provincia de Buenos Aires por el Departamento Ejecutivo Municipal con fecha de inicio el 9 de Diciembre del 2008.
En el mes de septiembre de 2009 se concluyó el trámite técnico, administrativo, legal y contable, estando pendiente desde esa fecha la remisión de los fondos sujetos a las posibilidades presupuestarias del gobierno provincial.
El Departamento Ejecutivo mantiene permanentemente contacto con el Ministerio citado por éste y demás temas en trámite”.
¿Quién es Molina?
Un simple vecino, un laburante de changas que hizo público su problema, que manifestó la imposibilidad de afrontar los costos de una reparación indispensable para vivir dignamente.
¿Què le habràn dicho sus amigos y vecinos?
-Te fijaste el lío que armaste “negro”…
¿Por què Molina recurrió a los medios?
Seguramente porque consideró que era la alternativa más viable para expresar su problema, para transmitirlo a las autoridades, para oficiar de vocero de un montón de gente temerosa de peticionar.
¿Què puede hacerse desde un medio de comunicación?
Transmitir el problema, exponerlo públicamente, servir de nexo entre “la gente y sus representantes”. Nada más que eso.
Es necesario e imprescindible recuperar el rol de vecino, saber que existen deberes pero también derechos.
Es oportuno también recordar a los ciudadanos que existen doce representantes directos y elegidos por el voto popular, que son sus empleados, que cobran para ello y que dentro de sus funciones está ponerle el oído a la gente y la de procurar respuestas para los diferentes problemas.
Es recomendable insistir, golpear puertas, pedir explicaciones, agotar instancias.
Amerita tener memoria: “en las próximas elecciones muchos de ellos volverán a los barrios, recorrerán sus calles, golpearán puertas, prometerán soluciones y compartirán otra vez, la mesa de “sus representados”.
En 2011 Molina seguramente tendrá techo nuevo, no necesitará recorrer los pasillos del municipio y…quizás más de un candidato visite la casa 114 y sus aledañas.
Preocupado por los inconvenientes que padece y -al decir de sus expresiones- un tanto cansado de la falta de respuestas, el vecino Marcelo Molina abrió las puertas de su casa a las cámaras de Canal 2 y a los micrófonos de la Dorrego, con la intención de explicar los problemas que padece desde hace bastante tiempo.
Molina ocupa la casa 114 de la populosa barriada junto a su esposa y cuatro hijos, se convirtió en “la punta de lanza” de un reclamo que involucra a varios domicilios.
Publicada la información algunos lectores de la página radial se expresaron irónicamente respecto de este pedido, quizás por desconocer “el derecho de petición” que le asiste a todo ciudadano y, fundamentalmente porque Molina (debidamente informado) recuerda la existencia de gestiones y compromisos políticos para concretar la obra.
Atento que se trata de un complejo habitacional de importancia, que el deterioro de los techos afecta a un gran número de casas y que la gran mayoría de sus habitantes no está en condiciones de afrontar los costos de reparación, fue la Municipalidad la que decidió encarar la obra, recurriendo a la Provincia y asumiendo el compromiso de concretar la misma.
Las expresiones de Molina sirvieron para desempolvar el tema, surgiendo algunos elementos de interés que resultan oportunos repasar sobre esta cuestión:
1.- En abril de 2009 con motivo de la presencia de la Ministra de Infraestructura bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, se firmó un convenio para la reparación de los citados techos, por un monto de $ 586.296,75.-
2.- Con motivo del 122º aniversario de nuestro distrito, el pasado 29 de Diciembre el Intendente Zorzano volvió a referirse al tema indicando en un tramo de su alocución: "También fueron efectivizados los fondos gestionados ante el ministerio de Desarrollo Humano de la Provincia de Buenos Aires para las obras de mantenimiento y remodelación del Centro Cívico, entregados por la propia ministra, que comprometió también la ayuda económica para la recuperación de los techos del barrio Islas Malvinas y la construcción y pavimentación del acceso a ruta 72 por calle Rubén Álvarez"…
3.- Tras observar y escuchar el testimonio de Marcelo Molina, el titular del Partido Justicialista, Oscar Alfredo Larrosa entabló una comunicación telefónica con Néstor Álvarez (funcionario provincial), quién le indicó que en unos treinta días estarían los fondos disponibles, comprometiéndose a una respuesta puntual en el caso de marras.
4.- En la fecha se conoció un comunicado municipal que destaca: “La Dirección de Gobierno comunica que, como es de conocimiento público, la reparación de los techos del Barrio Islas Malvinas ha sido gestionado ante el Ministerio de Infraestructura de la Provincia de Buenos Aires por el Departamento Ejecutivo Municipal con fecha de inicio el 9 de Diciembre del 2008.
En el mes de septiembre de 2009 se concluyó el trámite técnico, administrativo, legal y contable, estando pendiente desde esa fecha la remisión de los fondos sujetos a las posibilidades presupuestarias del gobierno provincial.
El Departamento Ejecutivo mantiene permanentemente contacto con el Ministerio citado por éste y demás temas en trámite”.
¿Quién es Molina?
Un simple vecino, un laburante de changas que hizo público su problema, que manifestó la imposibilidad de afrontar los costos de una reparación indispensable para vivir dignamente.
¿Què le habràn dicho sus amigos y vecinos?
-Te fijaste el lío que armaste “negro”…
¿Por què Molina recurrió a los medios?
Seguramente porque consideró que era la alternativa más viable para expresar su problema, para transmitirlo a las autoridades, para oficiar de vocero de un montón de gente temerosa de peticionar.
¿Què puede hacerse desde un medio de comunicación?
Transmitir el problema, exponerlo públicamente, servir de nexo entre “la gente y sus representantes”. Nada más que eso.
Es necesario e imprescindible recuperar el rol de vecino, saber que existen deberes pero también derechos.
Es oportuno también recordar a los ciudadanos que existen doce representantes directos y elegidos por el voto popular, que son sus empleados, que cobran para ello y que dentro de sus funciones está ponerle el oído a la gente y la de procurar respuestas para los diferentes problemas.
Es recomendable insistir, golpear puertas, pedir explicaciones, agotar instancias.
Amerita tener memoria: “en las próximas elecciones muchos de ellos volverán a los barrios, recorrerán sus calles, golpearán puertas, prometerán soluciones y compartirán otra vez, la mesa de “sus representados”.
En 2011 Molina seguramente tendrá techo nuevo, no necesitará recorrer los pasillos del municipio y…quizás más de un candidato visite la casa 114 y sus aledañas.