Se trata de la intolerancia permanente a proteínas contenidas en el gluten de trigo, avena, cebada y centeno, cereales muy comunes en la dieta de los argentinos.
Estas proteínas afectan directamente al intestino delgado, encargado de la absorción de los nutrientes que, a consecuencia de ello no cumple con esta función.
Elsa relató que antes de la detección de la celiaquía, le encontraron "úlceras en el estómago, colon irritable, bilis espesa, entre otros inconvenientes".
Los síntomas más frecuentes son descalcificación, diarreas, fracturas espontáneas, desnutrición, abortos espontáneos, impotencia.
“El único tratamiento es una dieta estricta y de por vida Sin T.A.C.C. (Sin trigo, avena, cebada, centeno), aunque es cara, siempre cuando consumís estos alimentos, uno se siente mejor”, afirmó la vecina. (06.03.08)
FOTO: Patricia Álvarez / LA DORREGO
No hay comentarios.:
Publicar un comentario