Es esta una historia familiar, segmentada por los capítulos de los años, con un principio lejano y un final aun demasiado fresco.
Entre alemanes del Volga, “rusos” que no lo son, daneses, criollos y otros gringos… el apellido García se repite a un lado y otro de la vía de la pequeña estación, haciendo notar con mucha fuerza una descendencia española que será difícil que se “pierda”.
A muchos los une el lazo sanguíneo, a otros solamente la circunstancia homónima que los lleva a ocupar varios casilleros en el padrón ciudadano.
“Los García” de esta nota fueron, son y seguramente proseguirán siendo: comerciantes.
Cuando todavía “El Perdido” no había llegado a su medio siglo de vida, cuando las vías del progreso se ufanaban del paso de pesadas locomotoras arrastrando trenes de pasajeros y de carga; cuando los sueños y las ganas se unieron en matrimonio: las puertas de un pequeño comercio se abrieron tímidas aquel 14 de diciembre de 1949.
José García González y Zulema Gorrochategui, ambos nacidos en la localidad fueron los iniciadores de una propuesta comercial que se mantuvo en permanente servicio durante algo más de seis décadas.
El único hijo de la pareja tenía apenas seis meses de vida y fue así que sus llantos y sonrisas se fueron ganando en el mostrador, fue creciendo en un ambiente de trabajo pleno, entre clientes diarios, chacareros que buscaban provisiones para todo el mes y un montón de gente que compraba “al fiado” con la única garantía de la confianza.
Como sucede en tantos pueblos Abel José se convirtió en “Tucho” y con apenas siete años comenzó a pedalearle a un destino (de comerciante) marcado por el dificultoso andar de una pesada bicicleta de reparto.
A pesar de la insistencia de sus padres para que estudiara optó por el trabajo y con apenas 12 años fue uno más en el emprendimiento familiar.
Abel unió sus sentimientos a los de Juanita (Zwenger) y ya fueron cuatro los responsables de un comercio que fue modificando sustancialmente su estructura, convirtiéndose la pequeña despensa en el primer gran autoservicio de Guisasola.
Don José y Zulema sentían el respaldo de la sangre joven, de a poco fueron cesando en sus tareas, pero estaban siempre atentos a un crecimiento que no sabía de pausas, que se adecuaba a nuevos requerimientos, que agregaba rubros en la búsqueda de optimizar sus prestaciones.
Amplias vidrieras dejaban ver las distintas secciones del negocio: comestibles, bebidas, regalos, bazar y la indumentaria de moda se ubicaban en prolijos estantes, se exhibían en modernos expositores.
Muchas cosas habían cambiado con el paso de los años, pero una se mantuvo inalterable siempre: la relación afectiva con la clientela.
“La despensa de los García” comenzó a lucir con orgullo una nueva marquesina: Autoservicio “La familia”.
Aquella denominación no había sido elegida al azar, representaba el espíritu de sus integrantes, también obedecía a otra cuestión: el nacimiento de los hijos de Juanita y Tucho: Marcela, Ana Romina y Leonardo.
“Leo” aquel rubiecito que se prendía en los picados en la canchita cercana, luciendo con indisimulado orgullo la camiseta de River es hoy Productor periodístico en Canal 13 de Buenos Aires.
Romina se convirtió en Odontóloga.
Marcela (de bellos ojos claros) y con más de un trono de reina sigue al lado de sus padres.
Alexiana convirtió a Juanita y Tucho en felices abuelos.
En 2001 un nuevo desafío se presentó en el horizonte de “los García”; producto de la crisis de entonces y de la necesidad de apostar al futuro se instalaron con un local en Monte Hermoso.
Hoy la suave brisa de la bonanza montehermoseña contrasta con la sudestada de 9 años atrás…
En la estratégica esquina que perteneciera al querido “Gordo” (Enrique) Dichiara, “Tucho” y los suyos siguen siendo fieles al legado de José y Zulema.
Los compromisos comerciales en uno y otro sitio motivaron a separaciones no deseadas, también a viajes cotidianos entre El Perdido y Monte Hermoso.
Costó tomar la decisión, no fue fácil para ninguno de ellos…
Más de una vez se postergó…
Sin embargo el final surgía inexorable y el día de la despedida llegó para instalarse para siempre en el almanaque de la memoria de cada uno de sus protagonistas.
Un escueto y sentido mensaje se propala por el aire de LA DORREGO, expresando en simples palabras las valederas razones de una positiva trayectoria comercial, de una cuestión de familia:
14 de Diciembre de 1949 – 8 de Abril de 2010-04-20
“AUTORSERVICIO LA FAMILIA”
en el cierre de su local en El Perdido
agradece a clientes, amigos, colaboradores y proveedores y los esperamos como siempre en nuestro local de Faro Recalada y Pedro de Mendoza en Monte Hermoso.
Juanita, Tucho García e hijos eternamente agradecidos.
61 AÑOS AL SERVICIO DE LA ZONA.
Entre alemanes del Volga, “rusos” que no lo son, daneses, criollos y otros gringos… el apellido García se repite a un lado y otro de la vía de la pequeña estación, haciendo notar con mucha fuerza una descendencia española que será difícil que se “pierda”.
A muchos los une el lazo sanguíneo, a otros solamente la circunstancia homónima que los lleva a ocupar varios casilleros en el padrón ciudadano.
“Los García” de esta nota fueron, son y seguramente proseguirán siendo: comerciantes.
Cuando todavía “El Perdido” no había llegado a su medio siglo de vida, cuando las vías del progreso se ufanaban del paso de pesadas locomotoras arrastrando trenes de pasajeros y de carga; cuando los sueños y las ganas se unieron en matrimonio: las puertas de un pequeño comercio se abrieron tímidas aquel 14 de diciembre de 1949.
José García González y Zulema Gorrochategui, ambos nacidos en la localidad fueron los iniciadores de una propuesta comercial que se mantuvo en permanente servicio durante algo más de seis décadas.
El único hijo de la pareja tenía apenas seis meses de vida y fue así que sus llantos y sonrisas se fueron ganando en el mostrador, fue creciendo en un ambiente de trabajo pleno, entre clientes diarios, chacareros que buscaban provisiones para todo el mes y un montón de gente que compraba “al fiado” con la única garantía de la confianza.
Como sucede en tantos pueblos Abel José se convirtió en “Tucho” y con apenas siete años comenzó a pedalearle a un destino (de comerciante) marcado por el dificultoso andar de una pesada bicicleta de reparto.
A pesar de la insistencia de sus padres para que estudiara optó por el trabajo y con apenas 12 años fue uno más en el emprendimiento familiar.
Abel unió sus sentimientos a los de Juanita (Zwenger) y ya fueron cuatro los responsables de un comercio que fue modificando sustancialmente su estructura, convirtiéndose la pequeña despensa en el primer gran autoservicio de Guisasola.
Don José y Zulema sentían el respaldo de la sangre joven, de a poco fueron cesando en sus tareas, pero estaban siempre atentos a un crecimiento que no sabía de pausas, que se adecuaba a nuevos requerimientos, que agregaba rubros en la búsqueda de optimizar sus prestaciones.
Amplias vidrieras dejaban ver las distintas secciones del negocio: comestibles, bebidas, regalos, bazar y la indumentaria de moda se ubicaban en prolijos estantes, se exhibían en modernos expositores.
Muchas cosas habían cambiado con el paso de los años, pero una se mantuvo inalterable siempre: la relación afectiva con la clientela.
“La despensa de los García” comenzó a lucir con orgullo una nueva marquesina: Autoservicio “La familia”.
Aquella denominación no había sido elegida al azar, representaba el espíritu de sus integrantes, también obedecía a otra cuestión: el nacimiento de los hijos de Juanita y Tucho: Marcela, Ana Romina y Leonardo.
“Leo” aquel rubiecito que se prendía en los picados en la canchita cercana, luciendo con indisimulado orgullo la camiseta de River es hoy Productor periodístico en Canal 13 de Buenos Aires.
Romina se convirtió en Odontóloga.
Marcela (de bellos ojos claros) y con más de un trono de reina sigue al lado de sus padres.
Alexiana convirtió a Juanita y Tucho en felices abuelos.
En 2001 un nuevo desafío se presentó en el horizonte de “los García”; producto de la crisis de entonces y de la necesidad de apostar al futuro se instalaron con un local en Monte Hermoso.
Hoy la suave brisa de la bonanza montehermoseña contrasta con la sudestada de 9 años atrás…
En la estratégica esquina que perteneciera al querido “Gordo” (Enrique) Dichiara, “Tucho” y los suyos siguen siendo fieles al legado de José y Zulema.
Los compromisos comerciales en uno y otro sitio motivaron a separaciones no deseadas, también a viajes cotidianos entre El Perdido y Monte Hermoso.
Costó tomar la decisión, no fue fácil para ninguno de ellos…
Más de una vez se postergó…
Sin embargo el final surgía inexorable y el día de la despedida llegó para instalarse para siempre en el almanaque de la memoria de cada uno de sus protagonistas.
Un escueto y sentido mensaje se propala por el aire de LA DORREGO, expresando en simples palabras las valederas razones de una positiva trayectoria comercial, de una cuestión de familia:
14 de Diciembre de 1949 – 8 de Abril de 2010-04-20
“AUTORSERVICIO LA FAMILIA”
en el cierre de su local en El Perdido
agradece a clientes, amigos, colaboradores y proveedores y los esperamos como siempre en nuestro local de Faro Recalada y Pedro de Mendoza en Monte Hermoso.
Juanita, Tucho García e hijos eternamente agradecidos.
61 AÑOS AL SERVICIO DE LA ZONA.
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