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"Es de esperar que no se salga a pedir explicaciones ...es necesario que algunos comiencen a darlas"

Corría el año 1985, la recuperada democracia estaba próxima a cumplir sus dos años de vigencia y aquí como en tantos otros sitios comenzaban a instalarse debates en la sociedad.

Algunos tenían que ver con las elecciones legislativas (primeras tras el retorno de las urnas al país), otros obedecían a la necesidad de participación que se iba contagiando en la gente.

Una de aquellas convocatorias ciudadanas tuvo epicentro en una cuestión tan típica de los pueblos: “los rumores”.

Fue la sala del Concejo Deliberante la que recepcionó a una gran cantidad de vecinos, dispuestos a tratar un tema que comenzaba a preocupar: las adicciones.

Aquella reunión (cuya grabación guardo) fue difundida íntegramente por L.U.26, destacando una crónica de “La Voz del Pueblo”, del 03-08-1985: “De acuerdo a lo manifestado por los panelistas, la drogadicción no constituye un serio problema en la población dorreguense, dado que no ha sido detectado ningún adicto a las drogas, ni traficantes de las mismas. Mientras que para las autoridades policiales que realizaron investigaciones al respecto en Coronel Dorrego, esto no ha sido más que un rumor…”

La costumbre de minimizar los hechos, mirar para otro lado o tirar la pelota afuera no es nueva, podría decirse que es “una marca en el orillo” que llevan muchos de los dorreguenses.

Veinte años después de aquella asamblea, nuevamente el tema se instaló públicamente, en este caso no se trataba de “un trascendido”, sino de expresiones surgidas de la entonces titular del CPA local.

La licenciada Natalia García, expresó en 2005 al Semanario Ecos de mi ciudad: “Para mi gran sorpresa, en estos momentos, se están consumiendo drogas muy pesadas en Dorrego como la pasta base, que antes se veía en el conurbano, a través de los noticieros, ahora ya está pasando en Dorrego y ni hablar del consumo de la cocaína y de la marihuana…”

En otro tramo de sus manifestaciones se refirió a la actitud de la comunidad, diciendo: “lo que ocurre es que estamos en una sociedad con una gran tolerancia y hacemos la vista gorda a estas cuestiones…”

Semanas después “sorprendidas por estas aseveraciones”, las autoridades municipales y policiales convocaron a la Directora del CPA para hablar del tema y hacerle saber del “impacto que habían causado sus dichos”.

Hace 5 años se habló de prevención, de concretar charlas, se publicitó un 0-800 y como suele ocurrir en estos casos se prometió aplicar medidas: “Se efectuarán controles en los lugares habilitados por dicha ley (de expendio de bebidas alcohólicas) y se sancionará a quienes no cumplan con la normativa...”

El tema se trasladó al Concejo Deliberante, oportunidad en que la edil Alejandra Aristeguí, confeccionara junto a otro par –en minoría- una Minuta de Comunicación que puntualmente planteaba:

Art.1º: El H.C.D., solicita al Departamento Ejecutivo, a través del área que corresponda, se sirva informar:

a) Si se han efectuado estadísticas por parte del Área de Salud.
b) Si existen casos en el Hospital Municipal, victimas del consumo de drogas. En caso afirmativo, ¿Qué medidas se adoptaron con relación a estos menores y a la procedencia de las drogas que utilizaron.
c) Si existen medidas de asistencia y prevención, por parte de organismos municipales competentes.
d) Cualquier otra información relacionada con el tema y que sirva para la resolución del mismo.

Fue en 2009 que por estos micrófonos (en el Programa Testigos de Privilegio, que conduce Carlos Madera), que el cura párroco Hugo Díaz Súnico se refirió a esta problemática dejando una frase que causó no pocas polémicas: “la droga está entrando a mano llena a Dorrego…”

Desde distintos sectores del poder local se salió a responderle al sacerdote, a pedirle explicaciones, a exigirle precisiones y a conminarlo a cumplir con su deber ciudadano, efectuando la “denuncia” ante las autoridades competentes...

Otra vez el alboroto mediático…

Nuevamente se desempolvaron programas, proyectos, se volvió a hablar de todo lo realizado.

La policía prometió actuar y, como siempre ocurre: “los transa, los que venden… resultan invisibles a sus ojos, intocables a la ley. Una vez más los adictos fueron los requisados.

El padre Hugo sigue en la Parroquia, parece haber entendido el mensaje del poder: “se llamó a silencio”.

2010: a 25 años de aquella multitudinaria reunión pública, a 5 años de las contundentes frases de la ex Directora del CPA, a menos de un año de las manifestaciones del cura párroco…ayer nomás el tema de las adicciones escribió otro capítulo.

Esta vez fue la licenciada Natalia Martínez, integrante del Centro Preventivo Asistencial la que se ocupó de la cuestión, diciendo por LA DORREGO: "aumentaron a partir de marzo las consultas por consumo de alcohol y de otras sustancias, como marihuana y cocaína" en esa entidad, luego de "la baja estacional de enero y febrero. Incluso notamos que el número de consultas es mayor que en comparación con la misma época del año pasado y así como subió el consumo, también por suerte crecieron las consultas y los pacientes en tratamiento".

Finalmente la profesional, agregó: "En general, se trata de menores, jóvenes de entre 18 y 27 años y pacientes mayores con años de consumo y con cierto deterioro físico producto del uso de sustancias"…

Es de esperar que no se salga a pedir explicaciones… es necesario que algunos comiencen a darlas.

Que no sea una vez el mensajero el que reciba la reprimenda.

Que no sean los enfermos (adictos) los que deban soportar la mirada dura e inquisidora de “los investigadores”.

A un cuarto de siglo del día en que comenzamos a hablar de drogas en Dorrego, la letra de “Tiempos viejos” (tango creado en 1926 por Manuel Romero y Francisco Canaro), surge apropiada para el final:

¿Te acordás, hermano? ¡Qué tiempos aquéllos!
Eran otros hombres más hombres los nuestros.
No se conocían cocó (*) ni morfina,
los muchachos de antes no usaban gomina.
¿Te acordás, hermano? ¡Qué tiempos aquéllos!
¡Veinticinco abriles que no volverán!
Veinticinco abriles, volver a tenerlos,
si cuando me acuerdo me pongo a llorar.

(*) Cocó: Cocaína, falopa

1 comentario:

Anónimo dijo...

FELICITACIONES HUGO!!!! HAY Q HABLAR DE LOS PROBLEMAS QUE NOS AQUEJAN Y ASI ENCONTRAREMOS POSIBLES SOLUCIONES. PERO ES IMPORTANTE DESTACAR QUE EL FLAGELO DE LA DROGA NO LO PUEDE COMBATIR SOLO LAS AUTORIDADES DE TURNO, SINO ES LA FLIA Y AMIGOS DEL ADICTO QUE DEBEN AYUDARLO Y ACERCARLO AL CPA O A OTRA INSTITUCION CAPACITADA, NO HAGAMOS LA VISTA GORDA, ES LA FAMILIA Y SU ENTORNO QUE SABE QUIEN ES ADICTO Y QUIEN NO. NO LE CARGUEMOS A LOS DEMAS LO QUE DEBEMOS HACER COMO FLIA O CIUDADANOS...
HAY QUE COMPROMETERSE ENTRE TODOS, SINO NO HAY SOLUCIÓN POSIBLE Y POR ESO ESTAMOS COMO ESTAMOS. ESPERANDO QUE ALGUIEN NOS SOLUCIONE LOS PROBLEMAS !!!!!