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`¿Dorrego está al margen de la prostitución infantil?´

"La Niñez Prostituida", es una publicación originada en 2001, oportunidad en que UNICEF desarrolló una minuciosa investigación en nuestro país sobre el tema, basándose en relatos de adolescentes prostituidas, travestis, clientes, jueces y familiares; sin intención de establecer estadísticas sino de revelar que la prostitución infantil se encuentra presente en forma diaria.

En el primer capitulo titulado “una realidad oculta y encubierta”, el informe destaca que: “la resistencia de la mayoría de la sociedad a reconocer la importancia, la magnitud y la gravedad de esta problemática es por ahora grande; por un lado se relativizan los casos de explotación calificándolos de aislados y propios de subculturas de marginalidad, por otro -dada la persistencia de valores sexistas y patriarcales- la prostitución de mujeres, no importa de que edad, se considera “una necesidad para el funcionamiento equilibrado de la sexualidad”. (masculina)

Para completar los conceptos se agrega: “son estos valores los que facilitan y naturalizan la explotación sexual de adolescentes, niñas y niños. A pesar de que esta explotación es objeto de reprobación, cuando se trata de niñas se la ve como una consecuencia lógica de su condición de mujeres; si ya han pasado la pubertad se minimiza la gravedad del abuso, ignorando las relaciones de poder de género y el autoritarismo y la violencia que los adultos ejercen sobre las niñas y los niños. Esta ideología contribuye a negar, justificar y ocultar estos abusos, cuando no a lucrar o proteger a quienes lucran con la explotación sexual infantil”.

El conmocionante caso de General Villegas, donde una adolescente de 14 años fue filmada mientras mantenía sexo con tres adultos de 25 y 30 años, es un impactante tema que ocupa las primeras planas de la información nacional, sacando a la luz “uno entre tantos casos” que suceden a lo largo y ancho del país.

Aunque resulte insólito, la cuestión divide a la sociedad de ese sitio bonaerense, al punto tal que días atrás se realizó una marcha en apoyo de “la honra de los vecinos sospechados…”

Una vez más la victima se convierte en “culpable” en el obsceno criterio de quienes ven a la mujer como un objeto, que en cualquier tiempo, circunstancia o edad puede usarse a su antojo, pagando o no precio por ello.

También entre nosotros -como en el resto del país- esta noticia impacta y produce indignación… pero es necesario dejar de ser hipócritas y preguntarnos: ¿Coronel Dorrego está al margen del drama de la prostitución infantil?

Como en Villegas aquí también existe la complicidad del silencio, la mirada hacia otro lado y la desprotección para muchas chiquitas “sometidas” al peor de los castigos: la indiferencia.

¿O acaso nos olvidamos del caso “Marita”?

¿Es tan frágil nuestra memoria para no recordar aquel hecho acontecido en la ciudad en 2006 y del cual todavía se esperan respuestas?

¿Olvidamos las aseveraciones de la Doctora Monique Barda, cuando insistía que la prostitución infantil era unos de los dramas que más le preocupaba desde su función en la Oficina Fiscal Descentralizada?

¿Seguimos pensando que en nuestra prolija ciudad estas cosas no ocurren?

¿Por qué razón seguimos impávidos ante la grave problemática social que afecta a nuestra sociedad?

Falta de empleo, carencia de vivienda, no acceso a los servicios básicos, crecimiento de las adicciones, violencia familiar y escolar y también -aunque pensemos que no sucede entre nuestro pueblo modelo- prostitución infantil.

Muchos (con responsabilidades públicas) siguen haciéndose los distraídos, preocupados en rencillas internas, en el 2011 o en cuidar su propia quinta. Eso sí: puntualmente cada fin de mes cobran sus sueldos, dietas o emolumentos.

Como en Villegas y en tantos otros sitios, también aquí (según el criterio de muchos): “las chicas provocan”, “saben lo que hacen”, “lo aprendieron en la casa”…”son putas porque les gusta”.

Los hombres que abusan, que ejercen su dominio económico o físico son también nuestros vecinos…

Los que pagan por “un servicio”, los que denigran como pocos pesos, los que se ufanan de “fiestas o conquistas”… están entre nosotros.

También “madamas” y “proxenetas” lucrando con cuerpitos ajenos o de la familia y otros, convertidos en “detestables entregadores” por unos pesos o favores.

Mientras esto sucede… “unos con gorra y otros sin ella” (todos con responsabilidades), miran para otro lado, “justifican o minimizan”, tal como lo señala el informe de UNICEF.

Al fin de cuentas para qué preocuparse…”si acá nunca pasa nada”.

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