El próximo 12 de junio las ilusiones de la Selección Argentina de Fútbol comenzarán a rodar cerca del mediodía de nuestro país, oportunidad en que enfrentará a Nigeria.
No pretende esta columna -dedicada preferentemente a temas de índole local- abordar detalles de la gran competencia futbolística, puesto que la cobertura de los grandes medios nacionales, más que abundante…resulta apabullante.
Quiero referirme a otro partido.
A un partido cuya difusión se remitirá a los medios lugareños y de la zona.
Pero a no dudar que será un “partido especial”, que de un lado y del otro de la cancha: lo jugaremos todos los dorreguenses.
Un partido que aún desde el carácter “no oficial”, reunirá sobrados elementos para que la convocatoria solidaria del Hogar de Ancianos, merezca la respuesta de una masiva concurrencia.
El 12 de junio marcará el retorno a la cancha de Independiente del máximo exponente de todos los tiempos del fútbol lugareño; el deportista que llevó el nombre de Coronel Dorrego a las primeras planas de los medios, a los grandes escenarios y a diversos países.
Con él volverán a volar los gorriones del pasado, harán nido en los recuerdos y se vestirán con “los cortos”… con más años, con menos cabellos algunos, con más canas otros, con muchos kilos la mayoría.
Estarán los amigos de siempre, los compañeros de los tiempos jóvenes, también los de hoy.
Infaltables surgirán como auténtica legión “sus hermanos”, para juntos conformar un equipo de jugadores “bien fuertes…”
A la fiesta se sumarán notorias figuras de otros tiempos, jugadores de “un equipo de primera” como lo es por historia y presente: Olimpo de Bahía Blanca.
Será un sábado con sabor a domingo, con gente marchando temprano a 25 de Mayo y Lequerica en busca de la mejor posición, con tribuna llena, con gritos plenos, con bocinas ensordecedoras, colorido, aplausos largos y emociones compartidas.
Habrá aperitivo especial y clásico, con los chicos de Independiente y Ferroviario jugando el preliminar.
Un enorme afiche con foto en blanco y negro se ha multiplicado en los comercios de la ciudad, se encarga de anunciar la cita.
Un grupo de damas que a diario se ocupan de administrar la entidad que cobija la vida de muchos abuelos, desde hace días comenzaron a hablar el idioma del fútbol.
A ellas se sumaron colaboradores espontáneos: amigos, el club Independiente, la Liga de Fútbol, los medios de prensa y otros vecinos.
Es que además del carácter benéfico y del atractivo que despiertan varios de los protagonistas, será éste un momento propicio para que desde la presencia, el aplauso y el reconocimiento Coronel Dorrego rinda merecido tributo a un coterráneo que adquirió la privilegiada condición de “ídolo”.
Vuelve al escenario del rojo Esteban Fuertes.
El de los torneos de “baby” en la canchita de Sarmiento.
El de la vuelta Olímpica del 89 en la recordada definición por penales ante San Martín.
El que se fue a Sporting de Punta Alta como primer paso en un camino pleno de éxitos.
El de la Primera “B” en El Porvenir, el de Los Andes en el Nacional “B”.
El de Platense en la vuelta del calamar en Primera, en aquel equipo de Luis Islas, el “loco” Dalla Libera, Pablo Erbin y Carracedo, que dirigía Luis Blanco.
El de Racing y también el que volvió de Francia para ser campeón con “su River” de la infancia.
El del Derby de Inglaterra, el Lens francés o el Tenerife de España.
El que cruzó la cordillera para jugar en la “U” Católica, para volver con una grave lesión que no logró hacer “flaquear” sus ganas de seguir.
El de los 100 gritos de gol en Colón de Santa Fe; donde es indiscutido referente, ocupando el primer sitial en la preferencia de los hinchas sabaleros.
El que de grande debutó con la celeste y blanca en la Selección del “gran” Maradona.
El de la tapa en “El Grafico”, el de las notas a doble página en Olé, el que aparece en Fox, en T y C o en la pantalla del “fútbol para todos”.
El que se acostumbró a gambetearle a la pobreza trabajando de pibe.
El hijo de Raquel y Hugo.
El que vuelve a los sitios de siempre, al barrio de los techos azules.
El 12 de junio seremos testigos del acontecimiento: por un rato “el Bichi” del profesionalismo volverá a ser “el Flaco” nuestro…
Seguramente los duendes de la nostalgia remontarán en barriletes “los sueños del pibe” y, como un himno la vieja interpretación de “Tanturi-Campos”… seguirá despertando ilusiones en aquellos que imaginan una cancha llena y la consagración.
No pretende esta columna -dedicada preferentemente a temas de índole local- abordar detalles de la gran competencia futbolística, puesto que la cobertura de los grandes medios nacionales, más que abundante…resulta apabullante.
Quiero referirme a otro partido.
A un partido cuya difusión se remitirá a los medios lugareños y de la zona.
Pero a no dudar que será un “partido especial”, que de un lado y del otro de la cancha: lo jugaremos todos los dorreguenses.
Un partido que aún desde el carácter “no oficial”, reunirá sobrados elementos para que la convocatoria solidaria del Hogar de Ancianos, merezca la respuesta de una masiva concurrencia.
El 12 de junio marcará el retorno a la cancha de Independiente del máximo exponente de todos los tiempos del fútbol lugareño; el deportista que llevó el nombre de Coronel Dorrego a las primeras planas de los medios, a los grandes escenarios y a diversos países.
Con él volverán a volar los gorriones del pasado, harán nido en los recuerdos y se vestirán con “los cortos”… con más años, con menos cabellos algunos, con más canas otros, con muchos kilos la mayoría.
Estarán los amigos de siempre, los compañeros de los tiempos jóvenes, también los de hoy.
Infaltables surgirán como auténtica legión “sus hermanos”, para juntos conformar un equipo de jugadores “bien fuertes…”
A la fiesta se sumarán notorias figuras de otros tiempos, jugadores de “un equipo de primera” como lo es por historia y presente: Olimpo de Bahía Blanca.
Será un sábado con sabor a domingo, con gente marchando temprano a 25 de Mayo y Lequerica en busca de la mejor posición, con tribuna llena, con gritos plenos, con bocinas ensordecedoras, colorido, aplausos largos y emociones compartidas.
Habrá aperitivo especial y clásico, con los chicos de Independiente y Ferroviario jugando el preliminar.
Un enorme afiche con foto en blanco y negro se ha multiplicado en los comercios de la ciudad, se encarga de anunciar la cita.
Un grupo de damas que a diario se ocupan de administrar la entidad que cobija la vida de muchos abuelos, desde hace días comenzaron a hablar el idioma del fútbol.
A ellas se sumaron colaboradores espontáneos: amigos, el club Independiente, la Liga de Fútbol, los medios de prensa y otros vecinos.
Es que además del carácter benéfico y del atractivo que despiertan varios de los protagonistas, será éste un momento propicio para que desde la presencia, el aplauso y el reconocimiento Coronel Dorrego rinda merecido tributo a un coterráneo que adquirió la privilegiada condición de “ídolo”.
Vuelve al escenario del rojo Esteban Fuertes.
El de los torneos de “baby” en la canchita de Sarmiento.
El de la vuelta Olímpica del 89 en la recordada definición por penales ante San Martín.
El que se fue a Sporting de Punta Alta como primer paso en un camino pleno de éxitos.
El de la Primera “B” en El Porvenir, el de Los Andes en el Nacional “B”.
El de Platense en la vuelta del calamar en Primera, en aquel equipo de Luis Islas, el “loco” Dalla Libera, Pablo Erbin y Carracedo, que dirigía Luis Blanco.
El de Racing y también el que volvió de Francia para ser campeón con “su River” de la infancia.
El del Derby de Inglaterra, el Lens francés o el Tenerife de España.
El que cruzó la cordillera para jugar en la “U” Católica, para volver con una grave lesión que no logró hacer “flaquear” sus ganas de seguir.
El de los 100 gritos de gol en Colón de Santa Fe; donde es indiscutido referente, ocupando el primer sitial en la preferencia de los hinchas sabaleros.
El que de grande debutó con la celeste y blanca en la Selección del “gran” Maradona.
El de la tapa en “El Grafico”, el de las notas a doble página en Olé, el que aparece en Fox, en T y C o en la pantalla del “fútbol para todos”.
El que se acostumbró a gambetearle a la pobreza trabajando de pibe.
El hijo de Raquel y Hugo.
El que vuelve a los sitios de siempre, al barrio de los techos azules.
El 12 de junio seremos testigos del acontecimiento: por un rato “el Bichi” del profesionalismo volverá a ser “el Flaco” nuestro…
Seguramente los duendes de la nostalgia remontarán en barriletes “los sueños del pibe” y, como un himno la vieja interpretación de “Tanturi-Campos”… seguirá despertando ilusiones en aquellos que imaginan una cancha llena y la consagración.
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