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El Tribunal en lo Criminal Nº 3, en trámite de juicio abreviado, condenó a dos sujetos por el cuantioso asalto cometido en una parrilla de Monte Hermoso, causa que adquirió repercusión porque derivó en una importante investigación contra policías de la Delegación Departamental de Investigaciones bahiense.
El fallo sentenció a Sebastián Alfredo Bellegia (25) a cumplir siete años y dos meses de prisión y a Federico Jonathan Longiarú (22), a siete años de cárcel.
Ambos fueron hallados responsables del delito de robo calificado por el uso de armas, privación ilegítima de la libertad y portación ilegal de armas de fuego.
Al acuerdo de juicio abreviado, ratificado por los jueces Daniela Fabiana Castaño, Raúl Guillermo López Camelo y Gabriel Luis Rojas, llegaron los abogados Gustavo Barbieri (oficial), en el caso de Bellegia, y Claudio Lofvall, por Longiarú, junto con el fiscal Sebastián Foglia (de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 9) y los propios imputados.
De esta manera, no se llevó a cabo la audiencia de juicio oral y público que, por el caso, estaba prevista para la semana próxima.
A Bellegia y Longiarú se los culpó de ser quienes, el 19 de enero del año pasado, cometieron el atraco contra la familia de Luis Cariac, quien regentea la parrilla Luisito, en Monte Hermoso, y que fuera despojado de unos 90 mil pesos.
Horas después del atraco, que tuvo por víctimas a Cariac; su mujer, Adriana Borelli, y el sereno del comercio, Juan Valdebenito, la policía montehermoseña detuvo a Bellegia y le secuestró unos 44.000 pesos (casi la mitad del botín) y luego a Longiarú.
Este último fue arrestado durante un allanamiento en la vivienda de la calle Roberto Zabala (ex Río Colorado) 372, cuyos propietarios eran ajenos al hecho, dijo entonces la policía.
En poder de Longiarú, con domicilio en nuestra ciudad, aparecieron 1.300 pesos que corresponderían al botín del atraco en la parrilla, un revólver calibre 22 cargado, un handy (similar al que portaba Bellegia, quien también estaba armado), cuatro teléfonos celulares y dos anillos sustraídos a Borelli.
El resto del botín, nunca apareció.
Inesperada situación
De la revisión de las llamadas y mensajes de textos de los teléfonos de los acusados, surgió que hubo reiterados contactos telefónicos entre Longiarú y el teniente Daniel Reynaldo Mile, de la DDI bahiense, quien, supuestamente, tenía la misión de "rescatar" al ladrón de la localidad balnearia, en una camioneta de esa dependencia, aunque antes de ello el sujeto fue arrestado por la policía montehermoseña.
Se descubrió que entre ambos hubo comunicaciones directas y a través de otras personas, con SMS que corroboraron el contacto.
"Longiarú llamó en tres oportunidades al abonado de Mile a las 7.58, 8.13 y 8.49 de la mañana del hecho", detalló entonces un informante.
Luego, el policía sospechado se habría comunicado en nueve ocasiones, desde otro teléfono que solía utilizar, con la línea fija del sitio donde paraba Longiarú después del asalto, "a las 8.13, 8.25, 8.34, 8.49, 12.39, 12.47, 15.02, 15.50 y 16.34", agregó el mismo vocero.
Esas intervenciones telefónicas abrieron el camino hacia otras dos causas, por asociación ilícita y cohecho, y generaron allanamientos en la sede de la DDI, en Pueyrredón 30, y en la casa de Mile, así como en otros domicilios.
También se requisaron el desarmadero de Cabildo de Oscar Fernández, locales comerciales, un lavadero, una oficina y un taller, pero sin que se produjeran otras detenciones.
Los operativos fueron encabezados por el fiscal Foglia, con el soporte de medio centenar de policías federales que llegaron desde Azul, Olavarría y Tandil.
Con el correr de los días, fueron siendo clausurados distintos locales nocturnos y casas de cita de nuestro medio y la región, a cuyos titulares, al parecer, el policía imputado les pedía coimas para permitir sus funcionamientos.
En este caso, también fueron vinculados el subteniente Néstor Linaza, el oficial principal Yamil Pinedo y el comisario inspector Carlos Alberto Testini, ex titular de la DDI. (09.06.10)
FUENTE: Diario La Nueva Provincia
El fallo sentenció a Sebastián Alfredo Bellegia (25) a cumplir siete años y dos meses de prisión y a Federico Jonathan Longiarú (22), a siete años de cárcel.
Ambos fueron hallados responsables del delito de robo calificado por el uso de armas, privación ilegítima de la libertad y portación ilegal de armas de fuego.
Al acuerdo de juicio abreviado, ratificado por los jueces Daniela Fabiana Castaño, Raúl Guillermo López Camelo y Gabriel Luis Rojas, llegaron los abogados Gustavo Barbieri (oficial), en el caso de Bellegia, y Claudio Lofvall, por Longiarú, junto con el fiscal Sebastián Foglia (de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 9) y los propios imputados.
De esta manera, no se llevó a cabo la audiencia de juicio oral y público que, por el caso, estaba prevista para la semana próxima.
A Bellegia y Longiarú se los culpó de ser quienes, el 19 de enero del año pasado, cometieron el atraco contra la familia de Luis Cariac, quien regentea la parrilla Luisito, en Monte Hermoso, y que fuera despojado de unos 90 mil pesos.
Horas después del atraco, que tuvo por víctimas a Cariac; su mujer, Adriana Borelli, y el sereno del comercio, Juan Valdebenito, la policía montehermoseña detuvo a Bellegia y le secuestró unos 44.000 pesos (casi la mitad del botín) y luego a Longiarú.
Este último fue arrestado durante un allanamiento en la vivienda de la calle Roberto Zabala (ex Río Colorado) 372, cuyos propietarios eran ajenos al hecho, dijo entonces la policía.
En poder de Longiarú, con domicilio en nuestra ciudad, aparecieron 1.300 pesos que corresponderían al botín del atraco en la parrilla, un revólver calibre 22 cargado, un handy (similar al que portaba Bellegia, quien también estaba armado), cuatro teléfonos celulares y dos anillos sustraídos a Borelli.
El resto del botín, nunca apareció.
Inesperada situación
De la revisión de las llamadas y mensajes de textos de los teléfonos de los acusados, surgió que hubo reiterados contactos telefónicos entre Longiarú y el teniente Daniel Reynaldo Mile, de la DDI bahiense, quien, supuestamente, tenía la misión de "rescatar" al ladrón de la localidad balnearia, en una camioneta de esa dependencia, aunque antes de ello el sujeto fue arrestado por la policía montehermoseña.
Se descubrió que entre ambos hubo comunicaciones directas y a través de otras personas, con SMS que corroboraron el contacto.
"Longiarú llamó en tres oportunidades al abonado de Mile a las 7.58, 8.13 y 8.49 de la mañana del hecho", detalló entonces un informante.
Luego, el policía sospechado se habría comunicado en nueve ocasiones, desde otro teléfono que solía utilizar, con la línea fija del sitio donde paraba Longiarú después del asalto, "a las 8.13, 8.25, 8.34, 8.49, 12.39, 12.47, 15.02, 15.50 y 16.34", agregó el mismo vocero.
Esas intervenciones telefónicas abrieron el camino hacia otras dos causas, por asociación ilícita y cohecho, y generaron allanamientos en la sede de la DDI, en Pueyrredón 30, y en la casa de Mile, así como en otros domicilios.
También se requisaron el desarmadero de Cabildo de Oscar Fernández, locales comerciales, un lavadero, una oficina y un taller, pero sin que se produjeran otras detenciones.
Los operativos fueron encabezados por el fiscal Foglia, con el soporte de medio centenar de policías federales que llegaron desde Azul, Olavarría y Tandil.
Con el correr de los días, fueron siendo clausurados distintos locales nocturnos y casas de cita de nuestro medio y la región, a cuyos titulares, al parecer, el policía imputado les pedía coimas para permitir sus funcionamientos.
En este caso, también fueron vinculados el subteniente Néstor Linaza, el oficial principal Yamil Pinedo y el comisario inspector Carlos Alberto Testini, ex titular de la DDI. (09.06.10)
FUENTE: Diario La Nueva Provincia
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