sábado

"La interpelación, de enriquecedora tuvo muy poco", opinó César Mc Coubrey

Una interpelación. Preguntas, respuestas. Zorzano en el recinto del Concejo Deliberante.

Tratamos todos los temas.

No solamente uno.

Que decida la justicia primero.

Caso Echeto, Caso Villalba.

Ataque, defensa, palabras fuertes, posiciones encontradas.

Con gestos que unos vieron y otros no.

Cámaras, micrófonos, tensión, algunos disfrutando y jugando “su” partido, otros sufriéndolo.

Un round larguísimo antes de que el Intendente hablara. Otro round más largo cuando el intendente habló.

Que el reglamento si, que el reglamento no. que el artículo tal si, que el artículo tal no.

Interpretación, reglamento.

Se levanta la sesión. No se levanta.

Y todo al aire, por radio.

De afuera, escuchándolo sin ver las caras y los gestos como la mayoría, pienso que conclusiones válidas, contundentes y definitivas no hubo.

Hubo más de lo mismo.

Pido la palabra. Tiene la palabra. Gracias señor presidente.

Con ofensas y perdones, con más buena o mala intención, viendo todo bien o todo mal.

Fuimos testigos directos o indirectos de una interpelación que de enriquecedora tuvo a mi juicio muy poco.

En nombre de “nosotros” los mandantes actúan ellos los mandatarios y como es lógico le ponen su sentimiento, sus convicciones y sus falencias que en muchos casos y como oyentes créanme se notan y mucho.

Todo democrático, todo institucional y en el recinto correspondiente.

Pero “la gente” a la que todos mencionan y a la que dicen interpretar no existe.

“La gente” los ve y los escucha y se constituye como tal el día de la elección.

A “la gente” no la mencionen mas, menciónense Uds. con nombre y apellido y represéntense como tales.

“La gente” cada dos años un domingo de 8 a 18 se corporiza y actúa.

Ni antes ni después.

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