El presbítero del Patriarcado Católico no romano, Maximiliano Torres, escribió una carta abierta en la que responde algunos dichos del cura párroco Hugo Díaz Súnico.
En la misiva entregada a LA DORREGO, Torres asegura que "las misas que realiza son católicas, pero no romanas", que para darlas "no le corresponde pedir permiso a Díaz Súnico" y que "de ninguna manera se trata de confundir a la gente".
"Cómo vamos a ser sectas, tal cual se asegura, si tenemos sucesión apostólica, sacramentos, y amor a la Santísima Virgen María", se pregunta y destaca estar "abierto al ecumenismo entre religiones".
"Ese diálogo presentado en hermosos documentos por la Iglesia romana queda en los papeles y no se practica en la realidad cotidiana, a no ser una vez al año para Navidad, en que las Iglesias protestantes presentan coros de 25 personas y la romana uno de siete señoras de la Parroquia", critica el documento.
"Dice Díaz Súnico que es una pena que Maxi no se haya acercado para hablar sobre el tema, cuando participé por mucho tiempo en la vida de La Inmaculada y nunca nadie se acercó si yo estaba enfermo o para preguntarme si necesitaba ayuda", narra Torres.
La carta también habla "críticas y descalificaciones hacia el Patriarcado que no responderá" y de "chaturas propias de estos pueblos en los que todos se conocen".
El Presbítero menciona la necesidad "en el Templo romano de ventiladores, gas para el invierno, de cortar los pastos en las escalinatas, de sacar las telarañas de la Parroquia y de iluminar el lugar para que no parezca tan tétrico".
Finalmente, Torres escribe que "no guarda resentimientos contra la Iglesia romana". (30.09.08)
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En la misiva entregada a LA DORREGO, Torres asegura que "las misas que realiza son católicas, pero no romanas", que para darlas "no le corresponde pedir permiso a Díaz Súnico" y que "de ninguna manera se trata de confundir a la gente".
"Cómo vamos a ser sectas, tal cual se asegura, si tenemos sucesión apostólica, sacramentos, y amor a la Santísima Virgen María", se pregunta y destaca estar "abierto al ecumenismo entre religiones".
"Ese diálogo presentado en hermosos documentos por la Iglesia romana queda en los papeles y no se practica en la realidad cotidiana, a no ser una vez al año para Navidad, en que las Iglesias protestantes presentan coros de 25 personas y la romana uno de siete señoras de la Parroquia", critica el documento.
"Dice Díaz Súnico que es una pena que Maxi no se haya acercado para hablar sobre el tema, cuando participé por mucho tiempo en la vida de La Inmaculada y nunca nadie se acercó si yo estaba enfermo o para preguntarme si necesitaba ayuda", narra Torres.
La carta también habla "críticas y descalificaciones hacia el Patriarcado que no responderá" y de "chaturas propias de estos pueblos en los que todos se conocen".
El Presbítero menciona la necesidad "en el Templo romano de ventiladores, gas para el invierno, de cortar los pastos en las escalinatas, de sacar las telarañas de la Parroquia y de iluminar el lugar para que no parezca tan tétrico".
Finalmente, Torres escribe que "no guarda resentimientos contra la Iglesia romana". (30.09.08)
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