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"Esta zona dejó una huella muy poderosa en mis textos", dijo Juan Sasturain

Sasturain lleva la vida con humildad. No tiene que aparentar: sabe quién es. Trató a los alumnos que visitó el viernes como un abuelo: hasta los invitó a tomar la leche cuando vayan a Buenos Aires.

El escritor estuvo en Dorrego sin pena y con gloria. Fue invitado por las escuelas Nº 1 y Manuel Belgrano. No reparó en dar entrevista al periodista que lo convocara y se sacó fotos con cuanto vecino se cruzó.

Estaba acompañado. Su esposa, Liliana Escliar, una impresionante escritora, que coguionó el reconocidísimo ciclo de Canal 13, Mujeres Asesinas, estuvo a su lado y con luz propia.

La cita en el Honorable Concejo Deliberante era a las 20, pero se retrasó porque seguían entrando vecinos, hasta que la sala desbordó. En ese momento, comenzó su charla informal con los presentes y contó cómo comenzaron a crearse los personajes de sus obras.

Luego de charla, la profesora Cristina Cabarcos, en nombre de las instituciones que organizaron la visita de Juan Sasturain y Liliana Escliar a nuestra ciudad, manifestó a LA DORREGO "su más profundo agradecimiento a todos quienes nos ayudaron a hacerla posible."

"Queremos que sepan que valoramos los aportes materiales que recibimos, pero nos emociona el acompañamiento de la gente y la calidez con que esta iniciativa fue recibida. Muchas gracias a todos los que hicieron posible el sueño de ver un Concejo Deliberante lleno. Hoy, más que nunca, estamos convencidos de las palabras de Sábato que nos recuerdan que "el hombre sólo cabe en la utopía", manifestó la docente.

Pero de nuevo el foco sobre Sasturain, que dialogó en varias oportunidades con esta emisora. Frente a quien suscribe esta nota, respondió:

-¿Cuál es el peso que tiene el sudoeste bonaerense en sus textos?
- Muy grande. Es la zona donde mi papá trabajó como bancario durante treinta años. Hasta los 18 años, viví en pueblos de la provincia, como Rauch, Dolores, Dorrego, Médanos y eso ha dejado una huella muy poderosa porque son los años en que cualquiera queda marcado.
"Ahora estoy trabajando en una novela sobre bañeros ambientada en Mar del Plata y es la primera vez que escribo sobre los años 50 o 60. Uno de los personajes juega a la paleta y eso viene de la experiencia personal en la zona, que siempre está presente como un sustrato de memoria.
"Hay un montón de escritores de mi generación, y hasta un poco más grandes, que son de la provincia de Buenos Aires -aunque terminaron viviendo en la Capital Federal- . Si bien el escritor bonaerense no es provinciano marcado por el paisaje, tampoco es suburbio porteño.
"Se trata de realidad muy peculiar con un paisaje rarísimo: esta planicie es inhallable, los pueblos tienen una cosa de movilibilidad muy impresionante."

- Si hubiese sido jugador de fútbol, ¿también escribiría?
- Si, no son vocaciones contradictorias, incluso ser jugador era una aptitud, un placer. Un gusto para desarrollar pero no pensado como una posibilidad profesional. Si bien la escritura también se vinculó al placer, luego se fue profesionalizando. Pero han convivido dentro de lo que han podido.

- ¿Siempre tuvo barba?
- La tengo desde comienzos de los setenta, es decir, hace cuarenta años.

- Después de tantos escritos y obras, ¿no teme que se le termine la imaginación?
- No tengo miedo pero sé que puede pasar, pero tengo 65 pirulos y puedo seguir trabajando un tiempo más.

Dicen que Sasturain tiene mil vidas, que siempre anda con libros en su bolso, que dijo que "si la lectura no da placer, no sirve para nada", que "hay tipos que son felices sin haber leído un libro", que "descree de la literatura confesional", que "hay que dar lugar a la puteada", que a su papá "lo echaron del Banco por ser peronista".

Ya no importa lo que dicen. Sasturain se corporizó una vez más en Dorrego y nos llenó de "palabras que cuentan".
INFORME: Sergio Segui, especial para LA DORREGO

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