domingo

"La importancia del cómo". Por Carlos Madera, especial para LA DORREGO

Si no lo hemos pensado, deberíamos hacerlo apuntando primordialmente a la piel de cada uno, cuando consideramos expresiones de cada quien, no solamente como de quién viene como naturalizamos históricamente y erróneamente, sino por el contrario, nada será igual entre distintas personas que no han vivido lo mismo, ni nadie puede interpretar cabalmente algo que no le ha ocurrido.

Hemos contado en este programa , de primera mano , con diversos y selectos relatos y testimonios de gentes con vivencias muy crudas y que han marcado definitiva y sensiblemente sus vidas.

Su derrotero de luchas no ha modificado, pese a terribles sufrimientos, su impresionante visión optimista de generar cambios en el marco de la legalidad y convivencia que otros no tuvieron en cuenta, a la hora de cercenar con muerte el presente y el futuro de miles de familias. Lo he repetido a lo largo de mis opiniones, pero no cejaré en destacar la actitud comprobable in situ, no a la distancia, claro que no siempre se puede hacer, en personajes que en el casi esperable discurso de la revancha, odio y desmesura, se han dedicado a explicar lo sucedido con una integridad envidiable.

A los ejemplos me remito; Eduardo Angüita, Alicia Partnoy y nuestros Ramón Aiub y Mario Colonna, pasaron por Testigos de Privilegio con su discurso de construcción, pese haber sido victimas del más perverso tratamiento histórico hacia la dignidad humana, como reclusión en cárcel sin juicio legal, torturas, desaparición forzada de personas, y muertes por causas políticas y también económicas.

Podremos discutir orígenes y efectos si ustedes quieren, para mí no hay lugar, pero lo pongo como punto extremo.

Lo que sí nadie tiene ni la capacidad y el derecho de opinar como se puede sentir alguien en ese lugar, si no lo ha vivido, nadie. Viene a colación, porque en los últimos días se han escuchado diversas opiniones sobre los dichos de la controvertida Hebe de Bonafini.

Como se sabe, más allá, de lo que derivó la intensa actividad de Bonafini, y de la que seguramente se podrá discutir sobre rasgos de su personalidad y modo de expresarse, no podemos entender, ni nunca lo haremos, el dolor de un individuo que ha pasado por una experiencia como la aludida.

No hay contradicción en lo que quiero significar, entre los entrevistados por este programa y la líder de Madres de Plaza de Mayo.

Son sentires humanos que no se atemperan a un precepto sobre la pérdida de lo más preciado que nos pueda brindar nuestra existencia, y que seguramente no serán motivo para que surja una opinión coincidente.

Juzguemos al menos una vez, desde el sentir ajeno, no compartiendo ni siquiera comprendiendo, sólo en una composición de lugar, sitio desde el cuál solo nos imaginaremos cual es la cara del dolor.

Hablamos de imaginación, no de conocimiento. La comprensión lleva a la convivencia, no todos estamos preparados para ello, quienes sí lo estén, tendrán que cargar con el esfuerzo y cumplir la tarea por el resto. Seguramente será gratificante. La sociedad toma y da, celebremos el conjunto en sol y dar y dad. (03.10.10)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como vos lo has dicho desde el dolor debe construirse, en la actitud de esa mujer no solo veo dolor, sino tambien odio, resentimiento y sed de venganza.