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SEGUNDO ROBO EN UN CAMPO DEL DISTRITO: "Exploté de impotencia"

"Hola a todos: escribo como desahogo.

"Mi hermana está hoy, desde un mes, internada en La Plata mejorando después de varias complicaciones. Mis padres y hermanos están con ella acompañándola, ayudándola y cuidándola mucho. Pero esa no es la cuestión central de mi nota.

"Ayer me llama mi papá y me cuenta que, por segunda vez en la semana, le robaron en el campo. Ahora, (le sacaron) alrededor de veinte animales. Hablando frivolamente, cerca de diez mil pesos y eso significa muchísimo para él.

"En ese momento exploté de impotencia, tristeza, bronca, porque el lunes -la primera vez que robaron- se hizo la denuncia y porque el miércoles por la noche volvieron. ¿Uds., qué pensarían?

"Como si eso fuera poco, un par de policías acusaron a uno de los vecinos de papá, lo `apretaron´ y perdieron el tiempo con él, mientras seguramente los ladrones vendían los corderitos y los lechones aprovechando las fechas que se vienen: negocio redondo, ¿no?

"De bronca y dolor, fui hasta la comisaría. Entré en la oficina del que dice ser el comisario del pueblo (no lo puedo llamar señor) para pedir alguna explicación, pero fundamentalmente para solicitar que dejen en paz al amigo de papá.

"Este señor me abarajo diciendo que me tranquilice, a lo que respondí, que no eran nervios, sino amargura y dolor.

"Me dijo que él tenía 600.000 hectáreas para cuidar, que no era mi papá el único que tenía campo y demás respuestas desagradables, no propiar para un comisario y menos hacia una dama.

"Después de una breve charla, el `señor´ comisario me afirmó que sabe quién roba pero que no puede hacer nada. ¿Qué?. Ahí entendí, no servía nada mi presencia, mi llanto, mi pedido de ayuda. Le contesté: entonces si la máxima autoridad del pueblo me dice que no puede hacer nada, estamos en el horno.

"Por último, y ya con malos modales porque soy así, porque la injusticia me supera, le pregunté que podía hacer yo: ¿quedarme escondida en el campo, esperarlos y pegarles un tiro? ¿a eso tenemos que llegar?

"Mis papás no pueden volver ahora porque todavía les queda un tiempo y mi conclusión es: la policía sabe quién roba pero seguramente ya todos tienen uno o dos corderitos en el freezer para cubrir las fiestas sin gastar un mango, mientras un tipo que labura, que no tiene más que eso está cuidadndo a su hija sabiendo que cuando vuelva tiene que empezar de nuevo." (12.12.10)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uno hasta puede entender que la miseria y la crisis lleve a la gente desocupada y marginada a robar. Lo que es inaceptable para cualquier ciudadano es pensar -y hay motivos para pensarlo- que los que deberían cuidarnos (y cobran por ello, no son desocupados ni marginales) se benefician de la delincuencia.
Queda la horrible sensación de que en el mejor de los casos se trata de una inoperancia inaudita. El peor de los casos sería... el corderito en el freezer del "señor".
Mis saludos y respetos para los policías honrados. Para los que no, un profundo ASCO; y mis mejores deseos de una enorme indigestión navideña.
Juan Minnaard.