Luego de cuatro campañas sin las lluvias apropiadas para producir, en la campaña 2010/2011 los productores de Coronel Dorrego finalmente tendrán una buena cosecha de trigo.
En estos pagos, 72 kilómetros al norte de Bahía Blanca, donde son más los años secos que los buenos, la caprichosa Niña provoca más lluvias de lo normal, lo contrario de lo que pasa en la zona núcleo agrícola.
"Sí, es verdad que tuvimos por primera vez un año agrícola bueno. Lástima que no podemos vender el trigo porque no hay precio", dice, con un toque de ironía, el presidente de la Sociedad Rural local, Amaro Merino.
Y cuenta que durante años los dorreguenses esperaron lluvias como las de esta campaña. Cuando finalmente llegaron, el mercado está desarticulado y el cereal aguarda en silos encontrar algún destino.
"Dos meses me tuvieron esperando en el molino para vender mi trigo. Al final me dijeron que los exportadores se lo vendían más barato y no me compraron un grano", contó Hugo Arribas, que trabaja 600 hectáreas en el paraje La Soberana.
"Si querés vender hoy, nadie te recibe el cereal. A lo sumo te toman operaciones para marzo o abril, a 840 pesos. Pero si necesitás la plata hoy estás muerto", acotó Armando Barandiarán, productor de 675 hectáreas del paraje La Gloria.
Otros productores entrevistados por La Nacion repitieron anécdotas parecidas. Por la intervención de los mercados y los recurrentes cierres de las exportaciones ordenados por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, este cultivo se encuentra ante la poco común situación de no tener precio o compradores.
"El trigo antes era una moneda de cambio; era como tener un cheque", explicó Aníbal Groppa, productor de 1200 hectáreas.
Coronel Dorrego tiene 565.000 hectáreas dedicadas a la producción. El agro, principal fuente de empleo del partido junto al Estado, viene en picada desde la intervención del Gobierno. Dorrego perdió el 30% de su ganadería desde 2005 hasta la fecha y tiene un 45% menos de productores desde 2003, cuando llegó al poder el fallecido ex presidente Néstor Kirchner.
La soja no da buenos resultados en la zona, por lo que la prosperidad de los productores de la región depende de las decisiones de Moreno.
Es por esto que no ahorran críticas al funcionario, a los exportadores y a los molinos, a quienes les atribuyen lo que califican como la destrucción del mercado del cereal.
"Ya ni siquiera nos quejamos por las retenciones. Nos quejamos por el cierre del mercado que impide la competencia entre molinos y exportadores y hace que regalemos el trigo, generando transferencias millonarias a las empresas exportadoras. Nosotros pagamos 23% de retenciones y 17% por la distorsión que genera el cierre de las exportaciones, o sea, una retención real del 40 por ciento", dijo Roberto Arribas, que trabaja 700 hectáreas en la zona de El Faro.
"Con los millones de dólares que hay en juego es obvio que alguien en el Gobierno está prendido con las exportadoras y se lleva parte de los 50 dólares por tonelada que transferimos los productores al resto de la cadena", denunció Barandiarán.
Ni el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, asiduo visitante de la zona en épocas de sequía, se salva de las críticas. "Me parece hipócrita que Domínguez critique a exportadores y molinos cuando es el Gobierno al que él pertenece el que creó este sistema", añadió Groppa.
Por todo esto, los productores creen que el paro que la Comisión de Enlace decretó para esta semana está justificado. Y si de algo saben, dicen, es de promesas incumplidas. Roberto Arribas se adhirió al programa de devolución de retenciones de trigo a pequeños productores que el Gobierno anunció en 2010.
"Por lo que me dijeron acá en la intendencia, me van a pagar el 70 por ciento del monto de retenciones por 100 toneladas, que son 13.000 pesos, cuando yo me presenté por 400. O sea me van a devolver el 10 por ciento de lo que pagué en retenciones de trigo. Si es que me pagan alguna vez", dijo Arribas.
Esteban Currás, un líder de los productores autoconvocados de la zona, directamente ni se presentó para la devolución. "Los subsidios y las devoluciones no tienen que existir. Acá hay que abrir las exportaciones y pagar el precio que corresponde, y todo se va a solucionar", estimó.
Hoy, estos productores se volverán a encontrar en Bahía Blanca, para protestar una vez más por el trigo."
Mercedes Colombres / LA NACIÓN
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