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"Es preferible millones de ciudadanos a miles de clientes". Por Pablo Marcó

"Tras la derrota que sufrió en las elecciones de medio término, celebradas en 2009, el gobierno nacional envió un proyecto de ley de reforma electoral que obliga a que los candidatos presidenciales de los distintos partidos surjan de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, que se realizarán, por primera vez, el 14 de agosto próximo.

"La norma prohíbe, además, la participación electoral de personas que hayan cometido delitos de lesa humanidad, reparte la mitad de los recursos de campaña entre todos los partidos y la otra mitad de acuerdo a los votos, distribuye los espacios en los medios electrónicos con el mismo criterio y exige una cantidad mínima de afiliados equivalente al cuatro por mil del padrón.

"Como en tantos otros temas de la vida política nacional, esta cuestión dividió aguas. Para el gobierno, la ley es un avance en la calidad institucional; para radicales y peronistas disidentes, se trata(ba) de “un traje a la medida para Néstor Kirchner”; y para la izquierda es un intento de fortalecer el bipartidismo, patentizado en las exigencias impuestas a las fuerzas pequeñas.

"Más allá de la cuota de razón que le asiste a cada una de estas posturas, se trata de un intento la transparentar la selección de postulantes presidenciales, ya que puede participar toda la ciudadanía, lo que garantiza una transparencia que casi nunca se logra con las acotadas y habitualmente clientelísticas internas partidarias. De esta manera, se puede atenuar la gravitación de las devaluadas estructuras partidarias y así posibilitar el ascenso de figuras con mayor grado de popularidad en la opinión pública.

"No es un hecho menor que durante el proceso parlamentario, el oficialismo aceptó 50 modificaciones al texto original de 110 artículos y consiguió sancionar la ley a sólo ocho días de perder la hegemonía en el Congreso. La Cámara Baja la aprobó por 136 votos a 49, y el Senado por 42 a 24. Es decir, el proyecto se transformó en ley y, por lo tanto, hay que cumplirla.

"Encabezada por el ex senador Eduardo Duhalde, la derecha peronista puso el grito en el cielo por la cláusula que establece la obligatoriedad de anunciar las alianzas con antelación, lo cual reduce la posibilidad de estafa al ciudadano que vota por izquierda a un candidato que realiza luego alianzas por derecha, como bien interpreta el periodista Alberto Dearriba, actual columnista político de Tiempo Argentino.

"El autor del libro El Golpe (presentado hace varios años en Coronel Dorrego) explica que la ley establece que un perdedor de la interna abierta no puede participar luego en las elecciones nacionales. Para Dearriba, `los caudillos peronistas acordaron marchar por fuera del Partido Justicialista y del Frente para la Victoria. Pero Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá empujan una compulsa previa a las primarias obligatorias y abiertas para definir al candidato de ese espacio. Felipe Solá sospechó que el aparato duhaldista le quería meter las manos en los bolsillos –o en los padrones– y expresó rápidamente su oposición, en tanto el chubutense Das Neves plantea como variante que se realicen internas regionales escalonadas, a la manera de las que se hacen en los Estados Unidos´.

"Dearriba entiende que algo parecido ocurre en el radicalismo, ya que “mientras Ricardo Alfonsín y el nuevo líder emergente, Ernesto Sanz, quieren una interna partidaria en abril o mayo, Julio Cobos anticipó que si no vuelve a dedicarse a la ingeniería sólo aceptaría competir en las internas abiertas obligatorias de agosto”.

"Más allá de su inexplicable y cuestionable situación institucional (es vicepresidente de un gobierno y, al mismo tiempo, uno de los referentes de la oposición a ese mismo gobierno), Cobos sabe que tiene más apoyo entre los independientes que entre sus correligionarios, por lo que sabe que le quedan más cómodas las primarias que una interna partidaria.

"Más allá de estas elucubraciones y especulaciones, pese a que hay dirigentes que prefieren ratificarse en el más cómodo ámbito partidario antes que correr riesgo ante el resto de la sociedad e independientemente de si alcanzarán los plazos para confeccionar los padrones actualizados en tiempo y forma, algo que el gobierno garantizó a través de su ministro Florencio Randazzo, creo que es mucho más saludable para la vida democrática del país que en la validación de las candidaturas participen millones de ciudadanos, como lo garantizan las primarias abiertas y obligatorias, en lugar de los centenares o miles de clientes que suelen hacerlo en las internas partidarias." (23|01|11)

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