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"NUESTRA AM TIENE QUE SEGUIR LATIENDO". Escribe Pablo J. Marcó

El 3 de diciembre de 1970 salía al aire por primera vez esta radio. Se hacía realidad el quijotesco desafío del querible Pulpo Barda. En sus más de cuatro décadas de existencia, pasaron por la emisora un montón de trabajadores y varias conducciones.

Por varios años, fue el único medio audiovisual en el distrito. Con el correr del tiempo, se amplió el espectro mediático doméstico con la aparición de la tevé por cable y de las FM. Desde este espacio siempre reivindicamos la llegada de nuevas expresiones al mapa local de medios porque extiende el abanico de alternativas informativas, de servicios y entretenimientos, aunque nuestro enfoque es diferente cuando se analiza la aparición de radios de frecuencia modulada foráneas (Bahía Blanca, La Plata y Capital Federal, entre otros sitios) que instalan una antena en la localidad y cuyos mensajes nada tienen que ver con el acontecer pueblerino; en algunos casos, el interés que esos medios demuestran por las cosas que pasan en Dorrego se reduce a algún hecho informativo sangriento o a vender alguna publicidad.

Pero volviendo a nuestra radio, la única de AM en el partido dorreguense, aquí siempre hemos destacado –y ponderado- el respeto que durante estos cuarenta años se le ha dado al objetivo fundacional más importante: la pluralidad de voces.

Desde el intendente que anuncia una gran obra, pasando por los políticos de la oposición que cuestionan alguna acción del gobierno municipal, hasta las entidades intermedias que difunden sus actividades, o los vecinos que se quejan porque les falta agua, porque perdieron la documentación o a su mascota, o agradecen o cuestionan la atención en algún centro de salud, todos, absolutamente todos, tienen espacio en LA DORREGO o LU 26.

“Y ahí sigue LA DORREGO, como agente imprescindible de nuestros suburbios invisibilizados, abrigando los dolores de los no escuchados, alterando algún orden establecido. Comunicando, indagando sobre lo posible, jugando fuertemente a favor de la diversidad de pensamiento…”, escribió, el 3 de diciembre de 2010, Gustavo Sala, vecino de El Perdido, en ocasión de nuestro 40º aniversario.

Desde hace más de un año, y por primera vez en la historia, la conducción de la emisora está en manos de un grupo de empleados. Con mucho esfuerzo, tesón y perseverancia, estamos tratando de satisfacer las expectativas. Tenemos sobre nuestras espaldas la enorme responsabilidad de seguir adelante con la difícil misión de mantener un medio con mucha historia, pero que también genera una importante fuente de ingresos para cerca de veinte familias.

Con un mercado publicitario acotado, en el que casi no existen grandes empresas; con el aporte (no desdeñable, pero insuficiente) del gobierno municipal y de la institución privada más importante con que cuenta la ciudad cabecera; sin aportes de los Estados provincial y nacional, pero con la invalorable consecuencia de los pequeños y medianos comerciantes, estamos tratando de cumplir con la finalidad. No es sencillo.

Los costos mensuales son varios y variados, especialmente cuando hay que afrontar el pago de la factura de luz (el segundo gasto más importante después de los sueldos), pero conscientes de que la única AM del distrito tiene que seguir latiendo muy fuerte, seguiremos poniendo lo mejor de nosotros para que así sea. Porque Dorrego ha perdido muchas cosas y no puede darse el lujo de perder a “su radio”, como la considera la mayoría de los vecinos. Y este concepto colectivista y sentido de pertenencia no es caprichoso, sino que es “una bella metáfora popular con cuarenta años de sueños”, como también señaló Sala en aquella hermosa descripción.

No nos gusta hablar mucho de nosotros, pero nuestra entrañable y fiel audiencia tenía que conocer algunas de estas cosas.

“Nuestra radio es una fiesta cotidiana que nos identifica. Lo mejor y lo peor de nosotros circula sin solución de continuidad, mostrando lo que somos, sin juicios altisonantes, sin desagradables delaciones, sin taxativas jactancias. La 1470 es un puente. Y ahí está, para cruzarlo o para no cruzarlo. Y uno decide cruzarlo, con o sin prevenciones…”, reflexionaba Gustavo en nuestro cumpleaños 40.

Como lo entendemos así, vamos a redoblar esfuerzos, seguiremos apostando fuertemente a nuestra radio, la de acá, y hecha por gente de acá, como lo expresa uno de nuestros institucionales. Porque LU 26, hoy LA DORREGO, nació para democratizar la palabra y tratar, entre todos, de hacer un Dorrego mejor, pintando, todos los días, como pregonaba el genial León Tolstoi, nuestra aldea de la manera más auténtica posible.