domingo

"Nos hace falta un debate político, serio, con aporte de ideas constructivas"

“Tiempos de rara felicidad , aquellos en los cuales se puede sentir lo que se desea y es lícito decirlo “. Esta frase del historiador romano Cornelio Tácito, que no llamaría la atención aparecida en el diario de hoy, por el contrario, coronaba cada una de las ediciones de La Gazeta de Buenos Aires, primer periódico patrio y portavoz de los actos de gobierno, difusor de los valores e ideas de la revolución.

Lo que hoy sería tildado como oficialista tenía nada menos que a Mariano Moreno, como artífice principal y la tarea de contrarrestar la labor de publicaciones inglesas que demuestran el poder de la prensa , yá en esa época.

La identificación del opinante, crítico, comentarista, agrega lo que sí, respeto o rechazo con un condimento accesorio , siempre inseparable, que supone el conocer nombre y apellido. No obstante, no agrega mucho a la substancia de la cosa o el asunto en cuestión si se le considera atención.

La indisimulada marca pueblerina, nuestra, de no construir una causa común, con el pelo en la leche de todos los tarros y siempre en el inconformismo propio de una población que no se decide, que critica, pero no se involucra, que putea porque no tiene, y putea cuando tiene pero tendría que haber sido de otra manera.

Que siempre los mejores son los que no están, lo que equivale a decir que nunca estamos bien con quien nos gobiernan, pero que a su vez defenestran los métodos, los únicos que existen, los que sí permiten elegir. Están los que se centran en los políticos y no en la política; los que hablan de administrar y no gobernar, como sí la satisfacción a la espera de una necesidad se curara con una explicación o un número; los que basados en esto último desechan acciones que no rocen su impoluta compostura , que lejos de ser política, huele a falta de enjundia, entraña o espíritu para errar una y mil veces, pero intentar movimientos fieles a su pensamiento, que si alguna vez existió nunca lo pusieron en práctica.

Y nos cabe a todos por error u omisión; no imperan excusas, ni para los que ejecutan, ni para los que militan, ni para los que votan, ni para los que opinan, ni siquiera para los que miran.

Lasitudes, angustias, privaciones , alteraciones parecen determinar un ánimo cuasi permanente en el decir diario de los dorregueros, que salvo un puñado de personas, que demuestra compromiso, coraje y recoge seguramente incomprensión a lo largo de los años, se involucra en temas comunes a todos, con errores y desaciertos que otros jamás cometerán, porque la miran de lejos, para luego criticar.

Nuestro partido de Coronel Dorrego, no responderá positivamente a la lógica y renovada expectativa de su gente, si no empezamos por saber dónde estamos parados, quiénes somos , cómo podemos fomentar nuestro desarrollo.

Nos hace falta un necesario debate político, serio, con el aporte de ideas constructivas, lejos del mezquino oportunismo electoral, porque todos sabemos lo que necesitamos o quisiéramos tener, lo que no sabemos explicar cómo lo podemos conseguir o si es posible.

¿Cuándo será el día, que alguien que no pretende ser elegido para nada, o que sabe que no va a ganar elecciones, se decida más que a opinar sobre lo hecho, a decir que debería hacerse y cómo? Va para cualquiera, personas o entidades que dicen querer a este partido, y que trabajan a diario, porque todos y los otros, somos nosotros.

Partidos políticos y sus juventudes que dicen tener, que se expidan permanentemente, conformando mediante sus representantes y adherentes , oposición seria con enfoques elaborados, que no acostumbren a un gobierno a creer estáticamente que está obrando de forma correcta, y manejarse solamente con las escasas opiniones de los propios que siempre resultan incompletas, limitadas y halagadoras.

No vivamos lamentándonos ni envidiando vecinos, somos distintos, con otras necesidades y perspectivas, de nosotros depende, somos un pueblo chico con poca gente, podemos mejorar, debemos mejorar, despertemos sin dejar de soñar en que podemos. (20|02|11)

3 comentarios:

Laura Calvo dijo...

TOTALMENTE DE ACUERDO SR. MADERA, CLAROS, CALRISIMOS SUS CONCEPTOS.
ES UNA RESPONSABILIDAD DE TODOS APORTAR LO MEJOR DE CADA UNO PARA CONSEGUIR EL CAMBIO QUE NECESITAMOS YA..
MAS ALLÁ DE LAS DIFERENCIAS IDEOLÓGICAS QUE PODAMOS TENER COINcido con ud. la mayoría de las veces.
es un gusto escucharlo

Antonio (el Mayolero) dijo...

Muy buen comentario!! Lo que pasa en Dorrego es común a las pequeñas y medianas comunidades y hasta hay momentos en que uno llega a pensar si el estancamiento es la causa o la consecuencia de ese modo de pensar...

Anónimo dijo...

Sus apreciaciones, Carlos, tiene un sentido filosófico que muchos compartimos; aunque estructurar acciones (privadas o de gobierno)que tiendan a modificar la cultura establecida, necesitará de muchas mentes abiertas y mucho tiempo. Creo que debemos apostar a los jovenes.
Desde otro punto de vista, debemos estar muy atentos al proyecto de REGIONALIZACIÓN de la Pcia de Buenos Aires, para debatir sobre como insertarnos en la furtura organización Pólitica de la región, como así mismo debatir, a partir de ello, nuestro propio proyecto. Quizas en lugar de la utópica ideas de radicación de industrias, también debamos comenzar a pensar en generar recursos humanos de alta calificacion dada la completisima infraestructura educativa disponible, y la permanente demanda de ese "producto", cuya materia prima básica es el conocimiento de los educandos.
Atte. Alberto