SOLICITADA
Y a un mes del dia en el que, como dicen algunos, el destino hizo que nos abandonaras. Pero el destino lo hacen los hombres...
Hombres con nombre y apellido, hombres que supuestamente tienen conciencia, porque un hombre te llevó, otro te embistió y otros protegidos por un título dijeron sanarte. El que padeció, sufrió y murió, fuiste vos Abuelo.
Mientras los hombres con supuesta conciencia siguen transitando las calles de Dorrego sin lamentos, sin cargas, sin pesar, amparados por la peor de las impunidades: la indiferencia de todos.
Y cuando miro esa estrella azul, como tus ojos, titilante, reina del cielo, sé que estás ahí, siempre dispuesto, siempre atento, siempre bueno... mientras en la tierra la vida transcurre con la misma indiferencia.
Con todo mi amor, tu nieta, Carolina Fidelibus.
Y a un mes del dia en el que, como dicen algunos, el destino hizo que nos abandonaras. Pero el destino lo hacen los hombres...
Hombres con nombre y apellido, hombres que supuestamente tienen conciencia, porque un hombre te llevó, otro te embistió y otros protegidos por un título dijeron sanarte. El que padeció, sufrió y murió, fuiste vos Abuelo.
Mientras los hombres con supuesta conciencia siguen transitando las calles de Dorrego sin lamentos, sin cargas, sin pesar, amparados por la peor de las impunidades: la indiferencia de todos.
Y cuando miro esa estrella azul, como tus ojos, titilante, reina del cielo, sé que estás ahí, siempre dispuesto, siempre atento, siempre bueno... mientras en la tierra la vida transcurre con la misma indiferencia.
Con todo mi amor, tu nieta, Carolina Fidelibus.