martes

Reflexiones para el pozo ciego. Por Guillermo Meana

"Muchas veces escuche por ahí: no puedo decir o escribir tal cosa, otras tantas escuche argumentar a favor del silencio, invocando el miedo a “posibles” represalia."
"Así comencé a reflexionar sobre el tema que hoy ocupa estas líneas", escribió el vecino. (+)

5 comentarios:

María Laura dijo...

ME ENCANTÓ, GRACIAS!

Anónimo dijo...

Estimado Guillermo

Lo màs delicado socialmente es el miedo utlizado como herramienta de victimización. De ese modo podemos extremar conceptos, desvirtuando, haciendo lecturas parciales, colocando la parte como totalidad, corriendo los límites de la misma realidad, terminando convencidos que nuestro mundo es el mundo y no una mímina parte de él.



Si Todo va bien no veremos el 15 en Guisasola.. Un abrazo

Gustavo

Anónimo dijo...

Vaya pensamiento,no escribio nada que no sepamos.

;) dijo...

Coincido plenamente con el homónimo de las 20:53 “Cuando el anonimato se hace dueño de los espacios públicos de opinión, entonces hemos alcanzado el segundo escalón, que no es otro que la pérdida “voluntaria” de nuestra identidad.”

¿Sabrá también el anónimo de las 20:53 interpretar, cuando lee, todo lo que “cree saber”? Por ejemplo: Cuándo leyó: “La obsecuencia, como la envidia, constituyen inequívocamente síntomas de raquitismo moral.”, ¿qué le pasó, se sintió ofendido o avergonzado?

Vamos, anónimo, desahóguese!

Anónimo dijo...

Creer saber es el primer acto de intolerancia intelectual.
El pobre de Socrates tuvo que sufrir algo de esto.
Menos mal que la ciencia nunca creyó en un estado de sabiduría suficiente. Nunca se rindió a sus lecturas iniciales.
La duda como elemento crítico, como conocimiento.
De lo particular hacia lo universal. (prueba y contrapueba, la definición en la espera de la refutación)
El Sentido común buenamente reemplazado por el Sentido inteligente.
Claro, requiere de un pequeño trámite: pensar lo pensado, para seguir pensando.

Buen disparador Meana.

Nos vemos
Gustavo