El ingeniero agrónomo Raúl Martínez contó esta mañana que "en la época en que había labranza convencional, que quedaban los suelos más rugosos y con cascotes, estos últimos se desintegraban totalmente luego de una nevada" y resaltó que "si bien ahora se siembra en forma directa, el efecto del fenómeno climático como el registrado hoy se nota".
"Así quedó ese dicho que asegura que los años en los que hay nevadas son buenos, a excepción del año pasado", destacó el profesional en diálogo con LA DORREGO, al tiempo que manifestó que "la permanencia de la nieve sobre la superficie depende del sol, el espesor y la cantidad que cayó". FOTO: Gentileza Fede Lloret
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