Situación 1
A instancias de una jornada de reflexión institucional en la que se proponía pensar la inclusión de la mayor cantidad de pibes en las escuelas, una persona de la institución (perteneciente a la Iglesia Católica y subvencionada por el Estado Nacional) declara:
-Yo ya le dije a la Hna, ahora con esto de que les pagan para que estudien, se va a llenar de pibes chorros, esos de las gorritas y las medias arriba de los pantalones, y le dije: ni se le ocurra aceptarlos con tal de tener más matrícula. La escuela tiene un perfil y esos pibes no entran.
- ¿y qué hacemos con Rodrigo? ¿vos viste cómo está ese pibe? Es un pibe chorro como los de la tele y lo peor es que arrastra al resto, ¿viste que Matías está igual que él? Pregunta otra persona de la escuela.
-Sí, el otro día citamos a la madre, y yo le dije: perdonáme que te diga, pero tu hijo parece un pibe chorro!! Y me dijo que ella estaba sola, pobrecita, es que es madre soltera, ahí falta una figura masculina! ¿cómo querés que salga ese pibe si lo cría la madre, la tía y la abuela? Además hay muchos pibes que les pagan para que vengan a la escuela y no les interesa estudiar.
Situación 2.
Armando el nuevo acuerdo institucional de convivencia, la directora les dice a los pibes:
-No, sacále todo eso de las leyes, porque ¿sabés qué? Las leyes a mí no me gustan, tiene que ser mas simple, con un cartelito, tipo el buffete, ¿viste? Porque sino mucha ley, mucha cosa, que después no sirve para nada, hay que sacarle toda esa pompa. Lo hacemos así nomás y sin delegados, si cada uno tiene un problema, viene y lo plantea porque sino se genera todo un bollo de comunicación, se tienen que poner de acuerdo antes, un lío.
Estas situaciones, provenientes del más común de los sentidos, que es casi sinónimo del enano fascista que llevamos dentro, de naturalización de discursos estereotipantes y negativizadores.
Partimos con la convicción que la escuela secundaria es el lugar donde debemos trabajar, que el momento histórico y cronológico en el que se encuentran los pibes es el ideal por semillero, por efervescencia de criterios, por ser el lugar donde debe darse la construcción. Partimos de creer que esos pibes son sujetos de derechos, que son artífices de un presente que les es propio.
Sabemos que los docentes, ahora en su famosa concepción de docente-taxis van de una escuela a la otra para que su sueldo sea lo suficientemente sustentable de una vida acorde a las necesidades de estos tiempos. Sabemos del stress causado por el espacio aúlico , sabemos del montón de funciones que han tenido que llevar adelante los docentes-pulpo desde los años noventa… ¿Pero nos vamos a conformar con decir que no se puede hacer nada?
El pedagogo Giroux decía hace unos años que había que recuperar la intelectualidad docente. Me quedo con eso. Lo que nos intenta decir es que parte de valorar el trabajo que asumimos como educadores es hacernos cargo de eso. Nos está recordando que los docentes no trabajamos en una empresa, que trabajamos con personas, que educar no es cualquier tarea y que hay que recuperar la función social e intelectual que debe tener la docencia.
Ahora bien, quizás muchos de los docentes que protagonizan las situaciones del inicio estén de acuerdo con el párrafo anterior. Desde la teoría. ¿Pero qué hacemos con eso en la práctica?
Las quejas constantes a las políticas educativas son moneda corriente, ¿pero qué hacemos para implementar esas políticas desde nuestro lugar? La asignación universal por hijo es una de las medidas más inclusivas de los últimos años en nuestro país, ¿pero cómo es recibida por el sentido común docente? La AUH se convierte en estigma y en razón de exclusión. Los pibes van a la escuela pero son excluidos por las mismas personas que deberían integrarlos. Mecanismos de segregación sutíles que la escuela como institución tiene naturalizados y que modulan comportamientos, que funcionan como máquina de reproducción de sentidos negativizados y negativizantes.
Y recoger el guante de la intelectualidad, de pensar nuestra práctica es recoger el guante de la política y de la función política de la escuela.
Las propuestas de acuerdos institucionales de convivencia en las escuelas, con su respectivo consejo institucional formado por todos los claustros que componen la institución es una instancia superadora, es la pretendida construcción de una ciudadanía comprometida, con participación real de todos los actores de cada organización educativa. No obstante, una vez más las impericias, la modorra intelectual de quienes tienen que realmente motorizar estas ideas, ponerle el cuerpo, traban o frenan procesos que serían realmente transformadores de nuestra práctica educativa.
Quizás el problema esté en los salarios, quizás el problema esté en la desvalorización social de la práctica educadora, quizás el problema esté en la formación de los educadores, quizás el problema esté en otro lugar, pero evidentemente…hay un problema. (27.09.10)
A instancias de una jornada de reflexión institucional en la que se proponía pensar la inclusión de la mayor cantidad de pibes en las escuelas, una persona de la institución (perteneciente a la Iglesia Católica y subvencionada por el Estado Nacional) declara:
-Yo ya le dije a la Hna, ahora con esto de que les pagan para que estudien, se va a llenar de pibes chorros, esos de las gorritas y las medias arriba de los pantalones, y le dije: ni se le ocurra aceptarlos con tal de tener más matrícula. La escuela tiene un perfil y esos pibes no entran.
- ¿y qué hacemos con Rodrigo? ¿vos viste cómo está ese pibe? Es un pibe chorro como los de la tele y lo peor es que arrastra al resto, ¿viste que Matías está igual que él? Pregunta otra persona de la escuela.
-Sí, el otro día citamos a la madre, y yo le dije: perdonáme que te diga, pero tu hijo parece un pibe chorro!! Y me dijo que ella estaba sola, pobrecita, es que es madre soltera, ahí falta una figura masculina! ¿cómo querés que salga ese pibe si lo cría la madre, la tía y la abuela? Además hay muchos pibes que les pagan para que vengan a la escuela y no les interesa estudiar.
Situación 2.
Armando el nuevo acuerdo institucional de convivencia, la directora les dice a los pibes:
-No, sacále todo eso de las leyes, porque ¿sabés qué? Las leyes a mí no me gustan, tiene que ser mas simple, con un cartelito, tipo el buffete, ¿viste? Porque sino mucha ley, mucha cosa, que después no sirve para nada, hay que sacarle toda esa pompa. Lo hacemos así nomás y sin delegados, si cada uno tiene un problema, viene y lo plantea porque sino se genera todo un bollo de comunicación, se tienen que poner de acuerdo antes, un lío.
Estas situaciones, provenientes del más común de los sentidos, que es casi sinónimo del enano fascista que llevamos dentro, de naturalización de discursos estereotipantes y negativizadores.
Partimos con la convicción que la escuela secundaria es el lugar donde debemos trabajar, que el momento histórico y cronológico en el que se encuentran los pibes es el ideal por semillero, por efervescencia de criterios, por ser el lugar donde debe darse la construcción. Partimos de creer que esos pibes son sujetos de derechos, que son artífices de un presente que les es propio.
Sabemos que los docentes, ahora en su famosa concepción de docente-taxis van de una escuela a la otra para que su sueldo sea lo suficientemente sustentable de una vida acorde a las necesidades de estos tiempos. Sabemos del stress causado por el espacio aúlico , sabemos del montón de funciones que han tenido que llevar adelante los docentes-pulpo desde los años noventa… ¿Pero nos vamos a conformar con decir que no se puede hacer nada?
El pedagogo Giroux decía hace unos años que había que recuperar la intelectualidad docente. Me quedo con eso. Lo que nos intenta decir es que parte de valorar el trabajo que asumimos como educadores es hacernos cargo de eso. Nos está recordando que los docentes no trabajamos en una empresa, que trabajamos con personas, que educar no es cualquier tarea y que hay que recuperar la función social e intelectual que debe tener la docencia.
Ahora bien, quizás muchos de los docentes que protagonizan las situaciones del inicio estén de acuerdo con el párrafo anterior. Desde la teoría. ¿Pero qué hacemos con eso en la práctica?
Las quejas constantes a las políticas educativas son moneda corriente, ¿pero qué hacemos para implementar esas políticas desde nuestro lugar? La asignación universal por hijo es una de las medidas más inclusivas de los últimos años en nuestro país, ¿pero cómo es recibida por el sentido común docente? La AUH se convierte en estigma y en razón de exclusión. Los pibes van a la escuela pero son excluidos por las mismas personas que deberían integrarlos. Mecanismos de segregación sutíles que la escuela como institución tiene naturalizados y que modulan comportamientos, que funcionan como máquina de reproducción de sentidos negativizados y negativizantes.
Y recoger el guante de la intelectualidad, de pensar nuestra práctica es recoger el guante de la política y de la función política de la escuela.
Las propuestas de acuerdos institucionales de convivencia en las escuelas, con su respectivo consejo institucional formado por todos los claustros que componen la institución es una instancia superadora, es la pretendida construcción de una ciudadanía comprometida, con participación real de todos los actores de cada organización educativa. No obstante, una vez más las impericias, la modorra intelectual de quienes tienen que realmente motorizar estas ideas, ponerle el cuerpo, traban o frenan procesos que serían realmente transformadores de nuestra práctica educativa.
Quizás el problema esté en los salarios, quizás el problema esté en la desvalorización social de la práctica educadora, quizás el problema esté en la formación de los educadores, quizás el problema esté en otro lugar, pero evidentemente…hay un problema. (27.09.10)
3 comentarios:
podriamos escribir horas sobre diversas situaciones, enfoques , analisis, etc, etc.
si es importante, saber para que educamos ¿ sabemos para que ?¿ le interesa hoy en dia a NUESTRA sociedad que los seres humanos puedan desarrollar sus propias capacidades y buscar sus vocaciones? ¿ o seguiremos bajo la logica mercantilista del mercado? donde quien mas tiene, mejor educacion tiene, por lo tanto va decidir que merecen los que nada tienen o los menos tienen.¿ no ?
IMAGINEMOS TODOS CAPACES, ANALISTAS,PENSANTES, CRITICOS.
¿ A QUIEN VOTARIAN ? a una dirigencia ( de cualquier indole ) mas preocupada por su situacion personal que por el conjunto.
una pueba es la sancionada ley de edcuacion que prevee para el año 2010, un 30 % de escuelas publicas con jornada completa, donde ningun gobierno , ni municipal, ni provincial, la ha llevado a cabo.( no cumplir con la ley es un delito ).
Tengo la sensacion que la vocacion se ha perdido, en su mayoria. hoy ser docente, policia,etc, es un trabajo. por lo tanto tampoco se lo reconoce en su valor.
En muchos paises para estar al frnte de un aula, ya se requieren 5años de estudio, y una actualizacion permanente, con examenes cada 5 o 10 años.
Tambien se impide dar catedra , a los profecionales ( contadores, abogados, medicos,etc) sino estan preparados como docentes.
la permanencia en el trabajo esta dado por la capacidad, y al igual que la autoridad en las escuelas, esta premiado a los mejores y no a los mas antiguos.
es decir se le da a la educacion una importancia, donde el alumno un dia supere al maestro.
Creo que aplaudo la "catársis" y me sumo desde mi labor docente, pero sobre todo, desde mi modo de ser-humana en esta sociedad.
Aplaudo que la docencia deje de ser una vocación. Así como casi todo en esta vida LA DOCENCIA ES UNA PRÁCTICA POLÍTICA, y debe ser asumida como tal. No comulgo con la postura sarmientina del docente "ejemplo moral" desde su biografía... Abrazo, sin embargo, la preparación específica, el dominio claro en la temática (la intelectualidad, como bien aquí es citado Giroux) y la RESPONSABILIDAD de la reflexión PEDAGÓGICA Y DIDÁCTICA de los/as docentes... No cualquiera puede ser docente,NO SÓLO el manejo de un saber te convierte en docente...
Es necesario saber que las escuelas generan educación en varios sentidos. Es una tarea de Estado garantizar su gratuidad y su calidad. Pido que no confundamos al Estado con el Gobierno de turno, porque son cuestiones analítica y prácticamente distinguibles. Creer que son lo mismo nos ha conducido a justificar enormes errores históricos. Cuando tengamos eso en claro, creo que vamos a tener una mirada más problematizadora sobre nuestras políticas públicas.
Propongo, entonces, que antes de vapulear y despotricar contra "la juventud perdida" (porque a veces creo que muchos/as quisieran que esos/as pibes/as mueran de hambre, se maten entre ellos o desaparezcan de la faz de la tierra... pero queda mal decirlo, no?) nos hagamos cargo del trabajo que nos toca... y si creemos que nos sobrepasa, entonces nos dediquemos a otra cosa... Nadie puede ser responsable de lo que no conoce; pero si ya no tenemos velos en nuestros ojos, entonces tenemos que hacernos cargo de lo que estamos haciendo, porque nada nos justifica... más que nuestra voluntad y nuestra elección política.-
Quizás el problema de estigmatización no esté en el subsidio en sí mismo, sino en la forma en que se lo aplica... La idea de una política universal es justamente evitar lo que la AUH implementa: la afirmación negativa.
Es una medida de inclusión? Sí. Es una medida fuerte? También. Es universal, iguala derechos, elimina la trampa de la pobreza? No.
Señala, apunta, enlista, divide. Es un paso en el largo camino a la universalidad, pero la universalidad todavía le queda muy lejos.
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