Cuando muchos disfrutábamos del cese de los insoportables y molestos ruidos de fin y comienzo de año; se instaló por estos días una nueva modalidad: “la pirotecnia verbal”.
Propiciada desde sectores políticos locales y sin tanto impacto como “rompe portones, bombas de estruendo y cohetes, causa sus efectos no haciendo huir despavoridas a las mascotas, sino generando malestar en muchos vecinos que pretenden que los esfuerzos, tiempo y reuniones que demandan propiciar o responder comunicados se orienten a fines más positivos.
Mientras la oposición a nivel nacional centra sus criticas en la falta de manejo de la Presidenta y ponen acento en la influencia excesiva en las decisiones de gobierno de su esposo Néstor; en nuestro ámbito los integrantes del FPV por Dorrego cambian los protagonistas y ubican a Zorzano como una suerte de títere, manejado desde las sombras por influyentes dirigentes partidarios, que según –sostienen- corporiza Graciela Ayastuy desde la Secretaria de Gobierno y Hacienda.
Tal aseveración más que al político ataca a la persona, desacreditando no ya sus aptitudes para la gestión; ridiculizándolo públicamente y mostrándolo como un súbdito al servicio de “un rey sin corona”.
El armado del gabinete excluyendo a “funcionarios vitalicios” y el levantamiento de algunas “proscripciones” demostraron que el carácter puede ser aplicado sin autoritarismo, que compartir decisiones y estar abierto al dialogo no son sinónimos de debilidad.
Oportunamente he señalado y sigo sosteniendo (los hechos así lo demuestran) que la particular forma de manejar la caja estatal por parte de la administración “K”, distribuyendo fondos según afinidades y lealtades; obliga a los jefes comunales “no aliados” a ser gestores permanentes y en persona concurrir a despachos oficiales a peticionar o reclamar para sus distritos.
La personalización de este tipo de gestiones provoca ausencias que para algunos se constituyen en desgobierno, para otros en asumir la responsabilidad de una gestión que obliga a dejar el escritorio para instalarse en el corazón de un poder que selecciona sus ayudas sin ningún tipo de prejuicios. Por el contrario, les place hacer conocer el mensaje de las diferencias que existen entre leales y opositores.
No escapa a los propios ediles de la oposición este tipo de conductas selectivas, al punto tal que hicieron saber que a ellos también les cerraron las puertas y muchos de sus otrora impulsores “hoy parecen no conocerlos”.
Fue tradición del radicalismo desde 1983 diferenciar entre Partido y Gobierno. Dirigentes en funciones no eran miembros de la conducción del Comité, a efectos existiera la necesaria amplitud de criterio en cada análisis y discusión.
Resulta poco feliz que el comunicado de la UCR aparezcan entre los seis firmantes del mismo, cuatro dirigentes con participación directa en la administración municipal (incluido el propio Intendente).
¿Qué mejor apoyo, muestra de fortaleza y acompañamiento que la firma del actual titular partidario?
¿Por qué involucrar en mensajes comitériles a aquellos que tienen una misión de empleados de toda la comunidad?
Hoy Zorzano representa los intereses del conjunto de la sociedad: de aquellos que lo acompañaron con el voto, también de las personas que optaron por la oposición.
Es necesario que los esfuerzos de la máxima autoridad se orienten a los fines delegados por la ciudadanía; que no quede involucrado en “rencillas de escoba”, máxime cuando su agrupación dispone de “creativos exponentes en el arte de las respuestas y publicaciones”, con un bien aceitado mecanismo de distribución, que por ejemplo llevó a que cada hogar accediera a su último comunicado.
El FPV por Dorrego muestra la falta de una estructura que los respalde “políticamente” y hasta por momentos resultan “anárquicos”, una suerte de mosqueteros que en los últimos meses han desenvainado sus espadas intentando demostrar a propios y ajenos la existencia (aunque no parezca) de una oposición fuerte.
Vuelven a instalar “la lentitud como un pecado radical”, lo cual no es nuevo.
Alguna vez Arturo Illia recibió el mote de tortuga; tarde fue reconocida su grandeza moral y las acciones desarrolladas, en ambos casos pisoteadas por la velocidad prepotente de la botas.
En 2001 se repitió la frase, con un agravante: De la Rua además de lento era inepto.
Localmente repiten la definición para analizar negativamente el primer año de Zorzano.
¿Prefieren la ligereza tribunera y contestaría de la Señora Presidenta?
¿Prefieren la ligereza del Señor Gobernador, entregando la suerte de los bonaerenses a la distribución discriminatoria del poder central?
¿Prefieren la ligereza de Moreno, “Rudy” Ulloa (ex chofer de Néstor Kirchner, hoy dueño de un poderoso Multimedios), o de Julio de Vido y compañía?
La realidad es según el prisma con que se la observe, teniendo en cuenta que no hay verdades absolutas, radicales y frentistas dicen sus cosas y argumentan con mayor o menor solidez.
¿Cómo observa e impacta en la comunidad esta nueva disputa mediática?
¿Creen nuestros dirigentes que los comunes ciudadanos están complacidos con los alcances de la misma?
¿Consideran que hombres y mujeres se detienen minuciosamente a leer lo que dice uno, lo que responde el otro?
¿No consideran acaso que existen otras urgencias que ameritan de todo el esfuerzo, inteligencia e idoneidad para resolverlas?
Aquí un breve catalogo de angustias y requerimientos del presente:
La sequía absorbente en nuestros campos y bolsillos.
El fracaso de la cosecha pasada y de una gruesa que avizora idénticos resultados.
Una crisis mundial que hace sentir sus efectos sin excepciones.
Tarifas de los servicios que resultarán más caras.
Desocupados y subocupados esperando un trabajo, negándose a ser nuevos “dorreguenses fuera del pago”.
Precios que suben por el ascensor y salarios que están en el subsuelo.
Familias que deben concurrir cada vez más a la asistencia social.
Instituciones que no pueden planificar el año, sin antes preguntarse como equilibrar las pérdidas del anterior, como seguir subsistiendo.
Un servicio de agua deficiente, con poca presión, con cortes habituales, con bidones que no alcanzan y hasta saben mal (por el gusto).
Padres que sacan cuentas para enfrentar la canasta escolar que para colmo viene anticipadamente.
Comerciantes cruzados de brazos, intentando bajar costos.
Una cadena de pagos cortada, cheques que volvieron a volar, plásticos al límite, endeudamiento bancario y refinanciaciones poco convincentes.
Gente que no puede veranear ni siquiera en la “pelopincho”, molesta además por un insoportable calor que suma al malhumor.
Pibes esperando su primera oportunidad laboral, golpeando puertas para que el ocio no les abra camino a otras tentaciones.
Una mayoría que no sabe de la seguridad de pasar cada 30 por el cajero automático a recoger sus ingresos.
Con este cuadro de situación ¿suponen nuestros dirigentes que todos están prestos para escuchar sus argumentaciones?
¿Piensan que la gente esta ávida de la critica de uno, de la respuesta del otro y de la contra respuesta de aquel?
¿Creen que en la agenda de los vecinos están los mismos temas?
Si estamos ante el comienzo de la campaña electoral: pobre de nosotros.
Si la constante de 2009 será: “decir y criticar sin proponer”, nada positivo puede esperarnos.
Si no existe la posibilidad de dialogo, de alternativas de consenso, sino son capaces de buscar denominadores comunes, resultará un despropósito seguir pidiendo a los vecinos comprensión y mayor acompañamiento.
Si siguen pensando en candidaturas, armando estrategias con fines electoralistas, si importa más el éxito sectorial que el del conjunto.
Si nadie se anima a parar la pelota en un partido que necesita de todos y a todos.
Si la modalidad del agravio, la desconsideración y la chicana ocupan el escenario.
Si todo eso sucede más que postergar el presente, hipotecaremos el futuro.
Como cuando los sonidos de los festejos con su inusitada potencia taladraban nuestros oídos, tal como el viernes lo comentaba con su habitual estilo frontal el vecino Norberto Jesús: ¡Déjense de joder!, ¡Basta de pirotecnia!
De una vez por todas y parafraseando al gran Ortega y Gasset, me permito decir: Dorreguenses (Funcionarios, concejales y dirigentes) ¡a las cosas!
Propiciada desde sectores políticos locales y sin tanto impacto como “rompe portones, bombas de estruendo y cohetes, causa sus efectos no haciendo huir despavoridas a las mascotas, sino generando malestar en muchos vecinos que pretenden que los esfuerzos, tiempo y reuniones que demandan propiciar o responder comunicados se orienten a fines más positivos.
Mientras la oposición a nivel nacional centra sus criticas en la falta de manejo de la Presidenta y ponen acento en la influencia excesiva en las decisiones de gobierno de su esposo Néstor; en nuestro ámbito los integrantes del FPV por Dorrego cambian los protagonistas y ubican a Zorzano como una suerte de títere, manejado desde las sombras por influyentes dirigentes partidarios, que según –sostienen- corporiza Graciela Ayastuy desde la Secretaria de Gobierno y Hacienda.
Tal aseveración más que al político ataca a la persona, desacreditando no ya sus aptitudes para la gestión; ridiculizándolo públicamente y mostrándolo como un súbdito al servicio de “un rey sin corona”.
El armado del gabinete excluyendo a “funcionarios vitalicios” y el levantamiento de algunas “proscripciones” demostraron que el carácter puede ser aplicado sin autoritarismo, que compartir decisiones y estar abierto al dialogo no son sinónimos de debilidad.
Oportunamente he señalado y sigo sosteniendo (los hechos así lo demuestran) que la particular forma de manejar la caja estatal por parte de la administración “K”, distribuyendo fondos según afinidades y lealtades; obliga a los jefes comunales “no aliados” a ser gestores permanentes y en persona concurrir a despachos oficiales a peticionar o reclamar para sus distritos.
La personalización de este tipo de gestiones provoca ausencias que para algunos se constituyen en desgobierno, para otros en asumir la responsabilidad de una gestión que obliga a dejar el escritorio para instalarse en el corazón de un poder que selecciona sus ayudas sin ningún tipo de prejuicios. Por el contrario, les place hacer conocer el mensaje de las diferencias que existen entre leales y opositores.
No escapa a los propios ediles de la oposición este tipo de conductas selectivas, al punto tal que hicieron saber que a ellos también les cerraron las puertas y muchos de sus otrora impulsores “hoy parecen no conocerlos”.
Fue tradición del radicalismo desde 1983 diferenciar entre Partido y Gobierno. Dirigentes en funciones no eran miembros de la conducción del Comité, a efectos existiera la necesaria amplitud de criterio en cada análisis y discusión.
Resulta poco feliz que el comunicado de la UCR aparezcan entre los seis firmantes del mismo, cuatro dirigentes con participación directa en la administración municipal (incluido el propio Intendente).
¿Qué mejor apoyo, muestra de fortaleza y acompañamiento que la firma del actual titular partidario?
¿Por qué involucrar en mensajes comitériles a aquellos que tienen una misión de empleados de toda la comunidad?
Hoy Zorzano representa los intereses del conjunto de la sociedad: de aquellos que lo acompañaron con el voto, también de las personas que optaron por la oposición.
Es necesario que los esfuerzos de la máxima autoridad se orienten a los fines delegados por la ciudadanía; que no quede involucrado en “rencillas de escoba”, máxime cuando su agrupación dispone de “creativos exponentes en el arte de las respuestas y publicaciones”, con un bien aceitado mecanismo de distribución, que por ejemplo llevó a que cada hogar accediera a su último comunicado.
El FPV por Dorrego muestra la falta de una estructura que los respalde “políticamente” y hasta por momentos resultan “anárquicos”, una suerte de mosqueteros que en los últimos meses han desenvainado sus espadas intentando demostrar a propios y ajenos la existencia (aunque no parezca) de una oposición fuerte.
Vuelven a instalar “la lentitud como un pecado radical”, lo cual no es nuevo.
Alguna vez Arturo Illia recibió el mote de tortuga; tarde fue reconocida su grandeza moral y las acciones desarrolladas, en ambos casos pisoteadas por la velocidad prepotente de la botas.
En 2001 se repitió la frase, con un agravante: De la Rua además de lento era inepto.
Localmente repiten la definición para analizar negativamente el primer año de Zorzano.
¿Prefieren la ligereza tribunera y contestaría de la Señora Presidenta?
¿Prefieren la ligereza del Señor Gobernador, entregando la suerte de los bonaerenses a la distribución discriminatoria del poder central?
¿Prefieren la ligereza de Moreno, “Rudy” Ulloa (ex chofer de Néstor Kirchner, hoy dueño de un poderoso Multimedios), o de Julio de Vido y compañía?
La realidad es según el prisma con que se la observe, teniendo en cuenta que no hay verdades absolutas, radicales y frentistas dicen sus cosas y argumentan con mayor o menor solidez.
¿Cómo observa e impacta en la comunidad esta nueva disputa mediática?
¿Creen nuestros dirigentes que los comunes ciudadanos están complacidos con los alcances de la misma?
¿Consideran que hombres y mujeres se detienen minuciosamente a leer lo que dice uno, lo que responde el otro?
¿No consideran acaso que existen otras urgencias que ameritan de todo el esfuerzo, inteligencia e idoneidad para resolverlas?
Aquí un breve catalogo de angustias y requerimientos del presente:
La sequía absorbente en nuestros campos y bolsillos.
El fracaso de la cosecha pasada y de una gruesa que avizora idénticos resultados.
Una crisis mundial que hace sentir sus efectos sin excepciones.
Tarifas de los servicios que resultarán más caras.
Desocupados y subocupados esperando un trabajo, negándose a ser nuevos “dorreguenses fuera del pago”.
Precios que suben por el ascensor y salarios que están en el subsuelo.
Familias que deben concurrir cada vez más a la asistencia social.
Instituciones que no pueden planificar el año, sin antes preguntarse como equilibrar las pérdidas del anterior, como seguir subsistiendo.
Un servicio de agua deficiente, con poca presión, con cortes habituales, con bidones que no alcanzan y hasta saben mal (por el gusto).
Padres que sacan cuentas para enfrentar la canasta escolar que para colmo viene anticipadamente.
Comerciantes cruzados de brazos, intentando bajar costos.
Una cadena de pagos cortada, cheques que volvieron a volar, plásticos al límite, endeudamiento bancario y refinanciaciones poco convincentes.
Gente que no puede veranear ni siquiera en la “pelopincho”, molesta además por un insoportable calor que suma al malhumor.
Pibes esperando su primera oportunidad laboral, golpeando puertas para que el ocio no les abra camino a otras tentaciones.
Una mayoría que no sabe de la seguridad de pasar cada 30 por el cajero automático a recoger sus ingresos.
Con este cuadro de situación ¿suponen nuestros dirigentes que todos están prestos para escuchar sus argumentaciones?
¿Piensan que la gente esta ávida de la critica de uno, de la respuesta del otro y de la contra respuesta de aquel?
¿Creen que en la agenda de los vecinos están los mismos temas?
Si estamos ante el comienzo de la campaña electoral: pobre de nosotros.
Si la constante de 2009 será: “decir y criticar sin proponer”, nada positivo puede esperarnos.
Si no existe la posibilidad de dialogo, de alternativas de consenso, sino son capaces de buscar denominadores comunes, resultará un despropósito seguir pidiendo a los vecinos comprensión y mayor acompañamiento.
Si siguen pensando en candidaturas, armando estrategias con fines electoralistas, si importa más el éxito sectorial que el del conjunto.
Si nadie se anima a parar la pelota en un partido que necesita de todos y a todos.
Si la modalidad del agravio, la desconsideración y la chicana ocupan el escenario.
Si todo eso sucede más que postergar el presente, hipotecaremos el futuro.
Como cuando los sonidos de los festejos con su inusitada potencia taladraban nuestros oídos, tal como el viernes lo comentaba con su habitual estilo frontal el vecino Norberto Jesús: ¡Déjense de joder!, ¡Basta de pirotecnia!
De una vez por todas y parafraseando al gran Ortega y Gasset, me permito decir: Dorreguenses (Funcionarios, concejales y dirigentes) ¡a las cosas!