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Habló Correa: "Fue un acto de cobardía que me tiene sin cuidado"

Los primeros días de la gestión del Capitán Pablo Correa, al frente de la Comisaría local han estado signados por una serie de hechos, que por sus características causan no pocas conjeturas y también mucha preocupación, máxime si se tiene en cuenta el escaso lapso en que estos ocurrieron.

La “bienvenida” estuvo dada por el vuelco de una de las escasas unidades móviles que dispone la repartición: una camioneta que estaba asignada a la Patrulla Rural, cuyo conductor resultó con varias heridas al producirse un vuelco en proximidades de la ciudad.

No resulta nuevo la rotura de vehículos (claves para el desarrollo de las tareas de seguridad) y habla del maltrato del que suelen ser objeto producto de la impericia o negligencia de algunos de sus chóferes. Trascendió que en el último accidente, el Policía que conducía el rodado se “había dormido”.

En virtud del estado general de la planta automotriz y antecedentes existentes, no solo se habría sugerido que se extremen los cuidados, sino producido algunas variantes para preservar en condiciones los medios que dispone la repartición.

Pero sin lugar a dudas que la de ayer resultó “una jornada negra” en materia policial.
Los serios destrozos provocados a unos cuarenta bolsones de almacenaje de cereales, de la firma local Raúl H. Pérez, fue la primera de las ingratas noticias.

La habilidad, aparente tranquilidad con que actuaron y el daño provocado, surgen entre los primeros elementos de un caso donde más que llevar, los autores pretendieron “dejar un mensaje” con su accionar vandálico.

La leyenda escrita en uno de los silos que quedaron sin dañar, resultó elocuente en cuanto al destinatario: “Correa devolvé la plata que nos robaste en Sierra...”

No repuestos de este impacto las autoridades policiales debieron enfrentar otro caso especial: el robo de una camioneta estacionada en las puertas de la Municipalidad, a escasos 50 metros de la Comisaría y frente a la sede de la Unidad Fiscal dorreguense.

Para cerrar el capítulo de esta “cadena de sucesos”, debe citarse los importantes destrozos producidos a un tractor, propiedad de Luis Belotti, en la zona de El Zorro.

¿Se recuerda la existencia de tres hechos delictivos en una misma jornada?
¿Se trata de una circunstancia de “casualidad” o “causalidad”?
¿Hubo osadía, profesionalismo o zona liberada?

Me permito formular algunas reflexiones, sumar algunas preguntas a un escenario donde “algunos minimizan hechos graves como los aquí expuestos” y otros (eso es lo llamativo) lo asumen como algo común.

Uno que ha seguido las crónicas y las informaciones periodísticas locales desde hace casi tres décadas, no recuerda un mensaje tan tácito y concreto dirigido a un jefe policial, que lleva menos de un mes en funciones.

Aquí hemos tenido “varios personajes de uniforme azul” (algunos exonerados y otros enjuiciados) pero nunca públicamente se conoció o presumió de pases de factura de esta índole.

Hipótesis I – La interna policial
El capitán Pablo Correa llega a la ciudad tras un breve paso en Sierra de la Ventana, perteneciente a la Departamental Bahía Blanca, debiendo recordarse que Coronel Dorrego pertenece a la estructura que tiene como cabeza a Tres Arroyos.

¿Sienten algunos que han perdido “una dependencia” a manos de un funcionario elegido a dedo?
La partida de “su jefe”, una forma de trabajo sostenida durante más de tres años o el malestar de algunos efectivos por vacaciones que hace tiempo no se otorgan. ¿Son indicios suficientes para presumir cierto malestar en la tropa?
¿Puede Correa manejarse con absoluta libertad para producir cambios que impongan un sello de gestión?
¿Se siente condicionado? ¿Buscan condicionarlo?

Hipótesis II – El mensaje político
El pedido formal realizado por el Intendente Zorzano al Ministerio de Seguridad, para repatriar al funcionario dorreguense, no es un dato menor.

Atento que para muchos sectores comunitarios la gestión de Giussia, resultó ser muy positiva, producir cambios implicaba asumir riesgos que pueden deparar éxitos o fracasos.

La decisión política del jefe comunal debe ser respaldada con el logro de resultados. Mantener los bajos índices delictivos, disponer de presencia en la calle en tareas preventivas y resolver los casos que alteraron la calma, pasa a ser de exclusiva responsabilidad policial.

Para el Capitán Correa es clave devolver con resultados, la apuesta fuerte que hizo la máxima autoridad local cuando decidió llamarlo.

En un año político, un tema sensible como la seguridad puede jugar un rol importante que ameritara de esfuerzos, dedicación y que no se “politice” una cuestión que hace al interés del conjunto.

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