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Las consecuencias de la crisis mundial, sumadas a las generadas por la situación imperante en el país marcan una preocupante realidad, cuyo impacto mayor se aguarda para los próximos meses.
Estas problemáticas exógenas se potencian aún más en nuestro distrito, producto de la devastadora sequía.
Los productores se encuentran a un costado de la ruta, al aguardo de respuestas, no descartando que retornen las medidas de protesta.
Los maestros consideran clave la presente semana, esperando que las paritarias arrojen un acuerdo que garantice el comienzo de las clases. Padres y alumnos aguardan expectantes resoluciones, sintiéndose rehenes de una puja que vuelve a instalarse cuando faltan escasos días para el inicio del ciclo lectivo.
Los comerciantes se lamentan por el marcado descenso de las ventas, los clientes parecen una “especie en extinción” y los costos operativos han aumentado.
Desde el municipio se reconoce que en forma parcial o total, se asiste mensualmente a unas 1.500 familias , lo que representa unas 6.000 personas.
La sombra del desempleo se ubica como una suerte de manto sobre muchas personas. Algunos ya han sido despedidos, saben también que no serán los últimos.
Las esforzadas mujeres de Cáritas siguen “tejiendo” estrategias, con voluntad y sacrificio para responder las requisitorias de un año duro.
La cosecha pasó como una ráfaga de viento; mientras que la temporada en Monte Hermoso se prepara para sus últimos días. Todos aquellos que encontraban alternativas “para tirar” el resto del año, se lamentan hoy por lo exiguas que resultan las mismas, con ingresos que distan mucho de los buenos años donde se hacía una diferencia.
Las instituciones comienzan a presupuestar un 2009 particular, tratan de achicar egresos, preguntándose como poder incrementar sus ingresos sin que resulte una carga pesada para asociados o vecinos.
La opción más “a mano” que encuentran las instituciones son las tradicionales “campañas financieras”, “bonos contribución” “rifas” o algunas otras modalidades de recaudación.
Convengamos que la ciudad está “inundada” de números y de papeles y, que a mayor necesidad se aumenta (aunque resulte contradictorio) la cantidad de personas que apuestan a que la suerte se ponga de su lado.
Ante el panorama reinante los dirigentes “afilan el lápiz” tratando de no elevar valores, procurando contener a los tradicionales (casi siempre son los mismos) colaboradores.
De igual modo algunos envían un mensaje a la sociedad: ser cautos con los gastos, orientando el dinero ingresado a mantenimiento, desarrollo de actividades o pequeñas obras.
En el plano futbolístico se comienza a mirar puertas adentro, procurando que los planteles se armen con jugadores propios. La “malaria” dará lugar a muchos chicos con condiciones, marginados por la llegada de foráneos. (habitualmente muy bien pagos).
Aguzar el ingenio parece ser la consigna de muchas personas, tanto desde lo particular como en lo institucional.
En tal sentido merece destacarse la decisión asumida por la Asociación Española: este año no realizará su habitual bono contribución “Día de la Hispanidad”, a pesar de ser una fuente de ingresos importante la habrán de suprimir, lo cual no impedirá que afronten postergadas realizaciones.
Según expresiones de su Presidente, Diego López Soler, analizaron que era inviable su concreción, temiendo que no se registre la adhesión habitual; además de considerar de mucho riesgo institucional asumir el compromiso económico del pago de los premios, ante la incertidumbre reinante.
Pero no quedan allí las decisiones de esta Comisión Directiva y en función de un deseo de larga data, orientarán sus esfuerzos a la apertura del salón de fiestas, ubicado sobre la calle Yrigoyen.
Descartada la puesta en marcha de la rifa, prevén el desarrollo de la paella del 12 de Octubre, para lo cual se abocarán a concretar los baños del “viejo tinglado”, teniendo previsto realizar su cena en las propias instalaciones, las cuales se acondicionarán de la mejor manera para un evento que tiene gran convocatoria.
A partir de producir ahorros y destinar ingresos a esa obra, sumarán la participación y apoyo económico de los distintos centros que conviven en la entidad, los que han comprometido su colaboración para ir concretando las distintas etapas del “gran sueño español”.
No se descartarán pequeñas campañas, a través de bonos que lleven a la participación del público con aportes mínimos.
Son conscientes que completar el ambicioso proyecto (el cual fue presentado el año pasado), demandará un tiempo prudencial y estará ajustado a las disponibilidades de dinero, las que nunca abundan.
Sus dirigentes interpretaron como clave enviar una señal a sus asociados y comunidad, por eso al decidir poner “manos a la obra” están marcando una forma de enfrentar la crisis, donde además de la prudencia y el ingenio, es necesario el coraje para en “malos tiempos” no quedarse cruzados de brazos.
Desde el punto de vista histórico, el “tinglado” guarda recuerdos y momentos inolvidables de “los viejos buenos tiempos”, donde albergó distintos acontecimientos sociales en sus excelentes instalaciones.
Tras convertirse primero en una cancha de fútbol 5 y luego en un boliche bailable, su recuperación ha resultado un paso importante para la institución.
Su prevista reapertura para Octubre próximo, motivará muchas horas de trabajo, trámites, inversiones y sacrificio. A no dudar que la seriedad con que se viene manejando la Comisión Directiva, será merecedora de respuestas y aportes que permitan ir cristalizando tan positivo anhelo.
Ante el pesimismo generalizado que asemeja a un desierto difícil de atravesar, la iniciativa de los españoles surge como un particular oasis, del cual es necesario se aprovisionen de energía y ganas todos aquellos que hoy no se atreven a resistir.
Estas problemáticas exógenas se potencian aún más en nuestro distrito, producto de la devastadora sequía.
Los productores se encuentran a un costado de la ruta, al aguardo de respuestas, no descartando que retornen las medidas de protesta.
Los maestros consideran clave la presente semana, esperando que las paritarias arrojen un acuerdo que garantice el comienzo de las clases. Padres y alumnos aguardan expectantes resoluciones, sintiéndose rehenes de una puja que vuelve a instalarse cuando faltan escasos días para el inicio del ciclo lectivo.
Los comerciantes se lamentan por el marcado descenso de las ventas, los clientes parecen una “especie en extinción” y los costos operativos han aumentado.
Desde el municipio se reconoce que en forma parcial o total, se asiste mensualmente a unas 1.500 familias , lo que representa unas 6.000 personas.
La sombra del desempleo se ubica como una suerte de manto sobre muchas personas. Algunos ya han sido despedidos, saben también que no serán los últimos.
Las esforzadas mujeres de Cáritas siguen “tejiendo” estrategias, con voluntad y sacrificio para responder las requisitorias de un año duro.
La cosecha pasó como una ráfaga de viento; mientras que la temporada en Monte Hermoso se prepara para sus últimos días. Todos aquellos que encontraban alternativas “para tirar” el resto del año, se lamentan hoy por lo exiguas que resultan las mismas, con ingresos que distan mucho de los buenos años donde se hacía una diferencia.
Las instituciones comienzan a presupuestar un 2009 particular, tratan de achicar egresos, preguntándose como poder incrementar sus ingresos sin que resulte una carga pesada para asociados o vecinos.
La opción más “a mano” que encuentran las instituciones son las tradicionales “campañas financieras”, “bonos contribución” “rifas” o algunas otras modalidades de recaudación.
Convengamos que la ciudad está “inundada” de números y de papeles y, que a mayor necesidad se aumenta (aunque resulte contradictorio) la cantidad de personas que apuestan a que la suerte se ponga de su lado.
Ante el panorama reinante los dirigentes “afilan el lápiz” tratando de no elevar valores, procurando contener a los tradicionales (casi siempre son los mismos) colaboradores.
De igual modo algunos envían un mensaje a la sociedad: ser cautos con los gastos, orientando el dinero ingresado a mantenimiento, desarrollo de actividades o pequeñas obras.
En el plano futbolístico se comienza a mirar puertas adentro, procurando que los planteles se armen con jugadores propios. La “malaria” dará lugar a muchos chicos con condiciones, marginados por la llegada de foráneos. (habitualmente muy bien pagos).
Aguzar el ingenio parece ser la consigna de muchas personas, tanto desde lo particular como en lo institucional.
En tal sentido merece destacarse la decisión asumida por la Asociación Española: este año no realizará su habitual bono contribución “Día de la Hispanidad”, a pesar de ser una fuente de ingresos importante la habrán de suprimir, lo cual no impedirá que afronten postergadas realizaciones.
Según expresiones de su Presidente, Diego López Soler, analizaron que era inviable su concreción, temiendo que no se registre la adhesión habitual; además de considerar de mucho riesgo institucional asumir el compromiso económico del pago de los premios, ante la incertidumbre reinante.
Pero no quedan allí las decisiones de esta Comisión Directiva y en función de un deseo de larga data, orientarán sus esfuerzos a la apertura del salón de fiestas, ubicado sobre la calle Yrigoyen.
Descartada la puesta en marcha de la rifa, prevén el desarrollo de la paella del 12 de Octubre, para lo cual se abocarán a concretar los baños del “viejo tinglado”, teniendo previsto realizar su cena en las propias instalaciones, las cuales se acondicionarán de la mejor manera para un evento que tiene gran convocatoria.
A partir de producir ahorros y destinar ingresos a esa obra, sumarán la participación y apoyo económico de los distintos centros que conviven en la entidad, los que han comprometido su colaboración para ir concretando las distintas etapas del “gran sueño español”.
No se descartarán pequeñas campañas, a través de bonos que lleven a la participación del público con aportes mínimos.
Son conscientes que completar el ambicioso proyecto (el cual fue presentado el año pasado), demandará un tiempo prudencial y estará ajustado a las disponibilidades de dinero, las que nunca abundan.
Sus dirigentes interpretaron como clave enviar una señal a sus asociados y comunidad, por eso al decidir poner “manos a la obra” están marcando una forma de enfrentar la crisis, donde además de la prudencia y el ingenio, es necesario el coraje para en “malos tiempos” no quedarse cruzados de brazos.
Desde el punto de vista histórico, el “tinglado” guarda recuerdos y momentos inolvidables de “los viejos buenos tiempos”, donde albergó distintos acontecimientos sociales en sus excelentes instalaciones.
Tras convertirse primero en una cancha de fútbol 5 y luego en un boliche bailable, su recuperación ha resultado un paso importante para la institución.
Su prevista reapertura para Octubre próximo, motivará muchas horas de trabajo, trámites, inversiones y sacrificio. A no dudar que la seriedad con que se viene manejando la Comisión Directiva, será merecedora de respuestas y aportes que permitan ir cristalizando tan positivo anhelo.
Ante el pesimismo generalizado que asemeja a un desierto difícil de atravesar, la iniciativa de los españoles surge como un particular oasis, del cual es necesario se aprovisionen de energía y ganas todos aquellos que hoy no se atreven a resistir.
