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Discriminación del Estado nacional: las diferencias entre Zorzano y Mensi

“Llueve dinero sobre los intendentes”, así tituló días atrás su columna de opinión en el influyente diario Clarín, el periodista Julio Black, indicando que la apuesta del matrimonio Kirchner para compensar una mala elección en el interior bonaerense es necesario fortalecer los apoyos al conurbano (donde se concentra el mayor caudal de votos).

Datos de una encuesta indican que para ganar la estratégica provincia de Buenos Aires, compensando el seguro castigo que recibirán en distritos fuertes, necesitan más del 50% de los votos en el segundo cordón del GBA.

Textualmente el columnista señala: “Desde la Casa Rosada se están volcando carradas de dinero sobre esos municipios, para impulsar la obra pública.

Las contrataciones y ejecuciones no correrán por cuenta del Gobierno nacional ni del provincial, lo harán directamente los intendentes. ¿De cuánto estamos hablando? De unos cinco millones de peso por día, algo así como 1.500 millones de pesos de aquí a fin de año.

Ocurre que estos fondos son distribuidos con un particular criterio de selección, personalizando estos compromisos con reuniones realizadas en la mismísima sede del gobierno nacional, donde varios Intendentes de la región recibieron con beneplácito varias contribuciones.

La alegría de unos, contrasta con la preocupación y en algunos casos, el enojo de otros: aquellos jefes comunales que sienten el peso de un aparato arrollador, que pone en marcha una bien armada estrategia de cara a los trascendentes comicios de renovación parlamentaria, utilizando para ello el poderoso peso que implica manejar la chequera estatal.

Como una suerte de “mohicano” apareció en los últimos días en este escenario, Aldo Mensi, el titular (desde hace varios años) del Ejecutivo de Coronel Pringles.

Atento a su estilo “paisano y frontal” no la anduvo con vueltas al definir la situación, enancando en su enojo a sus pares radicales Fabián Zorzano (Coronel Dorrego) y Pedro Gamalieri (Juárez).

Explicó que ", algunos intendentes de la región nos reunimos en Tres Arroyos para analizar los mecanismos a utilizar para defendernos institucionalmente de lo que, consideramos, constituye una discriminación de los municipios radicales en cuanto al reparto de las obras que tienen un destino muy claro hacia comunas justicialistas y vecinalistas, y por otro lado hay un conglomerado de gente que no ha sido atendida equilibradamente.

También debo dejar en claro que esto sucede sólo a nivel Nación porque en la Provincia no ocurre lo mismo, ya que a veces carece de recursos y sin embargo tiene un equilibrio mucho mayor".

Zorzano, que por estas horas se encuentra realizando gestiones en la capital provincial, ha sido cauto en manifestarse respecto de esta cuestión.

Quizás tenga que ver con una postura más reflexiva, tratando de evitar la profundización de la brecha que actualmente existe, consciente de la necesidad imperiosa de la ayuda oficial, conocedor también, de lo memoriosos que resultan “los dueños de la caja” en el momento de ejercitar sus castigos.

Las condiciones imperantes obligan a guardar equilibrios, a buscar métodos de acción y trabajo que propicien ser considerados en un pie de igualdad; sin desconocer tampoco, que la incidencia electoral de un distrito de menos de 20.000 habitantes, poco pesa en el mapa de un gobierno que en los grandes conglomerados tiene su mayor caudal de adhesiones y compromisos.

Ante algunas criticas recibidas desde la oposición respecto a sus constantes viajes, insistió en mantener su postura “de cabeza dura”, reclamando y peticionando para la comunidad que representa.

Resulta oportuno convenir que la Provincia ha resultado más accesible, prestando oídos a varios requerimientos, respondiendo de acuerdo a sus posibilidades.

Los aportes llegados oportunamente para combatir la plaga de la tucura, la declaración de la emergencia agropecuaria y algunas líneas de apoyo para la actividad, el recientemente entregado móvil para la Comisaría local y la visita de hoy por parte de funcionarios de turismo resultan algunas de las respuestas otorgadas en el último mes.

Ha contribuido para ello una postura más abierta por parte del actual mandatario local, fijando como premisa que Coronel Dorrego dejara su condición de aislamiento respecto de lugar de las grandes decisiones bonaerenses: La Plata.

Una muestra más de una forma particular de “hacer política” y ejercer presiones, habrá de vivirse este sábado 7 en Sierra de la Ventana, donde se realizará la Jornada de Trabajo Municipal de la Sexta Sección Electoral.

La convocatoria guarda una particularidad significativa: han sido invitados a participar intendentes del Frente para la Victoria y de agrupaciones vecinalistas, a los que se sumarán funcionarios provinciales y nacionales.

De acuerdo a algunas informaciones surgidas, “la idea radica en abordar pautas generales de trabajo en conjunto para encontrar soluciones a los problemas que aquejan a los Municipios.”

Una vez más aparece como coordinador del encuentro, el Diputado Nacional, Carlos “Cuto” Moreno, (oriundo de Tres Arroyos) un dirigente del riñón político y afectivo del matrimonio Kirchner.

Resulta una verdadera paradoja, que quien debe representar los intereses del pueblo, como tal se entiende el de todos los habitantes de la región, propicie un llamado donde queda claro que se está ejerciendo por anticipado un particular “derecho de admisión”.

Es de esperar que estas conductas discriminatorias se modifiquen, que “la igualdad ante la Ley” que manifiesta la letra de nuestra Constitución Nacional, se cumpla en la práctica.
De mantenerse estos grados de marginación: horas de angustia y preocupación dominarán el calendario de poblaciones como la nuestra.

El desequilibrio en la asistencia, la falta de respuestas y la tesitura de una idea hegemónica quizás permita circunstanciales beneficios electorales para algunos, pero sumirá en la desesperanza y en la frustración a miles de personas.

A la espera de obras y dineros que por estos lados parecen no llegar, nos contentamos hoy con las gotas (tan esperadas) de una lluvia necesaria y vital para que no mueran las últimas ilusiones.
Como siempre, seguimos dependiendo de las decisiones de arriba: la del cielo y las del gobierno.
De ambos, solo Dios parece estar dispuesto a seguir escuchando nuestras plegarias.