Según lo publicado en la víspera por el diario La Nueva Provincia, la Municipalidad de Monte Hermoso prevé para el año próximo cobrar peaje para ingresar a su jurisdicción.
Textualmente la información (que aparece en lugar preponderante en tapa) destaca que: “La posibilidad de colocar una casilla de peaje en la ruta provincial Nº 78 está siendo analizada por el Poder Ejecutivo montehermoseño, que ya ha realizado las consultas pertinentes en el área de Obras Públicas de la provincia de Buenos Aires, indicó ayer el intendente municipal, Alejandro Dichiara, durante un balance del mes más fuerte de la temporada.
La casilla estaría ubicada en el propio distrito, cerca del acceso, mientras que el dinero recaudado deberá ser utilizado con un fin concreto y difundido al público a través de cartelería que debería situarse a metros del peaje.”
Peaje implica el pago que debe realizarse como derecho para poder circular por un camino. Antiguamente, se conocía como “portazgo” a la suma que debía abonarse para cruzar cierto limite (puerta) entre dos zonas territoriales.
En términos más generales se asocia el concepto de peaje a la tasa o tarifa que se cobra a un medio de transporte terrestre, fluvial o marítimo como derecho de tránsito para utilizar la infraestructura de la respectiva vía de comunicación.
La “original” propuesta recaudadora del vecino municipio no estaría circunscripta exclusivamente a los turistas, sino que por los dichos del jefe comunal también se apunta a “los domingueros”.
"No tengo nada contra los domingueros --aclaró--. Es una alegría que vengan, porque tienen que ver con una parte social y política nuestra, es decir, del justicialismo: gente trabajadora. Pero creo que el peaje es justo porque muchos vienen a pasar el día, utilizan la ciudad, aprovechan las bondades naturales de sus playas y no dejan un solo centavo porque traen hasta la vianda en la canasta", opinó Dichiara.
Resultará imprescindible conocer mayores detalles de este anuncio periodístico, no obstante surgen algunos interrogantes y pequeñas reflexiones que me permito transmitir:
De acuerdo a los dichos del mandatario montehermoseño, falta definir el lugar de emplazamiento de la futura casilla de cobro, la que se ubicaría sobre ruta 78.
Debe recordarse que un tramo importante de la ruta pertenece al distrito de Coronel Dorrego, lo que lleva a preguntar: ¿Compartirán los beneficios ambos municipios?
De situarse del otro lado del puente, ¿Se trata de un peaje o un cobro por derechos de ingreso a la villa balnearia?
¿Los habitantes permanentes del balneario y los propietarios (con residencia en otros sitios) deberán abonar dicha tasa?
¿Están previstas tarifas diferenciadas para aquellos que deban ingresar en forma diaria?
¿Únicamente está planificado un cobro de ingreso o también de egreso?
¿Cuáles serán los destinos de los fondos recaudados?
Respecto a “los domingueros” (una gran mayoría son dorreguenses y gente de la región) surgen ciertas contradicciones ideológicas en las manifestaciones del Señor Dichiara.
¿Cuál es el pecado de llevarse lo necesario para afrontar un día de esparcimiento en las vecinas playas?
¿No pueden los trabajadores tener derecho a disfrutar de una jornada placentera junto a su familia?
“Donde hay una necesidad hay un derecho”, dijo en mítica frase Eva Perón. ¿Acaso la necesidad de pasatiempo, de disfrutar una jornada de descanso, no es también un derecho?
La remodelación de la rambla ya marcó una orientación en cuanto al trato dispensado a “los domingueros” (algunos también denominan “gasoleros”) con la para muchos: absurda eliminación de los baños públicos.
La antipática decisión no solamente perjudica a este grupo sino también al resto de los que en medio de un día de playa, deben retornar a sus lugares de hospedaje ante la emergencia o solicitar el favor de algún comerciante para”usar el baño”.
En otras ocasiones recurrir a una mesa de bar o confitería (consumición incluida) para acceder a los sanitarios.
¿Busca Monte Hermoso ser un balneario VIP, seleccionando a través de determinado perfil a sus visitantes?
Los deseos recaudadores en el vecino distrito no resultan nuevos. En más de una ocasión mencionaron la necesidad expansionista “ante la carencia de tierras y con el deseo que ampliar su territorio le otorgara otros ingresos, como los previstos por la tasa a la hectárea”.
La firme postura de nuestros representantes y comunidad, “echó por tierra” aquellas ideas, que parecen hoy buscar otras alternativas para sumar dineros a las arcas municipales.
Como idea de financiación de obras, para los montehermoseños no es mala, aunque deberán considerar lo “irritante” que resulta para una gran mayoría este tipo de pago.
Monte Hermoso quiere seguir creciendo “a expensas del resto”, lo cual no resulta nuevo: “los constantes aportes de Provincia y Nación en desmedro de otros distritos (como el nuestro) hablan de las aceitadas relaciones del vecino municipio con el poder central.
Mientras los que más aportan reciben migajas y sus autoridades deben peregrinar por los pasillos oficiales en procura de respuestas, otros se benefician (no es su culpa) con el selectivo reparto que hace de los fondos públicos la Administración K.
Dichiara aduce que el escaso Presupuesto ($ 22.000.000.-) no da margen para demasiados emprendimientos generados con recursos propios, resultando imprescindible la asistencia de otros estamentos oficiales.
Además de la búsqueda de alternativas de mayores ingresos, ¿no resultaría menester revisar cuantiosas erogaciones que demandan sostener grandes estructuras?
¿Por qué no pensar en racionalizar gastos, antes que la creación de nuevas imposiciones tributarias?
En caso que nuestros queridos y entrañables vecinos decidan la aplicación del peaje para ingresar a su territorio, sugiero dos ideas:
1.- La Municipalidad de Coronel Dorrego podría inventar una tasa “por uso de espacio aéreo”, “derecho de vuelo” o “acceso territorial”, que bien podría cobrarse a los funcionarios provinciales y nacionales que en sus constantes visitas, utilizan nuestra jurisdicción como paso obligado a Monte Hermoso.
2.- Declarar exentos de su pago a los habitantes que acrediten residencia en Coronel Dorrego, como “mínima compensación” por el cercenamiento de nuestro territorio, producido inconsultamente (tal su costumbre) por el entonces usurpador gobierno de facto, cuando decidió hace 30 años la creación de los entonces llamados “municipios urbanos”.
Textualmente la información (que aparece en lugar preponderante en tapa) destaca que: “La posibilidad de colocar una casilla de peaje en la ruta provincial Nº 78 está siendo analizada por el Poder Ejecutivo montehermoseño, que ya ha realizado las consultas pertinentes en el área de Obras Públicas de la provincia de Buenos Aires, indicó ayer el intendente municipal, Alejandro Dichiara, durante un balance del mes más fuerte de la temporada.
La casilla estaría ubicada en el propio distrito, cerca del acceso, mientras que el dinero recaudado deberá ser utilizado con un fin concreto y difundido al público a través de cartelería que debería situarse a metros del peaje.”
Peaje implica el pago que debe realizarse como derecho para poder circular por un camino. Antiguamente, se conocía como “portazgo” a la suma que debía abonarse para cruzar cierto limite (puerta) entre dos zonas territoriales.
En términos más generales se asocia el concepto de peaje a la tasa o tarifa que se cobra a un medio de transporte terrestre, fluvial o marítimo como derecho de tránsito para utilizar la infraestructura de la respectiva vía de comunicación.
La “original” propuesta recaudadora del vecino municipio no estaría circunscripta exclusivamente a los turistas, sino que por los dichos del jefe comunal también se apunta a “los domingueros”.
"No tengo nada contra los domingueros --aclaró--. Es una alegría que vengan, porque tienen que ver con una parte social y política nuestra, es decir, del justicialismo: gente trabajadora. Pero creo que el peaje es justo porque muchos vienen a pasar el día, utilizan la ciudad, aprovechan las bondades naturales de sus playas y no dejan un solo centavo porque traen hasta la vianda en la canasta", opinó Dichiara.
Resultará imprescindible conocer mayores detalles de este anuncio periodístico, no obstante surgen algunos interrogantes y pequeñas reflexiones que me permito transmitir:
De acuerdo a los dichos del mandatario montehermoseño, falta definir el lugar de emplazamiento de la futura casilla de cobro, la que se ubicaría sobre ruta 78.
Debe recordarse que un tramo importante de la ruta pertenece al distrito de Coronel Dorrego, lo que lleva a preguntar: ¿Compartirán los beneficios ambos municipios?
De situarse del otro lado del puente, ¿Se trata de un peaje o un cobro por derechos de ingreso a la villa balnearia?
¿Los habitantes permanentes del balneario y los propietarios (con residencia en otros sitios) deberán abonar dicha tasa?
¿Están previstas tarifas diferenciadas para aquellos que deban ingresar en forma diaria?
¿Únicamente está planificado un cobro de ingreso o también de egreso?
¿Cuáles serán los destinos de los fondos recaudados?
Respecto a “los domingueros” (una gran mayoría son dorreguenses y gente de la región) surgen ciertas contradicciones ideológicas en las manifestaciones del Señor Dichiara.
¿Cuál es el pecado de llevarse lo necesario para afrontar un día de esparcimiento en las vecinas playas?
¿No pueden los trabajadores tener derecho a disfrutar de una jornada placentera junto a su familia?
“Donde hay una necesidad hay un derecho”, dijo en mítica frase Eva Perón. ¿Acaso la necesidad de pasatiempo, de disfrutar una jornada de descanso, no es también un derecho?
La remodelación de la rambla ya marcó una orientación en cuanto al trato dispensado a “los domingueros” (algunos también denominan “gasoleros”) con la para muchos: absurda eliminación de los baños públicos.
La antipática decisión no solamente perjudica a este grupo sino también al resto de los que en medio de un día de playa, deben retornar a sus lugares de hospedaje ante la emergencia o solicitar el favor de algún comerciante para”usar el baño”.
En otras ocasiones recurrir a una mesa de bar o confitería (consumición incluida) para acceder a los sanitarios.
¿Busca Monte Hermoso ser un balneario VIP, seleccionando a través de determinado perfil a sus visitantes?
Los deseos recaudadores en el vecino distrito no resultan nuevos. En más de una ocasión mencionaron la necesidad expansionista “ante la carencia de tierras y con el deseo que ampliar su territorio le otorgara otros ingresos, como los previstos por la tasa a la hectárea”.
La firme postura de nuestros representantes y comunidad, “echó por tierra” aquellas ideas, que parecen hoy buscar otras alternativas para sumar dineros a las arcas municipales.
Como idea de financiación de obras, para los montehermoseños no es mala, aunque deberán considerar lo “irritante” que resulta para una gran mayoría este tipo de pago.
Monte Hermoso quiere seguir creciendo “a expensas del resto”, lo cual no resulta nuevo: “los constantes aportes de Provincia y Nación en desmedro de otros distritos (como el nuestro) hablan de las aceitadas relaciones del vecino municipio con el poder central.
Mientras los que más aportan reciben migajas y sus autoridades deben peregrinar por los pasillos oficiales en procura de respuestas, otros se benefician (no es su culpa) con el selectivo reparto que hace de los fondos públicos la Administración K.
Dichiara aduce que el escaso Presupuesto ($ 22.000.000.-) no da margen para demasiados emprendimientos generados con recursos propios, resultando imprescindible la asistencia de otros estamentos oficiales.
Además de la búsqueda de alternativas de mayores ingresos, ¿no resultaría menester revisar cuantiosas erogaciones que demandan sostener grandes estructuras?
¿Por qué no pensar en racionalizar gastos, antes que la creación de nuevas imposiciones tributarias?
En caso que nuestros queridos y entrañables vecinos decidan la aplicación del peaje para ingresar a su territorio, sugiero dos ideas:
1.- La Municipalidad de Coronel Dorrego podría inventar una tasa “por uso de espacio aéreo”, “derecho de vuelo” o “acceso territorial”, que bien podría cobrarse a los funcionarios provinciales y nacionales que en sus constantes visitas, utilizan nuestra jurisdicción como paso obligado a Monte Hermoso.
2.- Declarar exentos de su pago a los habitantes que acrediten residencia en Coronel Dorrego, como “mínima compensación” por el cercenamiento de nuestro territorio, producido inconsultamente (tal su costumbre) por el entonces usurpador gobierno de facto, cuando decidió hace 30 años la creación de los entonces llamados “municipios urbanos”.