Es ampliamente conocida la aptitud de nuestra tierra para la olivicultura, alternativa de producción que busca posicionarse en un lugar de privilegio en el distrito.
Si bien existían plantaciones de antigua data (algunas de ellas de 50 años atrás), la actividad comenzó a tomar un impulso importante en los últimos años; donde a los lugares tradicionales de la zona de Aparicio y Faro, se incorporaron inversores de distintos niveles, destacándose entre ellos Rubén Diez, de la firma Rumaroli.
Surgen como antecedentes de importancia, los emprendimientos llevados a cabo por las firmas Biolive y del productor Botini, logrando un desarrollo significativo en lo referido a la producción del olivo y a la elaboración de aceite.
Si bien buena parte de la mano de obra en época de cosecha, llega del extranjero (especialmente personas provenientes de Bolivia), han ido creciendo las posibilidades para los trabajadores locales y de la zona al surgir tareas complementarias el resto del año.
Una cuestión que varió en forma sustancial, es la referida a las condiciones laborales en este sector; las que distan muchO de los pésimos antecedentes que se registraban en otros tiempos.
Diversas crónicas periodísticas recuerdan con precisión un listado de atropellos y explotación, que incluía lugares de alojamiento no aptos, carencia de sanitarios, escasa alimentación y paga exigua.
El crecimiento productivo y económico de la actividad, ha ido de la mano de una serie de beneficios para los trabajadores, otorgándoles a éstos además de un ingreso justo, ámbitos acordes tras agotadoras jornadas de labor.
Resulta oportuno citar el aporte de dos profesionales, que han comprometido su esfuerzo y conocimientos en pos de dar un impulso de proporciones a esta producción.
El Ingeniero Mario Oscar Fernández, tanto desde su labor en el municipio como en la faz privada, ha acompañado y asesorado en torno del tema con mucha propiedad y responsabilidad.
Mientras que el italiano Marco Scanú, desde su llegada a la región, ha resultado clave en el “boom olivícola”, contando para ello con una sólida trayectoria, respaldada por su basta experiencia y su comprobada capacidad técnica y operativa.
Esta suerte de “explosión verde” coincide con etapas negativas para la Agricultura y la Ganadería, explotaciones tradicionales en toda la zona, que han visto resentida su rentabilidad y en algunos casos, hasta su continuidad.
A ello debe agregarse la difícil situación por la que atraviesa la Apicultura, una actividad que descendió abruptamente, producto de malas cosechas, precios bajos y la elevación de costos sanitarios y de alimentación.
A pesar de su pequeñez, “la aceituna” comenzó a ocupar un sitial de respeto en la consideración de los dorreguenses.
A la presencia de interesados foráneos, se agregaron inversores locales, en la búsqueda de complementar sus ingresos, diversificar explotaciones o apostar decididamente al futuro.
La creación de una Cámara que agrupa a productores de toda la región, tiene a nuestro Distrito como epicentro de la denominada “Ruta del Olivo”, agregando una nueva opción en turismo.
Los varios puestos de venta de aceite y otros productos, ubicados sobre rutas de nuestra jurisdicción, hablan de la calidad lograda y el interés que despiertan en los ocasionales visitantes.
Atento a esta realidad y en base a una adecuada planificación, ha resultado un verdadero acierto la realización de la “Primera Fiesta del Olivo”, en nuestra ciudad.
Haber sido “punta de lanza” no fue una cuestión de azar, sino de reconocimiento (por parte de otros distritos) del preponderante lugar que en materia de olivicultura, tiene Coronel Dorrego.
Si bien fue importante el aporte privado y de la Cámara Olivícola, el peso organizativo estuvo a cargo de la Municipalidad local, logrando esta primera edición un más que merecido “aprobado”.
En tal sentido la idea que fue motorizada desde la Secretaría Técnica, que tiene al Ingeniero Fabián Ferrero como responsable, encontró un entusiasta grupo de colaboradores en las áreas de Producción y Turismo, sumándose luego otras Direcciones municipales y su personal, aunando criterios y sumando voluntades para el auspicioso logro final.
El Intendente Fabián Zorzano se puso al frente del Proyecto, procurando apoyos, interesando a “la Provincia”y acompañando en forma decida cada uno de los pasos dados; diciendo presente en cada momento de la fiesta.
Si bien fue un trabajo de equipo, surgen algunos nombres propios, que fueron baluartes en la etapa previa y durante el desarrollo de la Fiesta, tales los casos de la Licenciada Victoria Agriello y Delia Ruiz, que resultaron verdaderos pilares de la organización.
Importante fue la misión de Prensa y Protocolo, donde emerge la sobriedad y seriedad del Licenciado Gabriel Bermúdez, cuidando detalles y facilitando la cobertura de la prensa.
Marco Scanú, brindó un significativo aporte en la faz técnica y fue el nexo con expositores y productores.
Mientras que Rubén Diez, sigue demostrando con sus acciones e inversiones el cariño y compromiso que siente por Dorrego y su gente.
Durante las tres jornadas se vivieron momentos especiales, que merecen destacarse:
- La inauguración de la fábrica de aceite de la firma Rumaroli.
- La presencia del Ministro de Asuntos Agrarios bonaerense, Emilio Monzó, dándole respaldo institucional al evento.
- El interés que despertaron las charlas técnicas, incluyendo la presencia de mucho público.
- El concurso de platos con aceite de oliva (27 participantes) y la visita de José Luís Godoy, prestigioso Chef Internacional.
- El magnifico cierre en el Polideportivo, con espectáculos de gran nivel artístico y un excelente servicio gastronómico, que tuvo a varias instituciones locales como responsables.
El éxito organizativo, el entusiasmo de expositores y la importante participación de los vecinos, alentará para corregir errores y fortificar los halagüeños resultados conseguidos.
Conviene señalar que “La Fiesta del Olivo”, refuerza el calendario de eventos locales; debiendo procurarse que adquiera el rotulo de: “Provincial”, para posicionarla entre los grandes acontecimientos bonaerenses.
La fiesta del olivo comenzó a dar sus primeros frutos y tal como las plantaciones que la misma promociona, sabe que el tiempo será fundamental en su crecimiento y consolidación; siendo necesario regarla a diario para que nos permita (a todos) disfrutar de una gran cosecha en el futuro.
Si bien existían plantaciones de antigua data (algunas de ellas de 50 años atrás), la actividad comenzó a tomar un impulso importante en los últimos años; donde a los lugares tradicionales de la zona de Aparicio y Faro, se incorporaron inversores de distintos niveles, destacándose entre ellos Rubén Diez, de la firma Rumaroli.
Surgen como antecedentes de importancia, los emprendimientos llevados a cabo por las firmas Biolive y del productor Botini, logrando un desarrollo significativo en lo referido a la producción del olivo y a la elaboración de aceite.
Si bien buena parte de la mano de obra en época de cosecha, llega del extranjero (especialmente personas provenientes de Bolivia), han ido creciendo las posibilidades para los trabajadores locales y de la zona al surgir tareas complementarias el resto del año.
Una cuestión que varió en forma sustancial, es la referida a las condiciones laborales en este sector; las que distan muchO de los pésimos antecedentes que se registraban en otros tiempos.
Diversas crónicas periodísticas recuerdan con precisión un listado de atropellos y explotación, que incluía lugares de alojamiento no aptos, carencia de sanitarios, escasa alimentación y paga exigua.
El crecimiento productivo y económico de la actividad, ha ido de la mano de una serie de beneficios para los trabajadores, otorgándoles a éstos además de un ingreso justo, ámbitos acordes tras agotadoras jornadas de labor.
Resulta oportuno citar el aporte de dos profesionales, que han comprometido su esfuerzo y conocimientos en pos de dar un impulso de proporciones a esta producción.
El Ingeniero Mario Oscar Fernández, tanto desde su labor en el municipio como en la faz privada, ha acompañado y asesorado en torno del tema con mucha propiedad y responsabilidad.
Mientras que el italiano Marco Scanú, desde su llegada a la región, ha resultado clave en el “boom olivícola”, contando para ello con una sólida trayectoria, respaldada por su basta experiencia y su comprobada capacidad técnica y operativa.
Esta suerte de “explosión verde” coincide con etapas negativas para la Agricultura y la Ganadería, explotaciones tradicionales en toda la zona, que han visto resentida su rentabilidad y en algunos casos, hasta su continuidad.
A ello debe agregarse la difícil situación por la que atraviesa la Apicultura, una actividad que descendió abruptamente, producto de malas cosechas, precios bajos y la elevación de costos sanitarios y de alimentación.
A pesar de su pequeñez, “la aceituna” comenzó a ocupar un sitial de respeto en la consideración de los dorreguenses.
A la presencia de interesados foráneos, se agregaron inversores locales, en la búsqueda de complementar sus ingresos, diversificar explotaciones o apostar decididamente al futuro.
La creación de una Cámara que agrupa a productores de toda la región, tiene a nuestro Distrito como epicentro de la denominada “Ruta del Olivo”, agregando una nueva opción en turismo.
Los varios puestos de venta de aceite y otros productos, ubicados sobre rutas de nuestra jurisdicción, hablan de la calidad lograda y el interés que despiertan en los ocasionales visitantes.
Atento a esta realidad y en base a una adecuada planificación, ha resultado un verdadero acierto la realización de la “Primera Fiesta del Olivo”, en nuestra ciudad.
Haber sido “punta de lanza” no fue una cuestión de azar, sino de reconocimiento (por parte de otros distritos) del preponderante lugar que en materia de olivicultura, tiene Coronel Dorrego.
Si bien fue importante el aporte privado y de la Cámara Olivícola, el peso organizativo estuvo a cargo de la Municipalidad local, logrando esta primera edición un más que merecido “aprobado”.
En tal sentido la idea que fue motorizada desde la Secretaría Técnica, que tiene al Ingeniero Fabián Ferrero como responsable, encontró un entusiasta grupo de colaboradores en las áreas de Producción y Turismo, sumándose luego otras Direcciones municipales y su personal, aunando criterios y sumando voluntades para el auspicioso logro final.
El Intendente Fabián Zorzano se puso al frente del Proyecto, procurando apoyos, interesando a “la Provincia”y acompañando en forma decida cada uno de los pasos dados; diciendo presente en cada momento de la fiesta.
Si bien fue un trabajo de equipo, surgen algunos nombres propios, que fueron baluartes en la etapa previa y durante el desarrollo de la Fiesta, tales los casos de la Licenciada Victoria Agriello y Delia Ruiz, que resultaron verdaderos pilares de la organización.
Importante fue la misión de Prensa y Protocolo, donde emerge la sobriedad y seriedad del Licenciado Gabriel Bermúdez, cuidando detalles y facilitando la cobertura de la prensa.
Marco Scanú, brindó un significativo aporte en la faz técnica y fue el nexo con expositores y productores.
Mientras que Rubén Diez, sigue demostrando con sus acciones e inversiones el cariño y compromiso que siente por Dorrego y su gente.
Durante las tres jornadas se vivieron momentos especiales, que merecen destacarse:
- La inauguración de la fábrica de aceite de la firma Rumaroli.
- La presencia del Ministro de Asuntos Agrarios bonaerense, Emilio Monzó, dándole respaldo institucional al evento.
- El interés que despertaron las charlas técnicas, incluyendo la presencia de mucho público.
- El concurso de platos con aceite de oliva (27 participantes) y la visita de José Luís Godoy, prestigioso Chef Internacional.
- El magnifico cierre en el Polideportivo, con espectáculos de gran nivel artístico y un excelente servicio gastronómico, que tuvo a varias instituciones locales como responsables.
El éxito organizativo, el entusiasmo de expositores y la importante participación de los vecinos, alentará para corregir errores y fortificar los halagüeños resultados conseguidos.
Conviene señalar que “La Fiesta del Olivo”, refuerza el calendario de eventos locales; debiendo procurarse que adquiera el rotulo de: “Provincial”, para posicionarla entre los grandes acontecimientos bonaerenses.
La fiesta del olivo comenzó a dar sus primeros frutos y tal como las plantaciones que la misma promociona, sabe que el tiempo será fundamental en su crecimiento y consolidación; siendo necesario regarla a diario para que nos permita (a todos) disfrutar de una gran cosecha en el futuro.