Nunca se asistió a un experimento orgánico como el que puso en marcha Mauricio Macri y que hoy el ex senador Duhalde procura extender a la provincia de Buenos Aires, con Francisco De Narváez, Felipe Solá y el ganadero Jorge Srodek.
La dirigencia agropecuaria se lanza en forma abierta al abordaje del Estado al que primero sitió desde sus órganos gremiales. Macri es el epifenómeno argentino de esta privatización del Estado cuyo paradigma es el jefe de gobierno de Italia, Silvio Berlusconi.
De Narváez también procura trocar la fortuna heredada en poder político. Quienes lo conocieron en las oficinas de Casa Tía en la avenida Santa Fe recuerdan sus extravagancias: para desconcertar a sus visitantes solía recibirlos disfrazado, con un gorro de pieles de Davy Crockett, con música de rock a todo volumen y representando una pelea con una secretaria bella y altísima, también cubierta por un gorro de pieles, a la que fingía maltratar para incomodidad de sus interlocutores.
Contratista de la Sociedad Rural en la explotación del predio malhabido de Palermo, por el que sigue abierta una causa judicial, accionista del canal América de televisión junto con Manzano pese a que la legislación vigente prohíbe a un diputado esas actividades, con otros negocios menos visibles que de conocerse cambiarían el eje de la campaña, De Narváez se beneficia con la timidez de un gobierno que, como el de Alfonsín, ladra más de lo que muerde.
Su asistente principal en la tarea de reclutamiento de empresarios rurales es el vicepresidente de la poderosa Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, Carbap, Jorge Srodek, un ganadero con miles de hectáreas en Coronel Dorrego pero residente en Vicente López.
Si el peronismo llegó a incorporar un tercio de sindicalistas obreros en sus boletas, Srodek acordó con De Narváez y Duhalde que un cuarto de los candidatos provengan de las organizaciones patronales. Esta injerencia del duhaldismo provoca escozor a Macri.
El bloque agrario
La constitución de un bloque agrario procura redimir en la contienda electoral las posiciones a las que ya no puede aspirar por medio del golpe de Estado. Como De Narváez y Solá, también Srodek tiene una relación especial con Eduardo Duhalde, el padrino de esta movida.
Divorciado, padre de seis hijos, Srodek salió con una amiga del matrimonio Duhalde y participó de su intimidad familiar. En la última Expoagro, Srodek fue el lazarillo que guió a la senadora Hilda González de Duhalde.
Los Duhalde fueron quienes lo vincularon con De Narváez. La relación creció cuando descubrieron que los abuelos de Srodek y De Narváez habían llegado juntos a la Argentina. Carlos Steuer huyó de Praga, donde había iniciado su cadena de tiendas baratas, en 1939. Llegó a la Argentina luego de una escala en Bogotá. Allí se casó su hija Doris con el cafetalero Juan De Narváez y nació su nieto Francisco.
Srodek, quien comenzó a militar en 2002, se define como un hijo de las cacerolas y el “que se vayan todos”. Su hermano Edgardo Srodek fue el principal colaborador de Ricardo López Murphy en Recrear. Decepcionado de la política, hoy vive en Punta del Este. En 2007, Jorge Srodek propuso que los toros campeones desfilaran en la muestra de la Sociedad Rural con crespones de luto. La iniciativa no fue aceptada y Srodek instaló en una tribuna carteles con críticas al gobierno que anticipaban el conflicto posterior.
Ese mismo año Duhalde, De Narváez y Macri lo incorporaron como candidato a senador por la sección electoral 6ª, donde obtuvo 7,8 por ciento de los votos, la mitad que De Narváez y Jorge Macri en el total de la provincia. Fue el principal impulsor de la idea de que las entidades patronales presentaran candidatos en distintas listas y que una vez electos se reunieran en el Congreso.
No es una mera concepción teórica. Además, Srodek se dedicó a poner en contacto a otros empresarios de Carbap con los partidos radicales, la Coalición Cívica Libertadora y el Gen. Según el periodista Jorge Matheus, quien fue jefe de prensa de Solá en la Secretaría de Agricultura, durante la muestra agropecuaria de Trenque Lauquen, en noviembre de 2008, “el discurso de Srodek fue prepotente, irrespetuoso y desconsiderado para con las autoridades. Sonó a preanarquía, convocatoria al desorden, falta de consideración por las instituciones democráticas” matheusjorge.blogspot.com).
Sarmiento escribió en El Censor el 9 de enero de 1.886: “No quieren saber nada de derechos, de impuestos a la hacienda. Quieren que el gobierno, quieren que nosotros, que no tenemos una vaca, contribuyamos a duplicarles o triplicarles su fortuna a (...) todos los millonarios que pasan su vida mirando cómo paren las vacas. En ese estado está la cuestión, y como resulta que las Cámaras también están formadas por ganaderos, veremos mañana la canción de siempre: el payar de la guitarra a la sombra del ombú de la pampa y a la puerta del rancho de paja”.
Aunque hoy la soja haya desplazado a la ganadería, el proyecto de una Argentina atendida por sus dueños es el más brutal salto hacia atrás que pueda imaginarse.
La dirigencia agropecuaria se lanza en forma abierta al abordaje del Estado al que primero sitió desde sus órganos gremiales. Macri es el epifenómeno argentino de esta privatización del Estado cuyo paradigma es el jefe de gobierno de Italia, Silvio Berlusconi.
De Narváez también procura trocar la fortuna heredada en poder político. Quienes lo conocieron en las oficinas de Casa Tía en la avenida Santa Fe recuerdan sus extravagancias: para desconcertar a sus visitantes solía recibirlos disfrazado, con un gorro de pieles de Davy Crockett, con música de rock a todo volumen y representando una pelea con una secretaria bella y altísima, también cubierta por un gorro de pieles, a la que fingía maltratar para incomodidad de sus interlocutores.
Contratista de la Sociedad Rural en la explotación del predio malhabido de Palermo, por el que sigue abierta una causa judicial, accionista del canal América de televisión junto con Manzano pese a que la legislación vigente prohíbe a un diputado esas actividades, con otros negocios menos visibles que de conocerse cambiarían el eje de la campaña, De Narváez se beneficia con la timidez de un gobierno que, como el de Alfonsín, ladra más de lo que muerde.
Su asistente principal en la tarea de reclutamiento de empresarios rurales es el vicepresidente de la poderosa Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, Carbap, Jorge Srodek, un ganadero con miles de hectáreas en Coronel Dorrego pero residente en Vicente López.
Si el peronismo llegó a incorporar un tercio de sindicalistas obreros en sus boletas, Srodek acordó con De Narváez y Duhalde que un cuarto de los candidatos provengan de las organizaciones patronales. Esta injerencia del duhaldismo provoca escozor a Macri.
El bloque agrario
La constitución de un bloque agrario procura redimir en la contienda electoral las posiciones a las que ya no puede aspirar por medio del golpe de Estado. Como De Narváez y Solá, también Srodek tiene una relación especial con Eduardo Duhalde, el padrino de esta movida.
Divorciado, padre de seis hijos, Srodek salió con una amiga del matrimonio Duhalde y participó de su intimidad familiar. En la última Expoagro, Srodek fue el lazarillo que guió a la senadora Hilda González de Duhalde.
Los Duhalde fueron quienes lo vincularon con De Narváez. La relación creció cuando descubrieron que los abuelos de Srodek y De Narváez habían llegado juntos a la Argentina. Carlos Steuer huyó de Praga, donde había iniciado su cadena de tiendas baratas, en 1939. Llegó a la Argentina luego de una escala en Bogotá. Allí se casó su hija Doris con el cafetalero Juan De Narváez y nació su nieto Francisco.
Srodek, quien comenzó a militar en 2002, se define como un hijo de las cacerolas y el “que se vayan todos”. Su hermano Edgardo Srodek fue el principal colaborador de Ricardo López Murphy en Recrear. Decepcionado de la política, hoy vive en Punta del Este. En 2007, Jorge Srodek propuso que los toros campeones desfilaran en la muestra de la Sociedad Rural con crespones de luto. La iniciativa no fue aceptada y Srodek instaló en una tribuna carteles con críticas al gobierno que anticipaban el conflicto posterior.
Ese mismo año Duhalde, De Narváez y Macri lo incorporaron como candidato a senador por la sección electoral 6ª, donde obtuvo 7,8 por ciento de los votos, la mitad que De Narváez y Jorge Macri en el total de la provincia. Fue el principal impulsor de la idea de que las entidades patronales presentaran candidatos en distintas listas y que una vez electos se reunieran en el Congreso.
No es una mera concepción teórica. Además, Srodek se dedicó a poner en contacto a otros empresarios de Carbap con los partidos radicales, la Coalición Cívica Libertadora y el Gen. Según el periodista Jorge Matheus, quien fue jefe de prensa de Solá en la Secretaría de Agricultura, durante la muestra agropecuaria de Trenque Lauquen, en noviembre de 2008, “el discurso de Srodek fue prepotente, irrespetuoso y desconsiderado para con las autoridades. Sonó a preanarquía, convocatoria al desorden, falta de consideración por las instituciones democráticas” matheusjorge.blogspot.com).
Sarmiento escribió en El Censor el 9 de enero de 1.886: “No quieren saber nada de derechos, de impuestos a la hacienda. Quieren que el gobierno, quieren que nosotros, que no tenemos una vaca, contribuyamos a duplicarles o triplicarles su fortuna a (...) todos los millonarios que pasan su vida mirando cómo paren las vacas. En ese estado está la cuestión, y como resulta que las Cámaras también están formadas por ganaderos, veremos mañana la canción de siempre: el payar de la guitarra a la sombra del ombú de la pampa y a la puerta del rancho de paja”.
Aunque hoy la soja haya desplazado a la ganadería, el proyecto de una Argentina atendida por sus dueños es el más brutal salto hacia atrás que pueda imaginarse.