Motivado por mi retorno a la radio el primero de septiembre decidí iniciar el programa con una nota editorial. Con el correr de los días aquella propuesta que pretendía ser circunstancial se convirtió en una costumbre diaria, formando parte fundamental de este espacio y obligándome a una exigencia extra en la búsqueda de temas que hagan al interés de la gente y que generen debate o al menos despierten inquietud en el público.
El lugar asignado por el editor de esta página permitió que el mensaje se propalara ampliamente, agregándole la versión escrita que otorga a esta humilde opinión la condición de un documento perdurable.
Hoy estoy redactando la nota editorial 50, número que encierra el primer mojón en cifras de un desafío de pensamiento que con gusto asumo.
No solo quiero compartir este momento con audiencia y lectores, sino agradecer elogiosos conceptos que muchas veces han dispensado a mis escritos.
Al arribar hoy a este medio centenar de notas deseo compartir con ustedes un brindis que encierre momentos de este particular año 2008:
BRINDO por los que tendrán esta noche una mesa vacía, privados de las exquisiteces que abundarán en muchas otras; los acompaño desde la palabra y pido para ellos no solo una noche sino muchos días buenos.
BRINDO por el ejercicio pleno de los derechos ciudadanos que reivindicaron en su lucha los auto convocados de Oriente.
BRINDO por las buenas noticias que propiciaron para la ciudad las Escuelas Especiales 501 y 502; por los premios obtenidos, por la tarea integradora, por las magnificas jornadas en la semana de la discapacidad, por aquella murga que le puso calor y color a la indiferencia de tantos.
BRINDO por los éxitos de muchos de nuestros jóvenes en competencias deportivas o culturales; por aquellos que obtuvieron meritorias notas en sus estudios, por esos otros que fueron considerados por sus condiciones humanas. También por aquellos que esperan un trabajo, que están excluidos y desesperanzados.
BRINDO por las instituciones locales y de la zona que aportan a la vida comunitaria, por el esfuerzo de sus dirigentes, por sus luchas cotidianas para mantener estructuras y seguir brindando servicios.
BRINDO por la constancia, el trabajo y el esfuerzo de los chicos del Taller Protegido verdaderos “héroes del silencio” en una lucha que no sabe de pausas, que no admite renunciamientos.
BRINDO por los que esta noche se mantendrán en vigilia: Personal de la Salud, Bomberos, Policías y tantos trabajadores que deberán cumplir tareas alejados de sus familias.
BRINDO por los recolectores de residuos que este 25 y el primero recogerán en su marcha los restos de prolongadas noches; andarán levantando bolsas, arrojando tachos, llevando a cuestas su cansancio… cumpliendo como pocos su deber.
BRINDO por los que dan sin esperar recompensa, por los que ejercitan la solidaridad desde el sentimiento y no desde la conveniencia.
BRINDO por aquellos vecinos que se juntaron para pedir justicia en multitudinaria manifestación en Independiente, acción que no pasó desapercibida, que fue escuchada.
BRINDO por los que se animaron a levantar la voz y resistir ante el atropello. Por los que se unieron en la adversidad en reclamos que consideraron justos, por los que no se dejaron manipular por los poderosos que solo defendían sus exclusivos intereses.
BRINDO por el cuarto de siglo que cumplió la democracia. Como tantos exijo respuestas a nuestros dirigentes en asignaturas pendientes y en el cumplimiento de promesas de campaña.
BRINDO por los nuevos aires que soplan en nuestros lares donde la convivencia parece ser posible, de igual modo el respeto a las ideas del adversario y a la libre expresión.
BRINDO por las muestras de capacidad de esos que creemos distintos, que ignoramos y muchas veces marginamos:
Por la voluntad y las ganas de seguir su camino, por la lección de vida que nos sigue dando José Bernatene desde su eterna sillas de ruedas.
Por la constancia puesta en cada entrenamiento, por el atlético andar de Juan Domingo Melo en la búsqueda de su ansiada meta.
Por el esfuerzo para enfrentar barreras de Cristian De Marco, cursando el Profesorado de Historia a pesar de su condición de no vidente; dándose también tiempo para un compromiso social y cultural permanente.
Por el pedaleo de un reparto hecho con responsabilidad, por el respeto que dispensa a los mayores, por no esperar de la dadiva o la limosna para su propio sustento, por el positivo mensaje que nos deja con su sola presencia Miguelito Vera Pinto.
Por la responsabilidad con que asumió su primer trabajo la joven Soledad Gallego, por transformar sus dificultades en un motivo para demostrar que la perseverancia tiene sus premios.
BRINDO por los que siguen plantando semillas a pesar de la sequía. Por la gente que se mantiene como un símbolo de resistencia en las pequeñas localidades, parajes y estaciones del distrito.
BRINDO por los que predican con la palabra pero también con el ejemplo. Por los que ponen la otra mejilla.
BRINDO por el largo silencio de los padres del dolor. Por la niña de los ojos claros que disfrutará con los suyos el milagro de su propia navidad. Valoro la meditada espera que dio paso a la carta de ayer: palabras surgidas del dolor, de heridas que no cicatrizaron pero que permitieron reflexionar y marcar circunstancias, que dieron lugar a múltiples agradecimientos. Palabras que surgieron justas en tiempos especiales donde resulta más fácil poder escuchar, que exigirán también saber leer en su total plenitud.
BRINDO por ustedes, compañeros de esta rutina de contar cosas y de transmitir momentos, agradezco tanto apoyo y predisposición para cubrir mis ausencias.
BRINDO por ustedes, fieles y consecuentes oyentes que hicieron del programa una costumbre de encuentro esperado.
BRINDO porque después de todo, a pesar de todo… todavía cantamos.
El lugar asignado por el editor de esta página permitió que el mensaje se propalara ampliamente, agregándole la versión escrita que otorga a esta humilde opinión la condición de un documento perdurable.
Hoy estoy redactando la nota editorial 50, número que encierra el primer mojón en cifras de un desafío de pensamiento que con gusto asumo.
No solo quiero compartir este momento con audiencia y lectores, sino agradecer elogiosos conceptos que muchas veces han dispensado a mis escritos.
Al arribar hoy a este medio centenar de notas deseo compartir con ustedes un brindis que encierre momentos de este particular año 2008:
BRINDO por los que tendrán esta noche una mesa vacía, privados de las exquisiteces que abundarán en muchas otras; los acompaño desde la palabra y pido para ellos no solo una noche sino muchos días buenos.
BRINDO por el ejercicio pleno de los derechos ciudadanos que reivindicaron en su lucha los auto convocados de Oriente.
BRINDO por las buenas noticias que propiciaron para la ciudad las Escuelas Especiales 501 y 502; por los premios obtenidos, por la tarea integradora, por las magnificas jornadas en la semana de la discapacidad, por aquella murga que le puso calor y color a la indiferencia de tantos.
BRINDO por los éxitos de muchos de nuestros jóvenes en competencias deportivas o culturales; por aquellos que obtuvieron meritorias notas en sus estudios, por esos otros que fueron considerados por sus condiciones humanas. También por aquellos que esperan un trabajo, que están excluidos y desesperanzados.
BRINDO por las instituciones locales y de la zona que aportan a la vida comunitaria, por el esfuerzo de sus dirigentes, por sus luchas cotidianas para mantener estructuras y seguir brindando servicios.
BRINDO por la constancia, el trabajo y el esfuerzo de los chicos del Taller Protegido verdaderos “héroes del silencio” en una lucha que no sabe de pausas, que no admite renunciamientos.
BRINDO por los que esta noche se mantendrán en vigilia: Personal de la Salud, Bomberos, Policías y tantos trabajadores que deberán cumplir tareas alejados de sus familias.
BRINDO por los recolectores de residuos que este 25 y el primero recogerán en su marcha los restos de prolongadas noches; andarán levantando bolsas, arrojando tachos, llevando a cuestas su cansancio… cumpliendo como pocos su deber.
BRINDO por los que dan sin esperar recompensa, por los que ejercitan la solidaridad desde el sentimiento y no desde la conveniencia.
BRINDO por aquellos vecinos que se juntaron para pedir justicia en multitudinaria manifestación en Independiente, acción que no pasó desapercibida, que fue escuchada.
BRINDO por los que se animaron a levantar la voz y resistir ante el atropello. Por los que se unieron en la adversidad en reclamos que consideraron justos, por los que no se dejaron manipular por los poderosos que solo defendían sus exclusivos intereses.
BRINDO por el cuarto de siglo que cumplió la democracia. Como tantos exijo respuestas a nuestros dirigentes en asignaturas pendientes y en el cumplimiento de promesas de campaña.
BRINDO por los nuevos aires que soplan en nuestros lares donde la convivencia parece ser posible, de igual modo el respeto a las ideas del adversario y a la libre expresión.
BRINDO por las muestras de capacidad de esos que creemos distintos, que ignoramos y muchas veces marginamos:
Por la voluntad y las ganas de seguir su camino, por la lección de vida que nos sigue dando José Bernatene desde su eterna sillas de ruedas.
Por la constancia puesta en cada entrenamiento, por el atlético andar de Juan Domingo Melo en la búsqueda de su ansiada meta.
Por el esfuerzo para enfrentar barreras de Cristian De Marco, cursando el Profesorado de Historia a pesar de su condición de no vidente; dándose también tiempo para un compromiso social y cultural permanente.
Por el pedaleo de un reparto hecho con responsabilidad, por el respeto que dispensa a los mayores, por no esperar de la dadiva o la limosna para su propio sustento, por el positivo mensaje que nos deja con su sola presencia Miguelito Vera Pinto.
Por la responsabilidad con que asumió su primer trabajo la joven Soledad Gallego, por transformar sus dificultades en un motivo para demostrar que la perseverancia tiene sus premios.
BRINDO por los que siguen plantando semillas a pesar de la sequía. Por la gente que se mantiene como un símbolo de resistencia en las pequeñas localidades, parajes y estaciones del distrito.
BRINDO por los que predican con la palabra pero también con el ejemplo. Por los que ponen la otra mejilla.
BRINDO por el largo silencio de los padres del dolor. Por la niña de los ojos claros que disfrutará con los suyos el milagro de su propia navidad. Valoro la meditada espera que dio paso a la carta de ayer: palabras surgidas del dolor, de heridas que no cicatrizaron pero que permitieron reflexionar y marcar circunstancias, que dieron lugar a múltiples agradecimientos. Palabras que surgieron justas en tiempos especiales donde resulta más fácil poder escuchar, que exigirán también saber leer en su total plenitud.
BRINDO por ustedes, compañeros de esta rutina de contar cosas y de transmitir momentos, agradezco tanto apoyo y predisposición para cubrir mis ausencias.
BRINDO por ustedes, fieles y consecuentes oyentes que hicieron del programa una costumbre de encuentro esperado.
BRINDO porque después de todo, a pesar de todo… todavía cantamos.