El mantenimiento de las listas sabanas -a pesar de las críticas constantes y de las promesas de modificación electoral nunca cumplidas- sigue siendo un objetable instrumento de elección de nuestros representantes.
La carencia de un sistema que permita poder seleccionar a los candidatos de las distintas listas, lleva a que los ciudadanos “voten” pero no siempre “elijan”, porque entre aspirantes respetables y probos se mezclan muchos “impresentables” y también verdaderos desconocidos que suelen ir de relleno y terminan ocupando lugares importantes de representación pública.
Estas cuestiones se potenciaron en los últimos tiempos al no habilitarse las elecciones internas, dando paso a particulares como discutidas formas de selección que dejaron de lado la participación y la discusión de ideas.
“Prestar el nombre”, “acompañar en una lista en un puesto no muy expectante” y las famosas “testimoniales”, forman parte de muchas candidaturas sin mayor compromiso, que por diferentes razones suelen poner en bancas deliberativas o legislativas a personas que no tenían esa intención o a otras que producto de los corrimientos, renuncias o pedidos de licencia terminan “entrando por la ventana”.
No es exclusivo de los partidos tradicionales la conformación de “listas a medida”, incurriendo en idénticos errores aquellos que se presentan como “la nueva política”.
En tal sentido “Unión-Pro” ha sumado varios ejemplos cercanos, donde quedaron expuestas claramente muchas desprolijidades en el armado de sus listas.
El mayor “desaguisado” pasó por la conformación de la boleta seccional, donde salvo excepciones, la mayoría de los medios de la región hizo la vista gorda respecto al manoseo existente y la poca transparencia en la composición de los distintos lugares.
El primer caso a citar es el de Jorge Srodek, quién en principio aspiraba a un lugar expectante en los aspirantes a Diputados de la Nación y que sobre la hora terminó arrebatándole el número uno al actual Diputado Provincial, Marcelo Di Pascuale.
El ex Intendente montehermoseño “había caminado la sección” armando la estructura “Felipista” y en función de sus antecedentes (12 años al frente del Ejecutivo y 4 como legislador), confiaba que era número puesto para encabezar la nómina del PJ disidente, sin tener en cuenta que el “padrinazgo” de De Narváez, resultaría clave para catapultar al productor y dirigente gremial agropecuario al tope de la lista.
Resueltos el 1 y 2 apareció el dedo de Felipe Solá que “eyectó” desde La Plata a su actual pareja (María Helena Chaves) al tercer lugar, ocupando el cupo femenino.
El hecho de ser una desconocida en la sección que aspiraba a poder representar y fundamentalmente las menciones criticas a esa “candidatura familiar”, hicieron desistir al ex gobernador con tamaño despropósito.
Una vez más la mayoría de la prensa fue benévola con un proceder reprochable, no pasando de algunas expresiones que rápidamente perdieron consistencia.
Luego surgió el nombre de una dirigente bahiense que iba como candidata a Concejal, no pudiendo “abrirse la lista” porque la misma estaba oficializada.
Es entonces que se siguen sumando desatinos a esta novela de enredos, quedando postergada la dorreguense Alejandra Aristegui, que del sexto lugar debía saltar al tercero.
Presiones, sugerencias y la “inviabilidad política” que dos referentes de un mismo distrito se ubiquen en los tres primeros sitios, produjo el arribo a ese privilegiado lugar de una dirigente que estaba ubicada en noveno término.
La ignota Verónica Couly, desconocida hasta para los propios bahienses, será a partir del 10 de diciembre Diputada Provincial, con mandato hasta 2013, producto de la particular y “poco democrática” forma de elegir candidatos/as de un sector que dice privilegiar la “ética y el respeto institucional…”
Aunque ya lo he comentado oportunamente el armado de la lista local tuvo también varias perlitas, que incluyeron a “bendecidos y proscriptos”, nuevos negociadores reemplazando a otros y “una particular unión que mezcló a dirigentes ruralistas de la patronal y los peones rurales, productores, profesionales, independientes y peronistas de una extensa militancia.
El tiempo dirá si el “arco iris” que representa este entramado podrá sostenerse, posibilitando que sectores tan disímiles se mantengan juntos de cara a la próxima elección.
Tampoco pueden pasar desapercibidas las poco felices expresiones formuladas por el Diputado electo Srodek, quién al referirse al gobierno nacional dijo: “Si tienen una mínima responsabilidad y deseo de terminar el mandato, tendrán que cambiar…”
El referente político-gremial comete el error de incontinencia verbal que suele caracterizar a ciertos dirigentes del agro, como Biolcatti o De Angeli y a algunos otros que parecen haber descubierto la democracia en 2008 o lo peor: considerarse a partir del conflicto Agro-Gobierno “patrones de la institucionalidad”.
En mi caso como seguramente el de muchos otros vecinos, no he votado a la Doctora Cristina Fernández, tampoco al Señor Srodek, pero como todos aquellos que están imbuidos del espíritu democrático que se recuperó en 1983, no dudo en que el mandato presidencial habrá de concluir tal como lo marca la Constitución Nacional al cumplirse el cuarto año de su gestión, en 2011.Y del mismo modo que la Señora Presidenta, el legislador electo deberá completar su mandato en tiempo y forma, respondiendo a “todos los intereses” que hacen a la heterogénea población que es parte de la Sexta Sección Electoral y la Provincia de Buenos Aires.
Las urnas expresaron la voluntad de los ciudadanos el 28 de Junio, aventando también las presunciones de fraude que ruidosamente imaginaba la oposición.
La consolidación o la rectificación de una gestión tiene en el voto (aún con sus limitaciones) el mejor instrumento para la opinión de la gente.
Me parece apropiada la participación pública de sectores que siempre “miraban desde afuera la realidad” y con indiferencia, siendo importante que el compromiso asumido no termine con esta elección y prosigan consustanciados con todos y cada uno de los problemas sociales y comunitarios que existen, los mismos que algunos parecen haber descubierto recién en 2009.
Será menester que algunos de estos nuevos dirigentes, (exitosos en las urnas) se sirvan revisar algunas actitudes intolerantes y puedan corregirlas definitivamente.
Y todos aquellos otros que llegaron a la política por “el atajo del oportunismo o el dedo amigo” (sin demasiado apego democrático), aprendan en los días que vienen las lecciones olvidadas o desconocidas de un sistema -que aunque perfectible- es el único que garantiza libertad, participación, pluralismo e igualdad.
La carencia de un sistema que permita poder seleccionar a los candidatos de las distintas listas, lleva a que los ciudadanos “voten” pero no siempre “elijan”, porque entre aspirantes respetables y probos se mezclan muchos “impresentables” y también verdaderos desconocidos que suelen ir de relleno y terminan ocupando lugares importantes de representación pública.
Estas cuestiones se potenciaron en los últimos tiempos al no habilitarse las elecciones internas, dando paso a particulares como discutidas formas de selección que dejaron de lado la participación y la discusión de ideas.
“Prestar el nombre”, “acompañar en una lista en un puesto no muy expectante” y las famosas “testimoniales”, forman parte de muchas candidaturas sin mayor compromiso, que por diferentes razones suelen poner en bancas deliberativas o legislativas a personas que no tenían esa intención o a otras que producto de los corrimientos, renuncias o pedidos de licencia terminan “entrando por la ventana”.
No es exclusivo de los partidos tradicionales la conformación de “listas a medida”, incurriendo en idénticos errores aquellos que se presentan como “la nueva política”.
En tal sentido “Unión-Pro” ha sumado varios ejemplos cercanos, donde quedaron expuestas claramente muchas desprolijidades en el armado de sus listas.
El mayor “desaguisado” pasó por la conformación de la boleta seccional, donde salvo excepciones, la mayoría de los medios de la región hizo la vista gorda respecto al manoseo existente y la poca transparencia en la composición de los distintos lugares.
El primer caso a citar es el de Jorge Srodek, quién en principio aspiraba a un lugar expectante en los aspirantes a Diputados de la Nación y que sobre la hora terminó arrebatándole el número uno al actual Diputado Provincial, Marcelo Di Pascuale.
El ex Intendente montehermoseño “había caminado la sección” armando la estructura “Felipista” y en función de sus antecedentes (12 años al frente del Ejecutivo y 4 como legislador), confiaba que era número puesto para encabezar la nómina del PJ disidente, sin tener en cuenta que el “padrinazgo” de De Narváez, resultaría clave para catapultar al productor y dirigente gremial agropecuario al tope de la lista.
Resueltos el 1 y 2 apareció el dedo de Felipe Solá que “eyectó” desde La Plata a su actual pareja (María Helena Chaves) al tercer lugar, ocupando el cupo femenino.
El hecho de ser una desconocida en la sección que aspiraba a poder representar y fundamentalmente las menciones criticas a esa “candidatura familiar”, hicieron desistir al ex gobernador con tamaño despropósito.
Una vez más la mayoría de la prensa fue benévola con un proceder reprochable, no pasando de algunas expresiones que rápidamente perdieron consistencia.
Luego surgió el nombre de una dirigente bahiense que iba como candidata a Concejal, no pudiendo “abrirse la lista” porque la misma estaba oficializada.
Es entonces que se siguen sumando desatinos a esta novela de enredos, quedando postergada la dorreguense Alejandra Aristegui, que del sexto lugar debía saltar al tercero.
Presiones, sugerencias y la “inviabilidad política” que dos referentes de un mismo distrito se ubiquen en los tres primeros sitios, produjo el arribo a ese privilegiado lugar de una dirigente que estaba ubicada en noveno término.
La ignota Verónica Couly, desconocida hasta para los propios bahienses, será a partir del 10 de diciembre Diputada Provincial, con mandato hasta 2013, producto de la particular y “poco democrática” forma de elegir candidatos/as de un sector que dice privilegiar la “ética y el respeto institucional…”
Aunque ya lo he comentado oportunamente el armado de la lista local tuvo también varias perlitas, que incluyeron a “bendecidos y proscriptos”, nuevos negociadores reemplazando a otros y “una particular unión que mezcló a dirigentes ruralistas de la patronal y los peones rurales, productores, profesionales, independientes y peronistas de una extensa militancia.
El tiempo dirá si el “arco iris” que representa este entramado podrá sostenerse, posibilitando que sectores tan disímiles se mantengan juntos de cara a la próxima elección.
Tampoco pueden pasar desapercibidas las poco felices expresiones formuladas por el Diputado electo Srodek, quién al referirse al gobierno nacional dijo: “Si tienen una mínima responsabilidad y deseo de terminar el mandato, tendrán que cambiar…”
El referente político-gremial comete el error de incontinencia verbal que suele caracterizar a ciertos dirigentes del agro, como Biolcatti o De Angeli y a algunos otros que parecen haber descubierto la democracia en 2008 o lo peor: considerarse a partir del conflicto Agro-Gobierno “patrones de la institucionalidad”.
En mi caso como seguramente el de muchos otros vecinos, no he votado a la Doctora Cristina Fernández, tampoco al Señor Srodek, pero como todos aquellos que están imbuidos del espíritu democrático que se recuperó en 1983, no dudo en que el mandato presidencial habrá de concluir tal como lo marca la Constitución Nacional al cumplirse el cuarto año de su gestión, en 2011.Y del mismo modo que la Señora Presidenta, el legislador electo deberá completar su mandato en tiempo y forma, respondiendo a “todos los intereses” que hacen a la heterogénea población que es parte de la Sexta Sección Electoral y la Provincia de Buenos Aires.
Las urnas expresaron la voluntad de los ciudadanos el 28 de Junio, aventando también las presunciones de fraude que ruidosamente imaginaba la oposición.
La consolidación o la rectificación de una gestión tiene en el voto (aún con sus limitaciones) el mejor instrumento para la opinión de la gente.
Me parece apropiada la participación pública de sectores que siempre “miraban desde afuera la realidad” y con indiferencia, siendo importante que el compromiso asumido no termine con esta elección y prosigan consustanciados con todos y cada uno de los problemas sociales y comunitarios que existen, los mismos que algunos parecen haber descubierto recién en 2009.
Será menester que algunos de estos nuevos dirigentes, (exitosos en las urnas) se sirvan revisar algunas actitudes intolerantes y puedan corregirlas definitivamente.
Y todos aquellos otros que llegaron a la política por “el atajo del oportunismo o el dedo amigo” (sin demasiado apego democrático), aprendan en los días que vienen las lecciones olvidadas o desconocidas de un sistema -que aunque perfectible- es el único que garantiza libertad, participación, pluralismo e igualdad.