Francia sufrió una de las mayores desilusiones deportivas de su historia, al quedar eliminada en la primera ronda del mundial de fútbol, luego de las derrotas ante México y Sudáfrica.
El inversor más famoso y rico del mundo, el norteamericano Warren Buffet, festejó la derrota francesa por motivos puramente extrafutbolísticos.
La compañía a la cual pertenece había vendido un seguro que la comprometía a pagar una cifra millonaria en caso que Francia ganara el torneo.
En la cadena CNBC , el empresario había dicho, que creía que iba a perder cerca de 30 millones de dólares si eso ocurría.
Si bien no se dieron nombres respecto de quienes serían los clientes que pagaron por dicho seguro, la cadena de supermercados Carrefour había lanzado en el país de Michel Platiní, una promoción mediante la cuál se comprometía a reembolsar el precio de los televisores a aquellos clientes que compraran los plasmas antes de la competencia, y en caso que Francia ganara el mundial.
La devolución alcanzaba al 50 por ciento si llegaba a la final pero no conquistaba el título.
No siempre la suerte ha acompañado a Buffet en este tipo de negocios; ya que en 2007, tuvo que reembolsarles el total de las compras de una cadena de mueblerías a 30000 clientes, luego que el Boston Red Sox, ganara el campeonato norteamericano de béisbol. La pasión futbolera poco tiene que ver con las primas que cobran las compañías de seguros que surgen de cálculos que asignan probabilidades a que determinados hechos sucedan de una forma u otra.
Cada cuatro años, durante los meses de junio y julio, los mercados de futuros de productos financieros y materias primas ceden protagonismo ante su majestad, el fútbol, deporte que concentra la mayor cantidad de negocios a nivel global.
Los principales bancos de inversión del mundo han utilizado todo el potencial para predecir cuáles serían los resultados del mundial, ( la mayoría dio como ganador a Brasil, lejos) alimentando las expectativas de los apostadores.
Como todo negocio, que mueve elevadas cantidades de dinero, las apuestas deportivas han dado lugar a fraudes en distintas geografías; en 2009, en lo que la UEFA –Unión Europea de Fútbol Asociado-, calificó como el mayor escándalo de arreglo de encuentros, se investigaron unos 200 partidos de fútbol en Europa, cuyos resultados habían sido manipulados para ganar apuestas a través de sobornos a jugadores, técnicos, árbitros y dirigentes.
La empresa Adidas se quejó por la pérdida de venta en suelo frances de 200000 camisetas de los de Domenech, por la magra actuación que Tierry Henry, no logró explicar al presidiente Sarkozy.
No hizo mención, Adidas (fabricante además de la pelota oficial) que cada cuatro años presenta un nuevo modelo de balón, que este año se llamó Jabulani, “celebrar” en zulú.
Criticada por los que juegan, pero anunciada por los organizadores como la mejor pelota jamás fabricada, dados los avances técnicos utilizadas en ella.
De cualquier manera, pese al dinero, y por el peso de pesos…¡Viva el fútbol!
El inversor más famoso y rico del mundo, el norteamericano Warren Buffet, festejó la derrota francesa por motivos puramente extrafutbolísticos.
La compañía a la cual pertenece había vendido un seguro que la comprometía a pagar una cifra millonaria en caso que Francia ganara el torneo.
En la cadena CNBC , el empresario había dicho, que creía que iba a perder cerca de 30 millones de dólares si eso ocurría.
Si bien no se dieron nombres respecto de quienes serían los clientes que pagaron por dicho seguro, la cadena de supermercados Carrefour había lanzado en el país de Michel Platiní, una promoción mediante la cuál se comprometía a reembolsar el precio de los televisores a aquellos clientes que compraran los plasmas antes de la competencia, y en caso que Francia ganara el mundial.
La devolución alcanzaba al 50 por ciento si llegaba a la final pero no conquistaba el título.
No siempre la suerte ha acompañado a Buffet en este tipo de negocios; ya que en 2007, tuvo que reembolsarles el total de las compras de una cadena de mueblerías a 30000 clientes, luego que el Boston Red Sox, ganara el campeonato norteamericano de béisbol. La pasión futbolera poco tiene que ver con las primas que cobran las compañías de seguros que surgen de cálculos que asignan probabilidades a que determinados hechos sucedan de una forma u otra.
Cada cuatro años, durante los meses de junio y julio, los mercados de futuros de productos financieros y materias primas ceden protagonismo ante su majestad, el fútbol, deporte que concentra la mayor cantidad de negocios a nivel global.
Los principales bancos de inversión del mundo han utilizado todo el potencial para predecir cuáles serían los resultados del mundial, ( la mayoría dio como ganador a Brasil, lejos) alimentando las expectativas de los apostadores.
Como todo negocio, que mueve elevadas cantidades de dinero, las apuestas deportivas han dado lugar a fraudes en distintas geografías; en 2009, en lo que la UEFA –Unión Europea de Fútbol Asociado-, calificó como el mayor escándalo de arreglo de encuentros, se investigaron unos 200 partidos de fútbol en Europa, cuyos resultados habían sido manipulados para ganar apuestas a través de sobornos a jugadores, técnicos, árbitros y dirigentes.
La empresa Adidas se quejó por la pérdida de venta en suelo frances de 200000 camisetas de los de Domenech, por la magra actuación que Tierry Henry, no logró explicar al presidiente Sarkozy.
No hizo mención, Adidas (fabricante además de la pelota oficial) que cada cuatro años presenta un nuevo modelo de balón, que este año se llamó Jabulani, “celebrar” en zulú.
Criticada por los que juegan, pero anunciada por los organizadores como la mejor pelota jamás fabricada, dados los avances técnicos utilizadas en ella.
De cualquier manera, pese al dinero, y por el peso de pesos…¡Viva el fútbol!
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