Teatros cerrados, cines clausurados. La sociedad se encuentra paralizada ante la novedad. La "nueva gripe" o gripe H1N1 ya se ha cobrado sus primeras victimas en Paraguay, aumentando así la conmoción ya existente ante la pandemia instalada en nuestro país.
Esta gripe es sin duda la primera pandemia después de muchos años, y la sociedad no está preparada. Los hábitos de higiene en nuestra cultura son casi inexistentes. Cabe mencionar también que la crisis económica previa y actual "bajó las defensas" y empeoró la situación.
¿Saludo o no saludo, con un beso o con la mano?. Son preguntas que nos hacemos al seguir viviendo en sociedad, que a pesar de las medidas de prevención tomadas, no puede acabar por completo. "Traumas", "paranoias" que rápidamente van transformando a una sociedad en un momento difícil en que la vida social y las instituciones fundamentales se encuentran en decaimiento.
Al ingresar a los locales, empresas a cualquier lugar uno puede advertir el cambio de clima, alcoholes en gel, tapabocas por doquier inclusive sin ir mas lejos al salir a la calle la mitad de las personas están enmascaradas con los “nuevos rostros” de la sociedad.
Está claro que la gripe H1N1 no mata. Todos los años existen gripes estacionales, pero el problema que agrava a la nueva “cepa” es la rápida transmisión de la misma en una población. La gripe, como muchas enfermedades, lo que hace es bajar las defensas de los que la padecen, en estas condiciones, las infecciones asociadas a otras enfermedades se generan con facilidad en grupos de mayor riesgo como lo son los niños, ancianos, embarazadas y enfermos del corazón y vías respiratorias.
La situación se agrava al generarse tal estado de caos y temor en la sociedad causado, principalmente, por las especulaciones y manipulación de la información. La psicosis provocada en estos casos no ayuda al manejo eficaz de los hospitales y sanatorios, ya que la gente asiste ante síntomas presuntos de la enfermedad y termina contagiándose de la gripe en el centro de salud.
¿Qué hacer entonces? Como diría un famoso comediante, que no cunda el pánico. Una pandemia no es para tomarla en broma, pero cuanto mas dispersemos el temor en la sociedad más transmitimos el “virus” de la desesperación.
Esta gripe es sin duda la primera pandemia después de muchos años, y la sociedad no está preparada. Los hábitos de higiene en nuestra cultura son casi inexistentes. Cabe mencionar también que la crisis económica previa y actual "bajó las defensas" y empeoró la situación.
¿Saludo o no saludo, con un beso o con la mano?. Son preguntas que nos hacemos al seguir viviendo en sociedad, que a pesar de las medidas de prevención tomadas, no puede acabar por completo. "Traumas", "paranoias" que rápidamente van transformando a una sociedad en un momento difícil en que la vida social y las instituciones fundamentales se encuentran en decaimiento.
Al ingresar a los locales, empresas a cualquier lugar uno puede advertir el cambio de clima, alcoholes en gel, tapabocas por doquier inclusive sin ir mas lejos al salir a la calle la mitad de las personas están enmascaradas con los “nuevos rostros” de la sociedad.
Está claro que la gripe H1N1 no mata. Todos los años existen gripes estacionales, pero el problema que agrava a la nueva “cepa” es la rápida transmisión de la misma en una población. La gripe, como muchas enfermedades, lo que hace es bajar las defensas de los que la padecen, en estas condiciones, las infecciones asociadas a otras enfermedades se generan con facilidad en grupos de mayor riesgo como lo son los niños, ancianos, embarazadas y enfermos del corazón y vías respiratorias.
La situación se agrava al generarse tal estado de caos y temor en la sociedad causado, principalmente, por las especulaciones y manipulación de la información. La psicosis provocada en estos casos no ayuda al manejo eficaz de los hospitales y sanatorios, ya que la gente asiste ante síntomas presuntos de la enfermedad y termina contagiándose de la gripe en el centro de salud.
¿Qué hacer entonces? Como diría un famoso comediante, que no cunda el pánico. Una pandemia no es para tomarla en broma, pero cuanto mas dispersemos el temor en la sociedad más transmitimos el “virus” de la desesperación.