Las pericias psiquiátricas y psicológicas realizadas a Mauro Emilio Schechtel, acusado de violar y quemar a una niña en Coronel Dorrego, con intenciones de matarla, determinaron que no experimenta sentimiento alguno de culpa sobre lo sucedido y que sufre alteraciones en el área sexual, representando un potencial peligro para terceros.
Estas son algunas de las conclusiones a las que arribó un grupo de especialistas forenses que entrevistaron, en tres ocasiones, al acusado.
Los doctores Gabriel Harrington, Jorge Daniel Rabadán y Julio Tapia, fueron los encargados de evaluar a Schechtel.
Todos los profesionales, según dijeron fuentes judiciales, señalaron que durante los encuentros el individuo exhibió "un pensamiento sin trastorno de curso, conservando el principio de finalidad y la idea directriz".
En el informe elevado al fiscal Sebastián Foglia, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 9, se indicó que el nivel intelectual del imputado está dentro de los parámetros de normalidad, sin indicadores de déficit o problema cognitivo.
También explicaron que muestra una pobre disposición introspectiva; es decir, a reflexionar sobre lo que le sucede o los problemas en que se involucra.
"No se percibe sufrimiento ni angustia por el tipo de acusación que pesa sobre él. La repetición de la situación por la que se lo acusa, no moviliza cuestionamientos significativos en su persona. Lo considera algo ajeno a su personalidad y que no coincide con su forma de ser", señalaron los peritos.
Luego coincidieron en que, a lo largo de las entrevistas, no se observó dolor o preocupación por la posibilidad del daño causado al otro.
"Le preocupa que las consecuencias de su actuar negativo lo perjudiquen en su vida personal, familiar o social", sostuvieron.
En este sentido, se aclaró que una de sus inquietudes es estar detenido y alejado de su mujer e hija.
Respecto del área sexual, los peritos mencionaron haber evaluado presencia de fantasías asociadas a menores, sin que existieran sentimientos de angustia o culpa.
Manifestaron que sus conductas negativas tienden a ser minimizadas o no valoradas como graves, predominando mecanismos defensivos de negación, proyección y racionalización.
"Por características psicológicas, particularmente en el área de sexualidad y en relación a menores, puede presentar una conducta de alto riesgo para terceros", sostuvieron los expertos.
Por otra parte, se indicó que la presencia de miedo o angustia en el otro, no le genera inhibición en su actuar.
"Se valora fuerte reactividad agresivo-impulsiva a estímulos internos o externos, también en el área sexual", expresaron.
Si bien Mauro Schechtel aseguró ante los peritos no haber padecido abusos sexuales, dijo que durante su niñez y hasta los 12 años, se sintió discriminado por sus compañeros de colegio y sus propios hermanos, por sufrir enuresis (incontinencia urinaria).
Incluso, se indicó que en una oportunidad atacó a una docente con un cuchillo por pensar que se estaba burlando de él.
Finalmente, los peritos manifestaron que Schechtel no presenta trastornos o alteraciones psicóticas en su personalidad, comprendiendo y dirigiendo sus acciones.
La causa penal contra el individuo ya cuenta con jueces para su resolución en debate oral.
Se trata del Tribunal en lo Criminal Nº 1, integrado por los doctores Mario Lindor Burgos, Enrique José Montironi y Hugo Adrián De Rosa.
Se especula que el juicio se realizaría recién en 2010.
Estas son algunas de las conclusiones a las que arribó un grupo de especialistas forenses que entrevistaron, en tres ocasiones, al acusado.
Los doctores Gabriel Harrington, Jorge Daniel Rabadán y Julio Tapia, fueron los encargados de evaluar a Schechtel.
Todos los profesionales, según dijeron fuentes judiciales, señalaron que durante los encuentros el individuo exhibió "un pensamiento sin trastorno de curso, conservando el principio de finalidad y la idea directriz".
En el informe elevado al fiscal Sebastián Foglia, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 9, se indicó que el nivel intelectual del imputado está dentro de los parámetros de normalidad, sin indicadores de déficit o problema cognitivo.
También explicaron que muestra una pobre disposición introspectiva; es decir, a reflexionar sobre lo que le sucede o los problemas en que se involucra.
"No se percibe sufrimiento ni angustia por el tipo de acusación que pesa sobre él. La repetición de la situación por la que se lo acusa, no moviliza cuestionamientos significativos en su persona. Lo considera algo ajeno a su personalidad y que no coincide con su forma de ser", señalaron los peritos.
Luego coincidieron en que, a lo largo de las entrevistas, no se observó dolor o preocupación por la posibilidad del daño causado al otro.
"Le preocupa que las consecuencias de su actuar negativo lo perjudiquen en su vida personal, familiar o social", sostuvieron.
En este sentido, se aclaró que una de sus inquietudes es estar detenido y alejado de su mujer e hija.
Respecto del área sexual, los peritos mencionaron haber evaluado presencia de fantasías asociadas a menores, sin que existieran sentimientos de angustia o culpa.
Manifestaron que sus conductas negativas tienden a ser minimizadas o no valoradas como graves, predominando mecanismos defensivos de negación, proyección y racionalización.
"Por características psicológicas, particularmente en el área de sexualidad y en relación a menores, puede presentar una conducta de alto riesgo para terceros", sostuvieron los expertos.
Por otra parte, se indicó que la presencia de miedo o angustia en el otro, no le genera inhibición en su actuar.
"Se valora fuerte reactividad agresivo-impulsiva a estímulos internos o externos, también en el área sexual", expresaron.
Si bien Mauro Schechtel aseguró ante los peritos no haber padecido abusos sexuales, dijo que durante su niñez y hasta los 12 años, se sintió discriminado por sus compañeros de colegio y sus propios hermanos, por sufrir enuresis (incontinencia urinaria).
Incluso, se indicó que en una oportunidad atacó a una docente con un cuchillo por pensar que se estaba burlando de él.
Finalmente, los peritos manifestaron que Schechtel no presenta trastornos o alteraciones psicóticas en su personalidad, comprendiendo y dirigiendo sus acciones.
La causa penal contra el individuo ya cuenta con jueces para su resolución en debate oral.
Se trata del Tribunal en lo Criminal Nº 1, integrado por los doctores Mario Lindor Burgos, Enrique José Montironi y Hugo Adrián De Rosa.
Se especula que el juicio se realizaría recién en 2010.