En las últimas horas, LA DORREGO recibió un emotivo correo electrónico, en el que se cuenta una maravillosa historia automovilística.
A continuación la transcripción del mail:
"Hola. Leí la nota que indica que en casi 2 semanas comienza el campeonato de midget, y no dejo de recordar por un instante las historias de mi madre, su emoción al contarnos a mis 2 hermanas y a mi, eso que vivió de pequeña que para ella son imágenes inolvidables y para nosotras historias de lucha constante y esmero por ser el mejor!."
"En cada relato está mi abuelo subiendo a su midget para lograr con éxito todas sus carreras. Sin barra de protección. Aún guarda mamá ese casco amarillo por el paso de los años, y esa foto con Fangio al entregarle el 1º premio. Sí, mi abuelo fue Campeón argentino, pero no como ahora, que reciben el apoyo de todos, él no tenía sponsor para poder seguir. Era joven, estaba casado y con tres niños tan pequeños todo se complicaba."
"Pero la peleaba, como todo amante de los midgets, (que cada vez son más), piñas importantes, tuvo una (que perdió el conocimiento por un rato, pero nada grave al fin, y ahí la abuela pidiéndole que deje todo."
"Pero, como dí a entender, antes su terquedad lo llevó adelante y juntando pesito con pesito, él y su equipo marcharon a Brasil por el Campeonato Sudamericano de Midget."
"Llegaron, con una mano atrás y otra adelante, como se dice, y pidiéndole a Dios que no se rompiera "LA HELADERA", como le decían a su auto."
"Y como era de esperar logró la victoria!!!"
"Así después de tanto esfuerzo y sintiéndose sólo por la falta de patrocinantes, debió dejar."
"Los que conocen de la historia del midget saben de quien hablo. Si. Se trata de JUAN CARLOS ALVAREZ, mi orgullo, mi abuelo!"
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