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Según dice el diario Página/12 en 2008, Atahualpa Yupanqui rechazó por carta un tributo que le pretendían realizar en la zona de Coronel Dorrego.
La misiva de Don Ata, fechada en 1.964 y dirigida a Pedro Iribarne, decía: “No me siento elegido para ninguna clase de homenaje. Y Tata Dios sabe que digo la verdad, me imagino en una cabecera, y casi le diría que me causa risa verme objeto de lisonjas y amabilidades, y homenajeado por el solo hecho de haber seguido el rumbo de mi vocación. Y por ser vocación, precisamente, es tan fácil, tan grato, tan natural”.
La periodista Karina Micheletto menciona que “es sabido que Don Ata les escapaba a los homenajes, que siempre, desde su sabiduría, le provocaban desconfianza”.
La carta del artista, dirigida a Iribarne, concluía sugiriendo otro tipo de homenaje: “Pialen un ternero y churrasqueen en un galpón viejo. Yo estaré con usted, con ustedes, como un amigo más. Y que no se enteren los diarios ni los fifíes, entre corte y corte de un costillar nos miraremos con el rabo de los ojos, sabiendo todos por qué y para qué estamos”.
La novedad (para algunos) se conoce cuando se conmemora el centenario del nacimiento de Yupanqui. (31.01.10)
La misiva de Don Ata, fechada en 1.964 y dirigida a Pedro Iribarne, decía: “No me siento elegido para ninguna clase de homenaje. Y Tata Dios sabe que digo la verdad, me imagino en una cabecera, y casi le diría que me causa risa verme objeto de lisonjas y amabilidades, y homenajeado por el solo hecho de haber seguido el rumbo de mi vocación. Y por ser vocación, precisamente, es tan fácil, tan grato, tan natural”.
La periodista Karina Micheletto menciona que “es sabido que Don Ata les escapaba a los homenajes, que siempre, desde su sabiduría, le provocaban desconfianza”.
La carta del artista, dirigida a Iribarne, concluía sugiriendo otro tipo de homenaje: “Pialen un ternero y churrasqueen en un galpón viejo. Yo estaré con usted, con ustedes, como un amigo más. Y que no se enteren los diarios ni los fifíes, entre corte y corte de un costillar nos miraremos con el rabo de los ojos, sabiendo todos por qué y para qué estamos”.
La novedad (para algunos) se conoce cuando se conmemora el centenario del nacimiento de Yupanqui. (31.01.10)
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