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`Lo imprescindible de aceptar las críticas´. Por Sergio Segui

Para entender de lo que hablamos, es necesario ponernos de acuerdo sobre la definición de aquello sobre lo que se debate.

Entendamos a la “crítica” como aquella reacción u opinión personal sobre un determinado tema.

Pero no debería agotarse en ello. ¿Por qué? Pensémoslo.

Tomemos la crítica vinculada a lo personal, lo laboral, lo público, lo privado, lo familiar, es decir, relacionada a cualquier aspecto.

Entiendo que los padres deben enseñar a sus hijos a tolerar y aprender que de las críticas se crece.

También los mayores pueden mostrar a sus niños que es necesario “criticar” desde la construcción y con fundamentos. Es más: siempre entendiendo que esa “crítica constructiva” debe ir acompañada de una idea que ayude a superar y mejorar.

Desde ahí, nuestros futuros representantes (llámese gobernantes) entenderán la realidad desde otro punto y observarán que “la crítica no siempre es ataque”.

Escribe Jorge Rodríguez Ozores en una carta publicada en el diario Clarín de ayer: “Las cosas bien hechas debieran ser la normalidad, pero no son noticia, la verdadera noticia es el error, que la prensa debe señalar para ayudar a su corrección.”

Sigue: “Un gobernante honesto no debiera temer a las críticas, más bien agradecerlas, porque le ayudan a desenmascarar a los funcionarios que no cumplen con sus obligaciones y así mejorar su imagen. Si hay buena voluntad y respeto por ambas partes, siempre se puede usar el derecho a réplica y aclarar cualquier error o mal entendido.”

En varios casos, los funcionarios resaltan que los reclamos hay que hacerlos ante los organismos correspondientes, lo que no se discute ya que hay canalizar los inconvenientes por los carriles institucionales, pero es indudable que muchos problemas no se solucionan hasta tanto no toman estado público.

En un correo privado con el autor de esta columna, Rodríguez Ozores menciona: “es mérito de quienes gobiernan aprovechar la mala noticia para usarla en su favor, publicando la consiguiente corrección o dando las explicaciones pertinentes, de esta forma, la crítica brinda frutos positivos para todos, para el informante, (el mensajero) para el quejoso y para el poder que la asimiló y procuró corregir el error.”

No es un trabajo sencillo tolerar la crítica, darse cuenta que existe una opinión no favorable sobre nuestro trabajo o persona o entender que cada cual puede fallar o equivocarse.

Es una ardua labor que debemos encarar, pero también es imprescindible.

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