La repentización de algún jugador de fútbol, tenis o automovilismo, por citar algunas situaciones extremas de decisión, por allí no son comparables a determinaciones políticas , que también merecen reflexión, pensamiento y estudio, al menos las que así lo permiten, pero que tienen necesariamente otra importancia , también se enmarcan en la capacidad de pensar y decidir al mismo tiempo.
Las últimas semanas no han sido tranquilas para las siempre muy custodiadas administraciones municipales, por parte de vecinos, gente de la política y por supuesto, periodistas, que tratamos de reflejar, contar, es cierto, cada cual a su modo y no inventar lo que está ocurriendo.
Con algunos asuntos sin resolución todavía, se agregaron situaciones como la de los médicos en Oriente, y la novela que no terminó rosa, como la mayoría, de las novelas digo; como fue la renuncia a su cargo de director de Producción de la municipalidad de Coronel Dorrego, de Valentín Villalba.
Como todos saben sobradamente el robo de una camioneta en Capital Federal que afectada a su área usaba Villalba, derivó en el alejamiento del funcionario y en una muy sui-géneris forma de cerrar el caso.
Hace pocos días se anunció la reposición del bien (otro de similar valor, cero km), solventado por funcionarios, incluso el Intendente y el citado renunciante Villalba. Hablando de la repentización y el decidir sobre la marcha, no es muy innovador opinar luego que llovió... lo sería en plena tormenta, por supuesto.
Como este programa no tuvo emisión en los últimos 15 días y tengo ganas de hacerlo, así va a ocurrir.
El innecesario, injusto e inconducente alejamiento de Villalba, y la posterior restitución del bien, forman un par de situaciones no demasiado lógicas para el entendimiento y posterior decisión luego de una semana de análisis.
La muy evidente fisura de las explicaciones posteriores se inician en la falta de seguro contra robo del vehículo, que según explicaciones oficialísimas, tiene un alto costo, siguiendo con el agravante de la poca asiduidad con que la camioneta salía del partido.
A partir de allí, el roce hacia Villalba, que conservó la camioneta para seguir gestiones en Buenos Aires que según el intendente, de hecho cumplió, pero que pese a su rango de Director, no tenía autorización; derivaron en la presentación de su dimisión, que no obstante, las explicaciones pertinentes sobre buen proceder, su marcada rectitud, cumplimiento, honradez y hombría de bien, por todos sin excepción destacada, fue rápidamente aceptada.
El primero de los hechos, la falta de seguro, es inadmisible desde donde se lo mire, más aún con la resolución de la mayor parte de los funcionarios, tal cual fue anunciado, encabezados por el Intendente en restituir el bien perdido, mediante aportes personales.
Es último puede haber caído bien, tratando de resaltar una responsabilidad atildada en el desempeño de la función pública, y seguramente se agradece la donación, tal cuál ingresará, mediante la aprobación del concejo deliberante, pero no minimiza el el hecho de hacerse cargo de una errónea acción inmediata anterior, porque sí de cuidar el patrimonio municipal se trata, no deberían haber existido las insustanciales explicaciones como que salía poco del partido,(recordemos el robo de un vehiculo similar de la misma puerta del municipio); o que el seguro tiene un alto costo.
Luego la novela derivó en muchas voces, tal vez demasiadas , hasta que llegó a suspenderse por falta de quórum la última sesión del concejo, coronando un desmanejo político de la situación, con la más leoninas de las consecuencias, que terminó llevandosé puesto a un buen funcionario, que a entendimiento y opinión de quien conoce esa silla, debió contar con el apoyo y la confianza, que le fue otorgada cuándo fue designado en un cargo de un gabinete político de gobierno, que sí es cierto y concreto, que quien lo eligió, también puede prescindir de él. (21.06.10)
Las últimas semanas no han sido tranquilas para las siempre muy custodiadas administraciones municipales, por parte de vecinos, gente de la política y por supuesto, periodistas, que tratamos de reflejar, contar, es cierto, cada cual a su modo y no inventar lo que está ocurriendo.
Con algunos asuntos sin resolución todavía, se agregaron situaciones como la de los médicos en Oriente, y la novela que no terminó rosa, como la mayoría, de las novelas digo; como fue la renuncia a su cargo de director de Producción de la municipalidad de Coronel Dorrego, de Valentín Villalba.
Como todos saben sobradamente el robo de una camioneta en Capital Federal que afectada a su área usaba Villalba, derivó en el alejamiento del funcionario y en una muy sui-géneris forma de cerrar el caso.
Hace pocos días se anunció la reposición del bien (otro de similar valor, cero km), solventado por funcionarios, incluso el Intendente y el citado renunciante Villalba. Hablando de la repentización y el decidir sobre la marcha, no es muy innovador opinar luego que llovió... lo sería en plena tormenta, por supuesto.
Como este programa no tuvo emisión en los últimos 15 días y tengo ganas de hacerlo, así va a ocurrir.
El innecesario, injusto e inconducente alejamiento de Villalba, y la posterior restitución del bien, forman un par de situaciones no demasiado lógicas para el entendimiento y posterior decisión luego de una semana de análisis.
La muy evidente fisura de las explicaciones posteriores se inician en la falta de seguro contra robo del vehículo, que según explicaciones oficialísimas, tiene un alto costo, siguiendo con el agravante de la poca asiduidad con que la camioneta salía del partido.
A partir de allí, el roce hacia Villalba, que conservó la camioneta para seguir gestiones en Buenos Aires que según el intendente, de hecho cumplió, pero que pese a su rango de Director, no tenía autorización; derivaron en la presentación de su dimisión, que no obstante, las explicaciones pertinentes sobre buen proceder, su marcada rectitud, cumplimiento, honradez y hombría de bien, por todos sin excepción destacada, fue rápidamente aceptada.
El primero de los hechos, la falta de seguro, es inadmisible desde donde se lo mire, más aún con la resolución de la mayor parte de los funcionarios, tal cual fue anunciado, encabezados por el Intendente en restituir el bien perdido, mediante aportes personales.
Es último puede haber caído bien, tratando de resaltar una responsabilidad atildada en el desempeño de la función pública, y seguramente se agradece la donación, tal cuál ingresará, mediante la aprobación del concejo deliberante, pero no minimiza el el hecho de hacerse cargo de una errónea acción inmediata anterior, porque sí de cuidar el patrimonio municipal se trata, no deberían haber existido las insustanciales explicaciones como que salía poco del partido,(recordemos el robo de un vehiculo similar de la misma puerta del municipio); o que el seguro tiene un alto costo.
Luego la novela derivó en muchas voces, tal vez demasiadas , hasta que llegó a suspenderse por falta de quórum la última sesión del concejo, coronando un desmanejo político de la situación, con la más leoninas de las consecuencias, que terminó llevandosé puesto a un buen funcionario, que a entendimiento y opinión de quien conoce esa silla, debió contar con el apoyo y la confianza, que le fue otorgada cuándo fue designado en un cargo de un gabinete político de gobierno, que sí es cierto y concreto, que quien lo eligió, también puede prescindir de él. (21.06.10)
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