
Gerardo Arias (foto) consideró que "el maestro neuquino, asesinado en una protesta, fue un verdadero trabajador de la educación. A partir de ello, es que decidí realizar una travesía corriendo hasta su provincia sumando a todos aquellos que tenían ganas de homenajearlo".
Cuando llegó a Neuquén, lo esperaban más de trescientas personas de organizaciones sociales y delegaciones sindicales quienes desplegaron un caluroso aplauso ante la conmovedora llegada de los atletas que recorrieron más de 600 kilómetros “para limpiar las tizas de sangre”, lema que rezaba cada una de las remeras y pancartas levantadas.
En el lugar, también se levantó un monolito en homenaje a Fuentealba, que recuerda "el siempre vigente derecho a la vida". (10.09.08)
FOTO: Federico Vecchi / LA DORREGO AM 1470
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