La historia de nuestra sociedad no es otra cosa que nuestro propio esqueleto ciudadano, testimoniado deliberadamente a través de retazos, en ocasiones desordenados, mecanismos que suelen ocultar las explícitas responsabilidades que imperiosamente sostienen nuestras tragedias cotidianas.
Los muertos de la AMIA, nuestros muertos, seguirán morando en nuestras conciencias hasta el momento que decidan licenciarnos; y eso sucederá cuando liberados, nos indiquen que por fin, habremos hecho lo correcto. LEER MÁS
Gustavo Sala es vecino de El Perdido y preside la comisión de la Biblioteca Popular de esa localidad
Gustavo Sala es vecino de El Perdido y preside la comisión de la Biblioteca Popular de esa localidad
2 comentarios:
hay que tener lo que hay que tener para hablar desde El Perdido sobre este tema
lo felicito
Anónimo de las 19.38
El texto está muy bueno y es muy doloroso, pero no entiendo a que se refiere
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