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Una tía de la joven pringlense con la cual Luciano Martín, acusado del homicidio del taxista Alfredo Pianesi, tiene un hijo y donde el sujeto durmió la noche previa a su detención, afirmó que no advirtió nada extraño.
"Lo vi normal, no le vi nada raro. No estaba ni sobresaltado ni nervioso", aseguró Rosalía Villarreal, que contradijo la versión que Martín diera al declarar en la fiscalía, poco después de su captura, cuando aseguró que antes de los hechos había tomado dos pastillas que lo afectaron.
Villarreal dijo que Martín se presentó en su casa en busca de su sobrina, para ver a su hijo, aunque ambos se habían retirado pocos días antes del lugar y explicó que luego el encausado se dirigió hasta el centro de Pringles para hablar por teléfono y que en ese lapso notaron que a la vuelta de su casa había un taxi abandonado.
Respecto de la noche anterior, la mujer explicó que después de cenar junto a Martín, se quedó con él hasta la una de la madrugada, hasta que se fueron a dormir y que a la mañana siguiente su hermano la llamó y le informó que la policía lo buscaba a Martín, cuya madre también se comunicó con ella y le pidió que entregara al sujeto, que "se había mandado una macana muy grande".
Cuando el procesado se levantó, salió de la casa para ir a comprar una tarjeta telefónica, oportunidad en la que fue interceptado y aprehendido por la policía, publicó el diario La Nueva Provincia. (17.09.10)
"Lo vi normal, no le vi nada raro. No estaba ni sobresaltado ni nervioso", aseguró Rosalía Villarreal, que contradijo la versión que Martín diera al declarar en la fiscalía, poco después de su captura, cuando aseguró que antes de los hechos había tomado dos pastillas que lo afectaron.
Villarreal dijo que Martín se presentó en su casa en busca de su sobrina, para ver a su hijo, aunque ambos se habían retirado pocos días antes del lugar y explicó que luego el encausado se dirigió hasta el centro de Pringles para hablar por teléfono y que en ese lapso notaron que a la vuelta de su casa había un taxi abandonado.
Respecto de la noche anterior, la mujer explicó que después de cenar junto a Martín, se quedó con él hasta la una de la madrugada, hasta que se fueron a dormir y que a la mañana siguiente su hermano la llamó y le informó que la policía lo buscaba a Martín, cuya madre también se comunicó con ella y le pidió que entregara al sujeto, que "se había mandado una macana muy grande".
Cuando el procesado se levantó, salió de la casa para ir a comprar una tarjeta telefónica, oportunidad en la que fue interceptado y aprehendido por la policía, publicó el diario La Nueva Provincia. (17.09.10)
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