jueves

Confirmaron el robo de un tractor en establecimiento rural del Distrito

En la mañana de hoy mantuve una extensa charla para la televisión, con el Intendente Municipal Fabián Zorzano.

Una de las preguntas estuvo dirigida a su decisión política de pedir el cambio de Comisario y si estaba conforme con el desempeño de Pablo Correa.

Asimismo hice hincapié en los escasos resultados positivos en materia de esclarecimiento de hechos, a lo que el jefe comunal agregó que es conocida: “la poca eficiencia policial para dilucidar delitos…”

Recordando los motivos que llevaron al reemplazo de Giussia, indicó como mayor inconveniente las repetidas ausencias de oficiales de jerarquía (y del propio titular) que se percibían especialmente los fines de semana.

Indicó que con un responsable del medio se podía garantizar presencia permanente y apuntar a la prevención.

Transcurridos algunos meses de la gestión Correa puede decirse que en parte se han cumplido los objetivos:

- Se logró que el máximo responsable de la seguridad local este en forma constante en la ciudad.

- Las estadísticas siguen ubicando a Coronel Dorrego en uno de los lugares más seguros de la Provincia de Buenos Aires, aunque debe considerarse también que éstas no siempre representan la verdad total, máxime cuando los damnificados, ya sea por cansancio, desconfianza o resignación deciden no formular la denuncia.

- Al menos para algunos medios (entre los que no me incluyo) resulta fácil acceder al jefe policial y se muestra predispuesto a informar sobre los distintos sucesos acontecidos.

Marcan interrogantes lo referido a la tareas preventivas, aquellas acciones que llevan a adelantarse al delincuente, procurando que un delito no se concrete.

En tal sentido no se perciben demasiados avances y a excepción de operativos de tránsito, muchos vecinos mencionan que “los policías brillan por su ausencia en la calle”.

¿De qué forma se cubren los distintos turnos en la Comisaría local?

¿Cuántos efectivos están faltando?

¿Por qué -salvo excepciones- se observa pocas veces a los uniformados caminando y en contacto con el vecino?

¿Son muchas las licencias y las carpetas médicas?

¿Qué número de personas demanda la custodia diaria de los presos alojados en la Comisaría?

¿Cómo se cubre la extensa zona rural?

No escapa a oyentes y lectores que en el último semestre se han concretado varios hechos delictivos, afectando a bienes y personas y, sin que existan demasiados avances en materia investigativa.

Las frases “tenemos algunas pistas”, “estamos investigando” o “hemos pedido una orden de allanamiento”, forman parte del ABC de las respuestas policiales que como el famoso “afirmativo” ya están incorporados al folklore de la fuerza.

¿Qué sucedió con los autores (que teóricamente estaban próximos a ser identificados) de los daños producidos en silos-bolsa de la ciudad y la zona?

¿Cuántos casos quedaron resueltos de los producidos en establecimientos de campo: robo de herramientas, herbicidas, maquinarias o vehículos, destrozos de alambrados y otros?

A estos hechos zonales se suman varios en la planta urbana, incluyendo modalidades más violentas (como el caso del repartidor de la firma José María García).

Respecto a otros dos casos de proporciones, debe recordarse que en el robo de una camioneta, estacionada frente a la Municipalidad, la misma fue recuperada por parte de efectivos de otra repartición,

En lo que respecta al conmocionante caso del taxista asesinado, fue clave el aporte de datos proporcionado por un testigo.

En lo concerniente a vehículos se han recibido en poco tiempo, dos unidades 0 Km., por lo que algunas de las exigencias en medios parece estar cubierta; siendo menester que el personal a cargo se sirva conducirlos con la responsabilidad del caso, evitando “accidentes o descuidos que terminaron con móviles inutilizados”.

Como apoyo municipal debe recordarse el aporte que se brinda desde lo económico (reparaciones o combustible) y también desde la logística y personal, mediante los Custodios Comunitarios.

Con criterio alguien puede señalar que la tarea investigativa es incumbencia de la Justicia. Tal mención no es desacertada, del mismo modo señalar que cuando actúa un Fiscal ya es tarde, porque el delito está consumado y con él una nueva victima.

En ese sentido es reconocida la seriedad y trayectoria del doctor Marcelo Romero Jardín y el grupo que lo acompaña; pero es la Policía (en su condición de auxiliar) la encargada de la tarea de recolectar pruebas y elementos que permitan dar respuestas a los distintos procesos en marcha.

Desde un enfoque estrictamente policial, surge claramente que se sigue fallando en dos aspectos relevantes: prevención y falta de esclarecimiento.

Desde un análisis social, el crecimiento delictual obedece a una serie de cuestiones, donde también debería acentuarse la “previsión” en circunstancias como: marginación, pobreza, falta de empleo, carencia de ingresos mínimos y adicciones,

Posdata:

¿Qué costos demanda el funcionamiento y mantenimiento de las Cámaras de Seguridad? ¿Funcionan todas? ¿Qué aporte hacen a la seguridad pública?

¿En qué condiciones se encuentra el edificio del Destacamento de Oriente? ¿Resulta acorde para el normal desenvolvimiento de su personal y para el alojamiento de eventuales detenidos?