sábado

Las últimas misturas a las que hemos asistido y que parecen haber salido de un almanaque viejo, o peor aún de un texto de historia, que creíamos superado, ponen en vilo nuevamente lo más medular de nuestras debilidades y decadencia.

La aparición en la semana en todos los medios, queriendo recuperar su traje de Mesías, tristemente recordado en los años 90, del senador nacional por La Rioja, el abogado Carlos Menem, presidente por dos períodos de la República Argentina, es sin duda, el retroceso más evidente de esta década, bastardeando una política ya muy vituperada por arreglos forzados, por conveniencias internas y personales, que no hacen otra cosa, que desmejorarla, por parte de actores que precisamente se ocupan de ello permanentemente, llenándose la boca de democracia, como si ésta y política no fueran de la mano.

La impresentable unión de la franja oponente, donde se ha dejado todo de lado, pero todo, hablo de ideología, creencia, trayectoria, memoria, hasta la ley.

No nos olvidemos que el maduro sex-simbol de los 90, tiene causas pendientes muy importantes con la Justicia, por ejemplo la Amia, que lo inhabilitan, moralmente, sus fueros serán constitucionales nadie lo niega, pero además de esto, todo lo que nos dejó como tierra arrasada, confirmado luego por el distraído Fernando De la Rúa, en su efímero paso por la primera magistratura, sin dejar de recordar a Eduardo "Salvador" Duhalde, el justiciero, su esposa, la senadora Hilda Gonzalez, Adolfo "default" Rodríguez Saá,y los que nunca se calzaron banda o forman parte de ella, Elisa Carrió, Patricia "ajuste de salarios y baja a los jubilados" Bulrich.

El "pulcro" Morales, Ministro de Desarrollo Humano en la huida del distraído, momento triste y desesperado si los hubo en la historia contemporánea. Pino Solanas, todo un dechado de ideas, embuido en opiniones y fotos que no parecen suyas, "Segundo" Reuteman, que tal vez algun día se decida por algo, los paquetisimos PRO devenidos politicos, un tal Solá,con unos cuantos años de distintas gestiones encima que no parecen haber hecho mella en su impoluto discurso. De Narváez, el ganador del reality, que todavía sigue festejando y Mauricio "inundado" Macri, y Luis Juez , el cómico y Gustiniani, el socialista, (qué hace Gustiniani con estos dirigentes?) y la lista sigue con nombres anotados, todos, nadie se quiere quedar afuera de un conglomerado, muy nuevo sonando a rejunte, fogoneado por el héroe del no positivo, que inauguró un nuevo rol para la vicepresidencia del país, cargo, sin demasiada relevancia en las decisiones, más aún cuando su figura fue ninguneada en plena campaña proselitista, abucheado en el Luna Park, cuando rezaba por ese entonces, que había llegado el momento histórico, donde una mujer que no podía ser otra que Cristina Fernández, gobernara este país.

El republicanismo muy particular y personal que encarna Julio Cobos está sumergiendo al país en una discusión permanente buscando paralizar acciones que sin duda, merecen análisis, rechazos, pasos constitucionales y todo lo que hace a una democracia plena.

La conveniencia de un posicionamiento hacia 2011, hace juntar a los “posibles” sin reñir entre ellos, a veces lo logran, ya que esto los debilita, retrae sus apoyos y genera reproches de los poderes fácticos que los alientan, léase los multimedios, la jerarquía de la iglesia, la mesa de enlace, la UIA, la AEA, y toda otra sigla que merezca atención diferenciada.

Es indiscustido, que hoy por hoy, el control parlamentario pertenece a la oposición y la gestión al partido de gobierno; eso sí cada cual en lo suyo.

El diseño de las comisiones senatoriales, abusivo y paralizante para que el Ejecutivo lleve al recinto cuestiones ejecutivas precisamente, sin presumir un empaque opositor, no con alternativa, sino con un estatismo que menoscaba los daños autoinfligidos y la hipótesis siempre esperanzada, por los oponentes, de algún cambio en el humor social.

La interna pluripartidaria continúa, pero todos a los que hemos puesto allí, incluso los gobiernos deberían recordar, que la institucionalidad, aquella que enmarca su discurso histriónico, en sus bancas o en las cámaras, es algo que germina, con mucha dificultad y se marchita bastante más fácil.

También que quien accedió al Ejecutivo, lo hizo en comicios tan limpios, como los de junio pasado.

La representación democrática tiene una lógica compleja, está en sus actores desde su introspección y rectificación y memoria, hacerle frente a la historia, como por ejemplo, recordar si el hierro al rojo del 2003 en la conducción del país, mereció semejante preocupación, protagonismo, análisis o simplemente coraje, para enfrentar la devastación, y no hablo de los habitantes que siempre lo hacen todo, sino de una clase dirigente que parece no aprender, sin duda no lo hacen….lo que si ya nadie niega, es la batalla del modelo para quien se gobierna y la busqueda de la justicia social.

1 comentario:

Unknown dijo...

Brillante Carlos, más viniendo de usté y su afiliación política.